Su vida está en el cine

Alexander Payne habla sobre su pasión y profesión

Alexander Payne

Alexander Payne Crédito: AP

EDITORES: Con AP Fotos.

NUEVA YORK.— Alexander Payne es un cineasta y un cinéfico por partes iguales.

El realizador de 52 años, nacido en Omaha, por ejemplo, encontró el tiempo durante el estreno de su más reciente película, Nebraska, en el Festival de Cine de Cannes para ver otros 10 filmes, incluyendo una restauración de Cleopatra de cuatro horas. Y a eso siguieron cinco días consecutivos de cine en París.

Payne, de 52 años, cuyos elegantes modales concuerdan con sus refinados gustos, frecuenta festivales de cine. Habitualmente programa teatros de repertorio. Llenó una reciente noche de desvelo con el clásico del cine mudo Nosferatu, de F.W. Murnau, que no había visto.

“Todos tenemos lagunas”, dice.

Su más reciente película, Nebraska — en blanco y negro, que se centra en un el viaje de un padre y un hijo— se estrenó el país 19 de septiembre de este año.

El director reflexiona sobre su vida en el cine.

¿Cuándo comenzó su afición por el cine?

Mientras crecía en Omaha en los años 60 y 70, podíamos ver películas extranjeras todo el tiempo. … Luego de adolescentes, porque quedaba en mi barrio, podíamos ir caminando a la universidad y ver copias en 16mm de cintas extranjeras los viernes por la noche. A los 16 años vimos Portero de noche, Amarcord y El discreto encanto de la burguesía. Siempre andaba en busca de películas mudas.

¿Por qué?

Porque son tan buenas. Chaplin, Keaton, Lloyd son como Da Vinci, Giotto, Miguel Angel. La primera comedia que realmente me noqueó fue Tiempos modernos.¿De dónde sale la sátira para usted?

Pude intelectualizarla y decir que la comedia es una estrategia maravillosa… que nos permite ver aquello de lo que hablamos con cierto grado de distancia y ojalá con un poco más de perspectiva y honestidad. Con muchas excepciones, una película sin chistes me resulta mucho menos atractiva.

Algunos críticos han cuestionado a veces si existe una distancia irónica entre usted y sus personajes.

No en mi corazón. Encuentro que a menudo, no siempre, esos que me acusan de burlarme de los personajes son los más arrogantes. ¿Fue la escuela de cine un momento feliz de su vida?

Totalmente. Pasé seis años en la escuela de cine, así que para el momento en que me gradué, había pasado un quinto de mi vida ahí. Hasta el día de hoy mis mejores amigos en Los Ángeles son mis amigos de la escuela de cine y siguen siendo los primeros en ver mis películas durante posproducción. Esa fue una época muy formativa para mí. Además, no sólo estaba haciendo películas sino que tenía acceso constante al archivo de cine y televisión de la UCLA. La razón principal por la que me tomó seis años salir de la escuela de cine era que pasaba demasiado tiempo en el auditorio viendo películas.

¿Cómo ve esta era del cine? Muchos han citado este año a Steven Spielberg diciendo que el negocio de las megaproducciones de Hollywood se dirige a una ‘implosión’.

Si es verdad que los árboles más grandes del viejo bosque se están viniendo abajo, pues peor para ellos. Pero por otro lado, quizás puede crecer algo nuevo a raíz de esto. Estoy a favor— este es mi mantra — de las comedias y dramas para adultos de 20 a 25 millones de dólares en los que uno tiene una cantidad de días generosa para hacer un buen filme.

Cuando salió ‘The Descendants’, lamentó que no estaba haciendo películas más rápido. ‘Nebraska’ se estrena dos años después, lo que es una mejoría.

Puedo hacerlas relativamente rápido si tengo el guion. Ese es el único atasco. Me gustaría poder hacer dos películas al año. Estoy exagerando, pero definitivamente una cada año o cada año y medio. Aunque también prefiero hablar sólo cuando tengo algo que decir.

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