La mezclilla, un tejido esencial en el vestuario femenino

La mezclilla dejó de ser hace años un tejido exclusivo de los pantalones vaqueros, alcanzando la cúspide de la popularidad en la década de 1980 cuando las faldas, blusas y chaquetas se pusieron de moda para lograr un estilo relajado y muy fácil de combinar. Pues bien, esta temporada esas prendas han adquirido nueva vida y forman parte del vestuario de las celebridades que las lucen a toda hora, combinadas con botas y accesorios para adaptarlas a la ocasión.

Sin embargo, hay algunas reglas inviolables a la hora de llevar ropa de denim, como se le llama en inglés a la tela con la que se confeccionan los jeans o vaqueros. La primera, es evitar vestirse con el mismo tipo de tejido y en la misma tonalidad de la cabeza a los pies. Lo ideal es usar una sola prenda de mezclilla a la vez, como un complemento del vestuario, lo que le da a la mujer infinitas posibilidades usando solo dos o tres piezas básicas. Estas son algunas maneras de combinarlas adecuadamente:

Chaquetas

En horario diurno, una combinación perfecta es sobre un vestido corto o con un tope de color liso y una falda, corta o larga, preferiblemente estampada. Si usas este look con unas sandalias o ballerinas estarás bien vestida y lograrás una apariencia muy juvenil, mientras que si complementas la chaqueta con ropa oscura, de preferencia negra, y zapatos o botas de tacón alto, tendrás un atuendo más formal, para salidas nocturnas. Los pantalones de pitillo, tan de moda por estos días, combinan de maravilla con esta prenda.

Chalecos

Son una alternativa moderna y divertida para abrigarte un poco cuando la temperatura está fresca pero no muy fría. El secreto es que te quede algo entallado para que luzcas femenina, y que sea de un color fácil de combinar con cualquier ropa, como azul claro. A veces los chalecos pueden resultar tan caros como un pantalón vaquero, pero si no quieres pagar por uno y eres hábil usando la aguja, puedes adaptar una chaqueta que ya no quieras seguir usando, cortándole las mangas y el cuello y aplicándole los detalles decorativos que desees. Así tendrás una pieza original y única, con poco esfuerzo y sin gastarte un centavo.

Vestidos

Un vestido sencillo de mezclilla, de color claro u oscuro, es fácilmente adaptable a cualquier hora y ocasión, si se complementa con accesorios coloridos. Combínalo con pañuelos o collares de colores vivos, y botas altas en los días más frescos. Evita combinarlo con una chaqueta de la misma tela, para no lucir aburrida, y no temas experimentar con todo tipo de colores, pues al ser un tejido neutro, la mezclilla se ve bien tanto con los tonos neutros como con los más llamativos.

Faldas

Esta prenda tan popular en la época ochentera está de regreso. Prueba a usarla, por ejemplo, con una blusa o chaqueta de mezclilla en otro color, con camisas estilo vaquero, con suéteres y mallas de colores vivos y hasta con un blazer y botas. Las faldas largas se ven divinas con sandalias y zapatos bajos, mientras que las cortas son ideales para combinar con botas altas.

Las combinaciones posibles son infinitas, solo tienes que echar a volar tu imaginación y atreverte a seguir esta tendencia. Sin olvidar la prenda más versátil de todas: el pantalón vaquero, un clásico que nunca pasa de moda.