Nuevo libro de Sandra Cisneros ayuda a navegar la pérdida de un ser amado

El nuevo libro de Sandra Cisneros, titulado “¿Has visto a María?,” a primer vistazo parece un cuento para niños por sus muchos dibujos y sus pocas páginas. Pero, aunque leerlo de tapa a tapa no tome más de 45 minutos, el mensaje que lleva adentro es definitivamente maduro.

El libro “es para adultos,” escribe Cisneros en el epílogo del libro, “porque algo era necesario para gente que, como yo, se encuentren huérfanos en la mitad de su vida”. La inspiración la encontró ella cuando, recién ocurrida la muerte de su madre, su amiga Rosalind Bell y su gata llamada María le visitaron. Cuenta Cisneros que apenas acababan de llegar cuando la gata se desapareció.

En una etapa cuando la escritora se sentía “como un guante abandonado en la estación del bus,” huérfana, triste, sin deseo alguno de salir de su casa, se vio obligada a ayudar a su amiga a recorrer el barrio en busca del animal. En el proceso, mientras buscaban de casa en casa y por escondrijos, Cisneros conversaba, escuchaba y observaba a sus vecinos, y poco a poco se dio cuenta de que la actividad la estaba ayudando a sentir la presencia de su madre en vez de solo sufrir su ausencia.

En el libro, ilustrado por la artista Chicana Ester Hernández, Cisneros menciona por nombre las calles y la gente de su barrio, mientras que Hernández dibuja sus caras, sus casas, y hasta las telas de araña de las esquinas abandonadas. A propósito, la autora presenta el San Antonio, Texas, en que ella vive – el que va más allá de casas históricas y puntos turísticos.

Los diálogos entre ella y sus vecinos hacen sonreír al lector, algunos demasiado únicos y ocurrentes para ser inventados, mientras que otras partes tocan el corazón, como cuando el ver a una mujer tejiendo una bufanda le recuerda a la escritora las feas bufandas de su madre que nadie antes quiso usar y por la que ahora ella hubiese dado cualquier cosa. Presente también está la magia de la imaginación de la autora, con ríos que hablan, y árboles y nubes que susurran.

“¿No es lastimoso perder a un ser amado?” pregunta uno de los personajes en el libro. Y es precisamente por eso que Sandra Cisneros se dedicó a escribir esta historia. “No hay modo de sobreponerse a la muerte,” escribe ella, “solo el modo de aprender a navegar a través de ella.” En este libro Cisneros intenta ayudar a quienes están de duelo recordándoles que el amor nunca muere, y que la muerte puede ser una oportunidad de experimentar el mundo con el alma.