Suplican a LAUSD no cerrar programa de alfabetismo

Padres de familia y estudiantes se quejan por el inminente cierre de Family Literacy.

Ameri De La Cruz, de 2 años de edad, participa en una protesta por el cierre casi inminente del programa de alfabetismo 'Family Literacy'.
Ameri De La Cruz, de 2 años de edad, participa en una protesta por el cierre casi inminente del programa de alfabetismo 'Family Literacy'.
Foto: J. Emilio Flores / La Opinión

Solo quedan dos días para que los centros donde se ofrece el Family Literacy, un programa de alfabetismo para familias de bajos recursos, cierren sus puertas definitivamente.

Esto tiene a Yazmin Mata, alumna del séptimo grado del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD), con una angustia que le desborda con lágrimas en los ojos.

Ayer suplicó durante una protesta frente a la sede del LAUSD, a la junta escolar de Los Ángeles y a su superintendente John Deasy que no elimine el programa del que tanto se beneficia ella, su hermanita menor y su mamá, Alejandra Espinosa.

“Veo que mi hermanita está aprendiendo mucho y mi mamá también. No deben cerrar esos programas, porque hacen dos cosas en una”, dice convencida Yazmin. “Están enseñando a los más chiquitos y al mismo tiempo los grandes no pierden la esperanza de seguir estudiando”, enfatizó la niña.

Estos seis centros ubicados alrededor del LAUSD, que abrieron sus puertas hace 12 años, han demostrado ser exitosos en elevar el alfabetismo entre las familias que en su mayoría son inmigrantes.

Los centros, ofrecen clases de pre-escolar a niños, y para los padres, clases de crianza, Inglés como Segundo Idioma (ESL) y hasta clases para obtener el GED o diploma de preparatoria.

Estas han operado con fondos del LAUSD en conjunto con First 5 LA.

Esta ultima organización estatal de educación temprana, ha indicado que no cuenta con más fondos del estado para patrocinar el programa.

Sharon Woodson Bryant, vocera de First 5 LA, confirmó que no hay manera de que esa agencia estatal siga manteniendo el programa.

“Las ganancias que obteníamos de los fumadores en el estado han bajado”, dijo refiriéndose al dinero de los impuestos al cigarrillo que se destina a este tipo de programas.

“El dinero que recibimos es menos. Además, bajo las nuevas reglas de elegibilidad, este programa no califica para recibir más fondos”, apuntó.

Por su parte el LAUSD respondió explicando que continuará proveyendo fondos para las clases de ESL, para un número entre 150 y 200 estudiantes. “No tenemos el presupuesto de $650 mil que requiere los otros tres elementos del programa. Ese fondo provenía del Condado de Los Ángeles”, indicó el vocero del distrito.

Matthew Kogan, líder sindical de la unión de maestros de Los Ángeles (UTLA), demandó al LAUSD cambiar sus prioridades de inversión para poder salvar el programa, que ha beneficiado a unas 5,000 familias desde el 2002.

“Tienen dinero para contratar 140 nuevos entrenadores para el uso de iPads en el salón de clases, cuando en primer lugar nadie pidió iPads”, señaló molesto.

“La prioridad es que estas familias tengan acceso a una educación básica”, subrayó.

Espinosa, dijo esperanzada que “ojalá decidan poner fondos de otras cosas para salvar nuestras clases, porque no tendré dónde más llevar a mi hija pequeña a su clases de preescolar yo no podre seguir estudiando , quién sabe hasta cuándo o tal vez ya no más”, expresó preocupada la madre del Este de Los Ángeles.