En la mira de grupos que defienden a los inmigrantes desde 2011, la unidad especial para homosexuales indocumentados detenidos en la cárcel municipal de Santa Ana ha vuelto a dar de qué hablar. Estas son algunas de las quejas: los presos no tienen contacto físico con sus visitantes, los aíslan del resto de la población carcelaria, son traídos de lugares lejanos por lo que pierden comunicación con los suyos, les niegan consultas médicas inmediatas y a menudo son objeto de burlas.
Dentro de la cárcel municipal de Santa Ana, esta unidad especial comenzó a recibir gays y transexuales indocumentados desde julio de 2011 y en marzo del siguiente año se firmó un contrato con la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (ICE) para modificarla.
Conocida como la unidad GBT (gay, bisexual y transexual), puede alojar hasta 64 detenidos en celdas individuales y dobles, que cuentan con televisores, una librería y una computadora con impresora. Además, tiene una zona adjunta para recibir visitas de abogados y religiosos, así como un espacio de recreación al aire libre al que se puede acceder durante el día.
A decir de los que abogan por los gays en el condado de Orange, este sitio da un trato denigrante. “No es para la seguridad de nuestra gente, es para aislarla. No tienen la educación ni la capacitación para tratar a nuestra comunidad”, dijo Javier Saucedo, vocero del grupo De Colores Queer OC.
Hay tanto rechazo hacia ese lugar, que cinco activistas realizaron este martes una desobediencia civil afuera de la cárcel de Santa Ana para pedir su cierre. Se encadenaron y metieron dentro de una jaula.
Ya que este es uno de los dos centros destinados para este grupo que opera ICE, Saucedo reclama que a este llegan inmigrantes gais de otros estados. “Los separan de sus familias”, dijo el activista, reclamando que los transexuales “son tratados como hombres”.
Para De Colores Queer OC, a los detenidos les han negado la terapia hormonal y no los dejan tocar a sus visitantes. “Hay mucho abuso emocional, verbal. No los tratan como humanos”, señaló Saucedo.
Actualmente, la ciudad de Santa Ana y ICE se encuentran en negociaciones para incrementar la cuota por retener a indocumentados. El gobierno municipal se ha comprometido a revisar los protocolos de su cárcel para verificar que se trate con igualdad y respeto a todos los reos.
En un comunicado, ICE negó que haya maltrato en la unidad GBT. “ICE está comprometido a garantizar el bienestar y seguridad de todas las personas bajo nuestra custodia”, recalcó la agencia, que precisa que solo el centro en Adelanto permite el contacto físico con los visitantes.
Respecto a la terapia hormonal, la dependencia indica que su protocolo sigue los lineamientos de la Oficina de Prisiones del Departamento de Justicia (BOP), aceptando que “los detenidos transexuales que reciben terapia hormonal la continúen cuando están bajo custodia”.
Hace tres años, esta unidad fue nombrada por el Centro Nacional de Justicia para los Inmigrantes en las 13 quejas que interpuso contra el Departamento de Seguridad Nacional por presuntos maltratos a gays.