No hay nada que el olfato de estos perros no detecte

El agente Corchado y su fiel compañera Bila.
El agente Corchado y su fiel compañera Bila.
Foto: J. Emilio Flores

El agente Roberto Corchado de la Policía de Aeropuertos de Los Ángeles espera que nunca llegue el día en el que su perrita “Bila” y él encuentren lo que buscan diariamente: un poderoso artefacto explosivo en LAX.

Uno nunca sabe, esa bolsa puede ser la que tiene una bomba, ese carro abandonado puede ser el que va a estallar“, comenta Corchado. “Gracias a Dios, Bila no ha encontrado nada de eso… pero ese es nuestro trabajo, evitar que un ataque terrorista vaya a pasar en el aeropuerto.”

La búsqueda de explosivos es un trabajo serio para Corchado y Bila. Los dos comparten largas horas de trabajo y también en su casa, entrenando y perfeccionando su olfato.

“Hay mucha gente que nos quiere hacer mal y LAX está siempre bajo una amenaza de un ataque terrorista,” comenta Corchado quien asegura que Bila, aparte de ser su fiel compañera, es un instrumento esencial para la seguridad de los pasajeros de LAX.

“Comparto más tiempo con esta perrita que con mi propia esposa”, bromea Corchado. Los perros policía viven con los agentes a su cargo.

Mientras recorre el aeropuerto Bila mete su nariz en los basureros y maletines de pasajeros. Un grupo de jóvenes turistas de Inglaterra corren a acariciarla y a tomarse fotos con la perrita que alegremente corresponde con lengüetazos.

Algunos de estos sabuesos tienen olfatos tan agudos que pueden detectar pastillas de nitroglicerina, que ocupan pacientes con problemas cardíacos