El futbol, terapia de la felicidad

Kristen Avila es una chica tímida, es muy difícil arrancarle una sonrisa y hasta podría decirse que es bastante seria para tener 17 años.

Esa es su personalidad hasta que se menciona la palabra “futbol”, que automáticamente produce un cambio en las facciones de su rostro. Sus ojos brillan, los músculos de su cara se relajan e inmediatamente aparece esa sonrisa jovial y llena de esperanza.

“El futbol es todo para mí, cuando estoy triste, enojada o frustrada voy a la cancha a patear el balón”, dice la mediocampista, estrella del equipo Wildcats de Brea Olinda High School.

El pasado 14 de febrero, junto con su hermana gemela, Gissel, asistieron a las visorías que hizo el cuerpo técnico de la selección mexicana de futbol femenil en Norwalk y lograron llamar la atención del entrenador Leonardo Cuéllar, quien las invitó al campamento que tendrá el equipo el próximo mes en el país azteca.

“Mi sueño es quedarme en la selección, jugar como profesional”, expresa la jugadora, que reconoce haber estado nerviosa antes de las pruebas, pero los comentarios que escuchó después la tranquilizaron.

“[Leonardo] Cuéllar me preguntó si teníamos listo el pasaporte mexicano, porque lo habíamos impresionado”, cuenta Kristen.

Las hermanas viajarán en los próximos días al campamento del Tri Femenil en busca de alcanzar su sueño.

Su fortaleza, tras la muerte de su madre

“El futbol es su motivación, ella [Kristen] no ha tenido una vida fácil, ha tenido una vida difícil y el futbol la ha ayudado a superar eso”, dijo el actual entrenador de Kristen, Mike Knaus.

¿Cuáles son esos momentos difíciles de los que habla tu coach?

“Cuando tenía 11 años se murió mi mama [luego de padecer lupus y cáncer], no quería hacer nada, ni ir a la escuela, luego quise jugar futbol y eso me ayudó a superar eso”, cuenta mientras todas sus fuerzas se enfocan en no mostrarse débil.

“Entonces descubrí, que el futbol es la única cosa que no me hace triste y por eso me gusta jugar”, dice sin dejarse vencer por la tristeza, aunque ya su mirada la ha delatado.

“Tiene una personalidad fuerte”, agrega en ese momento, Manuel Toledo, quien también ha sido entrenador de las gemelas.

“Cuando se murió mi mama, tenía que hacer muchas cosas sola, mi hermana y yo teníamos que ir a la escuela solas, no importaba si era lejos, teníamos que caminar, porque mi papá se iba a trabajar”, indica en respuesta a lo dicho por Toledo, a quien cariñosamente apodan “Tío Manny”.

Su timidez es parte de su esencia y acompañado con su dominio en la media cancha hacen de Kristen una jugadora que fascina cada vez que el balón toca sus pies.

“Kristy no es una persona vocal, pero al verla en la cancha te puedes dar cuenta que es nuestra líder en la cancha, ella es nuestra MVP este año si yo tuviera que elegir una persona para MVP la elegiría a ella”, asegura Knaus.

“Toda esta temporada ella ha controlado la media cancha de nuestro equipo y ha hecho una gran diferencia para nosotros, ella es increíble, no hay estadísticas para lo que ella hace, es una excelente jugadora”, indica el coach.

Su sueño está claro: ser futbolista profesional, pero al preguntarle qué deseo pediría si tuviera a un genio enfrente, responde: “que el cáncer no existiera”, mientras su mirada parece imaginar ese mundo ideal

http://www.laopinion.com