Sigue el arte de diseñar guitarras en Boyle Heights
Artistas continúan fabricando instrumentos musicales para los amantes de la troba y las serenatas
La vorágine comercial china redujo las ventas en la tienda de guitarras “Candelas”, con más de 80 años en el barrio de Boyle Heights, aunque le abrió otra puerta a su propietario y nieto del fundador.
“Ahora me dedico a mis guitarras de concierto y flamencas. Tengo una lista de espera de dos años”, dice Tomás Delgado, el responsable de mantener vivo un local que abrió en 1947.
Uno de los pedidos es la guitarra acústica Selmer, diseñada en Francia en 1932, poco después que el abuelo Porfirio Delgado y el hermano de éste, Candelario, abrieran la primera tienda en Ciudad de México, matriz de una cadena que se extendió hacia el norte de México y Los Ángeles.
Al frente del negocio que operaba en la entonces avenida Brooklyng (hoy César Chávez) se quedó Porfirio, quien por diversión fabricó su primera guitarra y gustó tanto que empezaron pedidos de mejores diseños. Lo tomó como una lección comercial y se la transmitió a su nieto.
“Mi abuelo me decía: ‘el cliente te va a empujar a mejorar, porque siempre te pedirá una guitarra más bonita de la que le entregues’”, señala Delgado, sujetando el mismo formón (instrumento de carpintería que da forma al brazo de la guitarra) que usaba su abuelo, fallecido en 1999.
Él también lo convenció para que no siguiera su sueño de adolescencia de ser músico y se dedicara a elaborar el instrumento. “Hay muchos que tocan y pocos que fabrican”, le dijo.
Hoy no hay nada más que llene a Delgado que darle forma a un trozo de madera para que emita el sonido exacto que el cliente desea.
Julieta Venegas, José Feliciano, Los Lobos, Los Canelos de Durango, Quetzal y Ozomatli, son algunos de sus clientes más famosos.
Delgado sólo puede fabricar unos seis requintos, esa guitarra pequeña que acompaña con adornos musicales a los tríos, caracterizados por tocar boleros, en un período de hasta cuatro meses.
A él le sorprende que se estén vendiendo como pan caliente aunque valgan hasta $3,800. “Quiere decir que está regresando con fuerza esa música de Los Panchos, Los Ases”, comenta.
La elaboración de guitarras clásicas y flamencas también requiere de mucho tiempo. Sólo puede hacer dos a la vez y tarda entre cuatro y cinco meses. Esas se venden a entre $8,500 y $20,000.
A Stephanie Amaro de Abad, del Trío Ellas, nominado al Latin Grammy y elegido para acompañar a Lady Gaga, le hizo una guitarra que tiene la boca, el agujero de la tapa armónica, en forma de corazón. “Es mi posesión más querida”, asegura Amaro.
A la tienda “Candelas” llega de todo: profesionales, aprendices y amantes de la música.
“Tengo clientes que han soñado tener una guitarra de primera calidad, que les gusta la música y que han comprado dos, tres, cuatro instrumentos y de esos no se hace uno. Vienen casi enfadados, quieren algo garantizado de por vida, que dé el sonido, que tenga carácter, que toque bien”, dice el dueño.
Delgado toma una de sus creaciones y toca “Vereda Tropical” con un toque flamenco. Le enorgullece el sonido del instrumento que diseñó con sus manos. En su local la música se disfruta en cada rincón.