Acción de Navidad en la NBA: duelos que prometen, entre regalos e imágenes de Papá Noel

Serán cinco partidos durante 14 horas ininterrumpidas que se transmitirán en vivo para Estados Unidos y otros cientos de países; Cleveland Cavaliers, con LeBron James, enfrentará a los nuevamente imparables Golden State Warriors, de Stephen Curry

La NBA está revolucionada porque Papá Noel acaba de declararse agente libre y espera ofertas para analizar a qué franquicia sumarse. Las estrellas, sorprendidas, opinan sobre su posible incorporación. LaMarcus Aldridge, DeAndre Jordan, James Harden, Kevin Love y Anthony Davis desestiman su fichaje mientras las imágenes demuestran el deplorable repertorio de Santa. Esa brevísima ficción es el comercial especial para Navidad, una jornada deportivamente acaparada por el sabroso menú que la liga más poderosa de básquet del mundo convirtió en tradición desde aquel el 25 de diciembre de 1947 en el que los New York Knicks derrotaron a los extintos Providence Steamrollers en el Madison Square Garden.

Serán cinco partidos durante 14 horas ininterrumpidas que se transmitirán en vivo para Estados Unidos y otros cientos de países, la oportunidad de captar nuevos mercados como única oferta deportiva en un día sin más actividad que la de niños que corretean todavía emocionados por sus nuevos regalos y adultos que comen las sobras de Nochebuena. Es una perfecta estrategia de marketing: cinco de las rivalidades más interesantes que el calendario puede ofrecer, ratings que alcanzan límites siderales y camisetas para la ocasión que se venden de a miles a cambio de 139 dólares. El arbolito es sinónimo de millones para la NBA, que además aprovechará para difundir una campaña contra la portación de armas con testimonios conmovedores de Stephen Curry, Chris Paul y Carmelo Anthony junto a víctimas de uno de los flagelos que más preocupa al país norteamericano.

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New Orleans Pelicans y Miami Heat darán el puntapié inicial desde el mediodía de la Florida (14hs en Argentina) en un encuentro que tendrá a Anthony Davis, estrella de los Pelicans y con futuro de MVP, visitando a Dwyane Wade. No es un trámite con rivalidades candentes ni son candidatos al título pero la posibilidad de disfrutar a Davis, uno de los jugadores más espectaculares de la liga, es motivo suficiente para su programación en un día tan especial. Más tarde, Oklahoma City Thunder, uno de los equipos estéticamente más atractivos gracias al trío que conforman Kevin Durant, Rusell Westbrook y Serge Ibaka, recibirá a los Chicago Bulls de Jimmy Butler en un duelo de potenciales contendientes al anillo.

“Lo único que pido para Navidad es vencer a Stephen Curry” lee Papá Noel en otro anuncio publicitario. El pedido es de LeBron James, quien con sus Cleveland Cavaliers reeditará la final de la temporada pasada frente a los nuevamente imparables Golden State Warriors en busca de una minúscula venganza. Los Cavs disfrutan del regreso de Kyrie Irving y medirán el potencial de su Big Three frente a la franquicia que tiraniza la liga. Manu Ginóbili también será protagonista con sus San Antonio Spurs en una nueva edición de uno de los derbys texanos frente a los Houston Rockets del barbado James Harden. El clásico de Los Ángeles despedirá a Papá Noel con un Kobe Bryant que protagonizará su 16º partido navideño, un nuevo capítulo del epílogo que está escribiendo para cerrar su exitosa carrera. Kobe también es dueño del récord de partidos y puntos marcados en un 25 de diciembre.

Claro que detrás del marketing, la tentadora oferta y los atractivos duelos de Navidad subyace la historia de hombres que interrumpen sus reuniones familiares para cumplir con otro día en la oficina. Es el caso de San Antonio, que el miércoles enfrentó a Minnesota Timberwolves como visitante y el viernes deberá viajar hasta Houston.

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Con el campeón de la última temporada y cuatro de los máximos candidatos a destronarlos sobre el parqué, formar parte de la tradición navideña es un orgullo, un privilegio e incluso un premio. Doc Rivers, coach de Los Ángeles Clippers, recuerda su niñez: “De chico veía la televisión y quería jugar en Navidad. Es un privilegio, participar significa que somos uno de los mejores equipos”. Dwight Howard, quien intentará imponerse en el poste bajo frente a Tim Duncan y LaMarcus Aldridge, opinó en la misma sintonía: “Prefiero estar jugando en Navidad que estar en mi casa sentado viendo los partidos y pensando en que me gustaría estar jugando. Es un honor y me parece divertido”.

LeBron James, que afrontará la compleja misión de frenar a Curry y sus Warriors, es uno de los que ha renegado de la actividad navideña: “Si le preguntan a cualquier jugador de la liga seguramente preferirán estar con sus familias porque no es un día cualquiera, es uno de esos días donde uno quiere despertarse y abrir los regalos con sus hijos”. Derrick Rose, quien viajará a Oklahoma con los Bulls, también demostró su disgusto porque “odio estar lejos de mi casa y voy a extrañar a mi familia, pero a fin de cuentas en mi trabajo y es un honor jugar en Navidad”.

La crítica más feroz fue de Stan van Gundy, actual entrenador de los Detroit Pistons, que en 2009 entrenaba a Orlando Magic: “Siento lástima por aquellas personas que no tienen nada mejor que hacer en Navidad que mirar un partido de NBA”. Los Magic fueron sancionados por sus comentarios.

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