Desde los pequeños estadios de madera de antaño hasta los imponentes colosos de la modernidad, por las canchas del futbol mexicano han desfilado figuras que con el paso del tiempo se han convertido en leyendas.
Delanteros que con sus goles se transformaron en verdaderos ídolos populares, arqueros que se ganaron la admiración de los aficionados al volar por el aire como superhéroes de ficción, defensas de carácter indomable y mediocampistas de creatividad envidiable son los que componen esta lista de los 10 mayores ídolos de la historia del futbol mexicano.
Horacio Casarín
El primer gran ídolo
Cuando los estadios estaban construidos de madera y aserrín, cuando las canchas eran de tierra y poco pasto, cuando el profesionalismo aún no aparecía del todo, Horacio Casarín se convirtió en el primer gran ídolo del futbol mexicano. Poseedor de un gran carisma y de una calidad indiscutible, el “Chamaco”, como lo apodaban, se ganó el cariño de la gente que abarrotaba las gradas para verlo anotar goles. En 1936 debutó vistiendo la camiseta del Necaxa, pero fue con el Atlante con el que logró alcanzar la popularidad que lo llevó inclusive a filmar películas en la época dorada del cine mexicano. En sus 20 años de trayectoria, Casarín jugó con ocho equipos con los que acumuló 283 anotaciones, además de los 15 goles que logró con la selección mexicana.
Enrique Borja
El ‘cazagoles’ mexicano
Un rebote en la espalda, un cabezazo con la nuca, un balonazo en la cara. Así fue como Enrique Borja anotó muchos de sus goles y también la forma en la que se convirtió en uno de los grandes ídolos en la historia del futbol mexicano. Largirucho y de nariz prominente, Borja se ganó el aprecio de los aficionados desde que debutó con Pumas de la UNAM en 1964 para después, en 1969, pasar entre críticas al América, equipo donde terminó por convertirse en leyenda. Por su gran olfato goleador, Borja fue llamado a la selección mexicana para ir al Mundial de Inglaterra 1966. Es en esa Copa del Mundo en donde se le recuerda por el gol que le hizo a Francia, y por la narración en la televisión de ese partido del legendario Fernando Marcos gritando: “¡Borja, no falles, Borjaaaa… goool de México!”.
Carlos Hermosillo
Un matón del área
Carlos Hermosillo es uno de esos casos raros en que un delantero es igualmente consistente con sus equipos que con su selección nacional. En sus 18 años de trayectoria (1983-2001), el artillero veracruzano anotó 35 goles con el Tricolor mexicano y 286 con los nueve clubes con los que participó. Hermosillo construyó su leyenda con el trabajo realizado en dos de los equipos más importantes y populares de la Primera División: América y Cruz Azul. En sus seis temporadas dentro de las Águilas, equipo con el que debutó, Hermosillo sacudió las redes enemigas en 73 ocasiones. En 1991 llegó a Cruz Azul y es ahí donde vivió momentos gloriosos al marcar 153 goles y llevar a La Máquina a lo que ha sido su último título de liga, en 1997.
Antonio Carbajal
Leyenda de leyendas
Fue el primer jugador en la historia en participar en cinco Copas del Mundo, hecho que convierte a Antonio Carbajal en toda una leyenda. La “Tota” cubrió la portería de la selección mexicana en los Mundiales de 1950, 1954, 1958. 1962 y 1966. No fue sino hasta la Copa del Mundo de 1998 cuando el alemán Lothar Matthaus igualó la marca de Carbajal de más Mundiales jugados. En total, Carbajal se enfundó 48 veces en el suéter de la selección mexicana. Fue con el Club León donde el “Cinco Copas” se erigió como uno de los grandes ídolos del futbol mexicano.
Hugo Sánchez
Como él no hay dos
Precisas piruetas en el aire a las que se les da por llamar “tijeras, “chilenas” y, en sus propias palabras, “huguiñas”, fueron la tarjeta de presentación que llevaron a Hugo Sánchez a ser uno de los mejores delanteros del mundo. Sus espectaculares remates en pleno vuelo son estampas que dejaron marcadas su paso por Pumas, Atlético de Madrid y Real Madrid. Su época de oro la vivió con el club merengue al sacudir las redes 164 veces en partidos de liga y ganar cinco trofeos Pichichi como máximo anotador de España. Se ve lejos, muy lejos, la llegada del próximo delantero mexicano que pueda emular los logros del “Niño de Oro”.
Jared Borgetti
Cabezazos inolvidables
El mejor cabeceador que haya tenido el futbol mexicano no puede quedar fuera de esta lista. Sus sólidos y certeros remates con la testa hacían a Jared Borgetti un peligro constante para las defensivas contrarias. “El Zorro del Desierto” se hizo famoso y popular jugando para el equipo Santos, además de que sigue siendo el delantero que más goles ha anotado con la camiseta de la selección mexicana. Imborrable en el recuerdo de los que lo vieron jugar está el remate de cabeza que anidó en la portería de la selección italiana en el Mundial de Corea-Japón 2002. Con ese gol, el Tri aseguró su pase a la siguiente ronda del torneo.
Luis Roberto Alves ‘Zague’
Samba a la mexicana
Su larga zancada, gran velocidad y tremenda fuerza hicieron de este jugador de sangre brasileña uno de los grandes ídolos de la fanaticada mexicana. Zague fue, y sigue siendo, uno de los grandes consentidos de los seguidores de las Águilas del América, club en el que alcanzó la gloria. Perteneciente a un equipo de época que siempre jugaba con el Estadio Azteca lleno hasta la azotea, “El Hijo del Lobo Solitario” movió los sentimientos de millones de personas que atestiguaron sus 167 goles americanistas y los 30 goles que marcó con la selección mexicana.
Jorge Campos
Colorido personaje
El arquero de uniformes estrafalarios y actitud rebelde cambió para siempre la forma de jugar de los porteros mexicanos. “El Brody” se caracterizó por sus grandes reflejos, pero también por la forma de salir de su área y jugar el balón con los pies. Con los Pumas vivió su época dorada y con la selección mexicana se convirtió en uno de los jugadores más queridos que haya vestido el uniforme del Tri. Campos jugó 433 partidos en Primera División, la mayoría como arquero, aunque a veces ocupó el puesto de delantero. Terminó su carrera con 34 goles anotados e hizo 130 apariciones bajo el marco de la selección mexicana, con la que participó en tres Copas del Mundo.
Rafael Márquez
Respeto incondicional
Le dicen el “Káiser” porque su posición dentro del terreno de juego y su calidad para llevar a cabo sus funciones hacían recordar a Franz Beckenbauer, el gran líbero que escribió historia con la selección alemana. Desde que dio el salto a Europa, vía el Mónaco de Francia, Márquez estaba destinado a ser el jugador mexicano con más logros internacionales a nivel de clubes. Con el FC Barcelona se convirtió en el primer mexicano, y hasta ahora el único, en ganar la Champions League. Los 242 partidos que jugó para el cuadro blaugrana lo convierten en el octavo jugador extranjero con más encuentros jugados en la historia del Barcelona.
Cuauhtémoc Blanco
El último gran consentido
Ha sido sin duda el último gran ídolo popular del futbol mexicano. Con las Águilas del América labró su figura de personaje pintoresco, que creció en uno de los barrios más bravos de la Ciudad de México y que en la cancha utilizó toda su picardía para ganar partidos, desquiciar a los rivales y echarse a la bolsa el cariño de los aficionados. Con 120 apariciones con la selección mexicana, en las que anotó 39 goles, el “Cuau” se consagró como uno de los más grandes, más queridos y más amados jugadores de los últimos tiempos.
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