‘Dejaron morir a mi hijo’, dicen padres de Alan Sánchez

El muchacho había sido declarado con muerte cerebral pero la familia se negaban a que lo desconectaran porque respondía a sus estímulos verbales

Los padres de Alan Sánchez dicen que los doctores no le están dando tiempo a su hijo para que se recupere. /ARACELI MARTINEZ ORTEGA

Los padres de Alan Sánchez dicen que los doctores no le están dando tiempo a su hijo para que se recupere.  Crédito: Araceli Martinez Ortega | La Opinion

Después de estar internado en terapia intensiva durante diez días, Alan Sánchez murió esta madrugada en el Hospital General del condado de Los Ángeles. Los médicos habían declarado la semana pasada que tenía muerte cerebral pero sus padres rechazaron el diagnóstico. 

Tenía tan solo 17 años.

El viernes 15 de abril Alan ingresó de emergencia al hospital, luego de sufrir un accidente de auto en Pomona, donde vivía con sus padres Alicia Mendoza y Manuel Sánchez. El martes 19 de abril los médicos les notificaron que Alan tenía muerte cerebral y no había nada que hacer por él. 

La ley de California establece que cuando hay muerte cerebral (o encefálica), la persona ha fallecido. Pero la familia pedía tiempo para que el cerebro de su hijo “reaccionara”.

“Nosotros hemos visto como poco a poco, nuestro hijo empieza a mover sus manos y sus hombros”, había dicho la madre a La Opinión.

Basado en esos movimientos, los padres se habían negado a desconectarlo de los aparatos de soporte vital pese a que, dijeron, fueron presionados por los médicos.

“No acepto el diagnóstico de muerte ni que se desconecte a mi hijo, sólo porque una ley de California dice que se puede desconectar con o sin consentimiento de la familia”, declaró la madre la semana pasada. La familia denunció también una serie de irregularidades en el trato que les dieron, como desinformación y discriminación con base en el lenguaje.

Manuel Sánchez confirmó que la muerte de su hijo ocurrió a las 12:30 de la madrugada de este lunes rodeado de familia y amigos.

“Nosotros nunca autorizamos nada y muchos menos que lo desconectaran. Ellos lo dejaron morir poco a poco, le quitaron las medicinas hasta que se le bajó la presión. Le sacaron un riñón sin que nosotros supiéramos, empezó a inflamarse, y luego dicen que le estallaron los pulmones”, expone.

El padre considera que el trato que le dieron en el hospital a su hijo Alan fue muy inhumano.

“Nos sentimos muy frustrados. Se le va a hacer una autopsia y si se descubre negligencia médica, vamos a entablar acciones legales”, señala.

Sánchez dice que la familia entera vivió diez días de intenso dolor y sufrimiento por la situación de su hijo, sentimientos que se vieron agravados por el trato que, dijeron, recibieron en el Hospital General del Condado de Los Ángeles.

Rosa Saca, portavoz del Hospital General del Condado de Los Ángeles dijo que no comentarían nada sobre la muerte de Alan Sánchez, pero recalcó que ellos apoyan a la familia.

Alan Sánchez era residente legal estadounidense. Había nacido en México, y traído por sus padres, de niño, a Los Ángeles. Sus padres son originarios de Durango, México. Era estudiante de la secundaria Ganesha en Pomona.

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