Pese que las playas de Seal Beach ya reabrieron, las de Long Beach permanecerán cerradas debido al derrame de aguas negras que ocurrió el lunes.
Playas de Los Ángeles y Orange fueron cerradas al público cuando se supo que 2.4 millones de galones de agua del drenaje corrieron desde el Río Los Ángeles hasta mezclarse con el agua de mar en las playas de Long Beach y Seal Beach.
El derrame se reportó poco después de las 2 de la tarde del lunes, en Boyle Heights, en las inmediaciones de Mission Road y 6th Street.
Desde el martes, cuando el derrame fue detenido, el Departamento de Obras Públicas de Los Ángeles ha llevado a cabo estudios de salubridad en las playas afectadas. El jueves se determinó que Alamitos Bay, Colorado Lagoon y Mother’s Beach eran lo suficientemente limpias para que los residentes disfrutarán.

Sin embargo, pese que por lo menos dos veces al día analizan las aguas de la costa de Long Beach, las autoridades creen que abrirán hasta el sábado, esto debido a los aún altos niveles de bacteria presentes en el agua.
El cierre de las playas angelinas se continúa durante una ola de calor que se dejará sentir a lo largo del país. En el sur de California, el Servicio Metereológico (NWS) informó que se esperan temperaturas entre 100 a 110 grados, especialmente en los valles y cerca de las áreas montañosas.