Un estudio de UCLA dice que la sequía podría durar indefinidamente
Los gases de efecto invernadero podrían hacer que la sequía y la aridez pasaran a ser la normalidad en la región
Un estudio publicado hoy en Scientific Reports, parte del grupo Nature Publishing, ha revelado que los gases de efecto invernadero podrían provocar larguísimas sequías.
El estudio, liderado por el catedrático de geografía en la UCLA Glen McDonald, utilizó muestras de sedimentos del lago Kirman para documentar el clima de California de los últimos 10.000 años. Así, los investigadores han descubierto que, en el pasado, California habría pasado por períodos de sequía que duraron miles de años.
También han establecido un nexo entre estos períodos de sequía y una serie de eventos naturales, como una ligera alteración en la órbita terrestre o una baja actividad volcánica, que hicieron aumentar la temperatura de la región en un proceso conocido como forzamiento radiativo. Estos fenómenos provocaron períodos de aridez que duraron desde 60 años en el siglo XII hasta siglos en la época prehistórica.
Los investigadores defienden que el aumento de la temperatura causado por los gases de efecto invernadero que actualmente se acumulan en la atmósfera como resultado de la quema de carburantes fósiles podría tener el mismo efecto. La actividad humana podría reemplazar estos fenómenos naturales como el siguiente detonante de períodos de aridez similares.
Pero, además, este estudio establece una conexión entre los períodos de aridez y fenómenos climáticos prehistóricos en el Oceáno Pacífico. Los investigadores han llegado a la conclusión de que estos períodos se relacionan asimismo con cambios prolongados en la temperatura superficial del océano.
California se encuentra ahora bajo los efectos de La Niña, un fenómeno que desencadena un descenso de esa temperatura superficial y que suele implicar un índice de precipitaciones menor del habitual. Si este período se combina con la acción de los gases de efecto invernadero, el resultado podría ser una fuerte sequía que se prolongase indefinidamente, afirma el estudio.
Algunos de los efectos del aumento de las temperaturas y la sequía ya son visibles: en torno a 66 millones de árboles murieron en los últimos años en Sierra Nevada, lo cual además podría aumentar el riesgo de incendio.
Los matojos secos ya jugaron un papel catastrófico en el fuego de Blue Cut que ardió en las montañas de San Benardino este agosto. En total, el coste de la lucha contra el fuego en California ascendió a $366 millones en el año fiscal 2015-2016, frente a los $209 millones del anterior.