Tom Brady debe agradecerle a Goodell

No quiere hablar del tema, pero el quarterback de los Patriots llega a otro Super Bowl recordando el 'Deflategate' y con la oportunidad de ser el que ría al último 

Tom Brady tras vencer a los Steelers para encaminarse al Super Bowl.

Tom Brady tras vencer a los Steelers para encaminarse al Super Bowl. Crédito: Getty Images

Tom Brady ofreció el domingo otra clínica de manejo y ejecución de partido, desmenuzando a una defensa de los Steelers de Pittsburgh que fue fácil presa del quarterback más ganador de todos los tiempos.

Tras la victoria de los Patriots por 36-17 para avanzar a su noveno Super Bowl como franquicia y séptimo en la era Brady, la sensación que queda alrededor de la NFL es que lo mejor que puede pasarles a los restantes equipos, al menos los de la Conferencia Americana, es que Nueva Inglaterra gane el 5 de febrero contra Atlanta y entonces su legendario quarterback, el jugador de mayor edad en activo con excepción de los pateadores, decida retirarse.

La realidad es que Brady no ha dado ninguna señal en ese sentido y, por supuesto, su nivel de juego es tan alto que no se ve muy cercano el día en que ocurra un anuncio de esa naturaleza.

En las siguientes dos semanas Brady escuchará muchas preguntas al respecto y tal vez adelante un poco sus planes. Su actual contrato se extiende hasta la temporada de 2019, el cual completaría a los 42 años de edad.

Contra Pittsburgh, Brady aprovechó el tiempo que su línea ofensiva le otorgó. El plan de los Steelers fue jugar defensa de zona con los linebackers tirados atrás para tratar de evitar que los Patriots los vapulearan con muchos pases esparcidos por todo el campo. Al final, eso fue exactamente lo que sucedió. Pittsburgh no atacó a Brady y éste tuvo un día de campo.

El comisionado le dio el fuego

Roger Goodell saltará a la conversación sobre la fabulosa temporada de los Patriots y en especial de Brady. El comisionado de la NFL se empeñó entre 2015 y 2016 en sancionar al quarterback por el escándalo de los balones inflados por debajo de las medidas reglamentarias en la final de la AFC en enero de 2015, el famoso “Deflategate”.

Brady sonrió en el podio el 2 de febrero de 2015 en Phoenix cuando Goodell le entregó el trofeo de Jugador Más Valioso del Super Bowl 49, ganado la noche previa a los Seahawks en un partidazo. Hubo cordialidad, per tensión. La pelea por el “Deflategate” estaba por iniciar.

Una larga investigación, ordenada y financiada por la propia liga, dio por resultado que no existía suficiente evidencia para asegurar que Brady había hecho trampa al ser parte de un complot para jugar con balones bajos en presión para sacar ventaja de las condiciones del clima en aquel juego final de la AFC contra Indianapolis. No obstante, Goodell le aplicó a Brady una suspensión de cuatro partidos.

Brady, a través del equipo y el sindicato de jugadores, llevó el asunto a la corte y en septiembre de ese año el juez Richard M. Berman anuló en Nueva York el castigo de la NFL por irregularidades en todo el proceso.

Goodell, a expensas de su amistad con el dueño de los Patriots, Robert Kraft y de dañar la imagen de uno de los mejores jugadores de la NFL, ordenó la apelación en abril de 2016 y esta vez la decisión fue a su favor cuando la Corte de Apelaciones revirtió la decisión del juez Berman. Brady anunció antes de la temporada de 2016 que cumpliría con el castigo de cuatro juegos.

16.5 puntos mejores que los demás

Nueva Inglaterra se las arregló para ganar tres de esos cuatro partidos sin Brady con dos distintos quarterbacks suplentes antes del retorno de su gran líder. Y cuando éste reapareció, no hubo un mejor equipo en la liga.

Los Pats han ganado 13 de los 14 partidos con Brady en los controles, y en esos triunfos promediaron 16.5 puntos de ventaja. Solamente Seattle pudo vencerlo y aún en ese juego los Pats se quedaron en la yarda 1 del enemigo en su última oportunidad, un partido en el que perdieron por lesión a Rob Gronkowski, su mayor arma ofensiva.

Brady no sólo jugó muy bien en la temporada; jugó con el hambre de un novato. Él no lo ha mencionado, pero como si su espíritu competitivo no fuera de por sí suficiente, la determinación por ganar otro campeonato y celebrarlo en el mismo podio donde Goodell entregue el trofeo Lombardi, es un fuego que todos saben lo ha impulsado.

Cuando el domingo en la noche le preguntaron si el tema de la suspensión de la NFL lo motivaba, Brady prefirió eludir y mejor afirmó que sus compañeros de equipo eran su motivación.

“Vamos a ver si podemos completar el final perfecto en dos semanas”, dijo Brady, quien ahora va por el récord de récords: ser el primer quarterback en tener cinco anillos de Super Bowl.

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