Joe Bray-Ali, una actitud deplorable

¿Se imaginan a un concejal de Los Angeles disfrutar de una pelea callejera entre dos jóvenes mujeres afroamericanas, promovida con un título racista (sheeboon) que las compara con monos? ¿No?

Joey Bray-Ali. Captura de pantalla de su sitio de campaña.

Joey Bray-Ali. Captura de pantalla de su sitio de campaña. Crédito: Captura de pantalla

Hay que pensar en Joe Bray-Ali.

“La más pequeña neutralizó la ventaja de tamaño de su oponente…me encantó el golpe al cuerpo… Un vídeo increíble…” escribió entusiasmado en sitio frecuentado por racistas, este candidato a concejal de Los Ángeles en representación del Distrito 1.

Esto no es una accidente, una confusión o una estupidez juvenil superada. Y la actitud fue reconocida por el candidato, que pretende ganar la contienda este 16 de mayo.

Este artículo de LAist (http://laist.com/2017/04/26/bray_ali.php) muestra cuán inadecuado es Joe Bray-Ali, no solo para representar a un distrito de mayoría latina, sino a nadie en nuestra ciudad.

O quizás representaría a las personas que disfruten del racismo, como él lo ha hecho hasta hace menos de dos años atrás. ¿Cómo explicar de otra manera sus comentarios sobre el video mencionado? (https://www.liveleak.com/view?i=f90_1448982599).

El sitio VOAT/Niggers (https://voat.co/v/Niggers) es un foro en donde se comparte el odio de los participantes con la humillación racial a los afroamericanos. Hay videos como Elementary Zoo Fight (https://www.liveleak.com/view?i=799_1450218091) en donde se ve estudiantes de primaria afroamericanos peleándose. Hay debates racistas, con un tono que no aparece en los medios regulares.

En uno de esos debates Bray-Ali dice que “la gente de piel oscura” retratadas en una foto en discusión, no califican siquiera como “niggers” (término despectivo, de hecho un terrible insulto de los afroamericanos) para él, porque son de Papua, Nueva Guinea. Una cultura genética y culturalmente diversa a la africana, dice. Da miedo preguntarle por su definición.

La obesidad también parece integrar su tipo de humor. En otro muro se burla de un mujer pasada de peso ¡que fue violada!

La respuesta de Bray-Ali a esta revelación es sorprendente.

Hay que ser muy sinvergüenza para querer explicar que su prioridad son sus temas de campaña y después pedir perdón a su familia, seguidores y comunidad. Lo más recomendable hubiera sido para él retirarse de la elección y rogar que llegue una amnesia colectiva para que el público se olvide de lo ocurrido.

Hasta da la impresión que no comprende la gravedad de que a los 35 años de edad un candidato a concejal en el Los Ángeles del siglo 21 participe alegremente en sitios de internet racistas.

En su sitio de campaña “Brayj against the machine” (http://ubrayj02.blogspot.com/) la información original fue reemplazada por un saludo al equipo de investigación de su rival Gil Cedillo. Allí se les dice que están seguros de “que ya copiaron todo lo necesario para enlodarme”.

Será que no se dio cuenta todavía que fue él quien decidió revolcarse en un lodo de odio.

Por eso sería muy fácil descalificar a Bray-Ali por racista, pero también sería hacerle un favor que no merece.

El candidato mostró tener un falta de juicio espeluznante por solo participar en estos sitios. En el mejor de los casos por sus comentarios reflejó tener la sensibilidad de un adolescente privilegiado y estúpido.

Estas no son virtudes para un concejal. Tampoco el racismo. Ni la ignorancia e inmadurez.

Me reuní con Bray-Ali. Me pareció un joven inteligente, con futuro político, a pesar de no ser en este momento el mejor candidato para el Distrito 1ro. Le faltaba familiaridad con la comunidad latina que quiere representar y muchísimo recorrido para estar a altura del concejal Gil Cedillo, su contrincante, en experiencia y conocimiento en el ejercicio de esta función.

De todas maneras, llegó hasta esta una segunda vuelta electoral.

Su energía, pasión ecológica por el transporte verde -que lo hace movilizarse en bicicleta- y la insatisfacción con Cedillo en el distrito le ganaron un respaldo importante. Para el Los Angeles Times fue su conocimiento del presupuesto municipal lo que le valió el respaldo.

Pero hoy se conoce algo nuevo, desilusionante y grave sobre el carácter del candidato.

Las elecciones muy cerradas, como la Cedillo con Bray-Ali, suelen ser desagradables, porque generan campañas destructivas. Esta parecía ser la característica central de este comicio.

Ya no lo es.

No existe ninguna garantía que el sentir y pensar que hizo participar a Brey-Ali del racismo en un medio social no esté tan presente hoy como hace un poco más de un año y medio. El arrepentimiento político, como el expresado, cuando se es descubierto así, no genera confianza al futuro.

Lo mejor que puede hacer Bray-Ali es dejar de pedalear en esta carrera electoral. Si no, que los seguidores se bajen de la bicicleta porque su dueño la enlodó demasiado con su actitud racista.

En esta nota

Discriminación Los Ángeles Racismo

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