Mucho que se ha escrito que demuestra claramente que la Comisión de Donald Trump sobre la “integridad electoral” es una farsa que se utilizará para justificar la represión generalizada de los derechos del votante. Con razón, muchos Estados se han negado a proporcionar datos privados de sus votantes a la Comisión. Sin embargo, la Comisión tendrá acceso a los datos federales de inmigración, que son altamente inadecuado a “estudiar” su teoría que millones de personas que no son ciudadanos han votado, y puede abogar por la supresión de votantes basada en esta data limitada. Para nosotros que han visto estos métodos, es evidente que su uso de los datos de inmigración federal es un pretexto para disminuir el creciente poder político de los Latinos y otras comunidades de color.
En primer lugar, considere la fuente. La comisión de Trump está copresidida por infame Secretario de Estado de Kansas, Kris Kobach. Kobach fue entrenado por el profesor de Harvard Samuel Huntington, quien publicó un libro en 2003 argumentando contra la inmigración de Latino, basado en la teoría de que los Estados Unidos tiene una cultura Anglo protestante, y por lo tanto, los Latinos no pertenecen. Desde entonces, el Sr. Kobach ha hecho su carrera jurídica y política intentando agresivamente a limitar los derechos fundamentales de los Latinos. Fue el autor de las leyes anti-inmigrantes de Arizona, y la fuerza impulsora detrás de los requisitos de Kansas y otros Estados que los votantes deben producir la más cara prueba documental de la ciudadanía. Ha perdido caso tras caso, pero esto no ha parado su nominación por parte del Trump, ni ha dejado las patentemente falsas acusaciones de Kobach que millones de no-ciudadanos han votado, a pesar de que estudio tras estudio ha demostrado que eso es excesivamente raro.
En segundo lugar, los datos de inmigración federal que la Comisión utilizará a para el estudio de la “integridad electoral” son inexactos y poco fiables. Como escribí en el 2012, si estos datos son utilizados para el mantenimiento de las listas de votantes, van a tener un impacto discriminatorio. Esto sigue siendo cierto en la víspera de la primera audiencia de la Comisión en julio 19th.
La fuente principal de los datos que la Comisión puede utilizar es la base de datos del estatus migratorio del gobierno federal que se llama “SAVE”, por sus iniciales en inglés. Desde 2010, una docena de Estados ha intentado utilizar SAVE para determinar si los no-ciudadanos estaban en sus listas de votantes, con muy malos resultados. SAVE no es una determinación completa y precisa de la ciudadanía. Esto es porque a diferencia de los regímenes autoritarios, los Estados Unidos no mantiene una lista de los ciudadanos, ni emita un documento de identificación singular para los ciudadanos que podrían mantenerse en una base de datos. SAVE no incluye a las personas nacidas en los Estados Unidos, y tampoco incluye a todos los ciudadanos naturalizados o personas con ciudadanía derivado que nacieron en el extranjero a un ciudadano estadounidense. Por lo tanto, varios Estados dejaron de usar SAVE y en el 2014, el Undécimo Tribunal de Circuito de Apelaciones sostuvo que su uso pondría en peligro los derechos de voto de los ciudadanos naturalizados, porque eran propensos a ser identificado erróneamente como no-ciudadanos y sujetos a injustas desafíos y purgas de las listas de votantes elegibles.
Otras bases de datos federales de inmigración que la Comisión de Trump puede acceder también están plagadas de errores. Por ejemplo, la administración de Trump recientemente ha emitido listas de “inmigrantes criminales” que erróneamente incluían bebés y niños pequeños. Y durante muchos años, el gobierno federal ha emitido peticiones que la policía local detenga a los inmigrantes “ilegales”, en base a datos tan defectuosos que los inmigrantes legales e incluso los ciudadanos estadounidenses han sido detenidos. En mayo, más de dos tercios de 1.400 personas detenidas en “rondas” por las autoridades de inmigración de Trump eran ciudadanos de Estados Unidos. Por otra parte, la complejidad del sistema de inmigración de los Estados Unidos dificulta seguir correctamente la ciudadanía. Muchas personas que solicitaron el estatus de asilo o refugio, o visas para estudiantes temporales o del trabajo, o estatus legal permanente a través de miembros de la familia, desde entonces han naturalizado—sin embargo, su situación previa puede estar todavía en las bases de datos federales a que Kobach tendrá acceso.
Además, debido a errores de coincidencia de nombre, las bases de datos utilizados por la Comisión son capaces de identificar a los ciudadanos nacidos en Estados Unidos para ser desafiado y purgados de las listas de votación. En Florida en el 2012, un veterano de la segunda guerra mundial nacida en el Bronx y varios ciudadanos nacidos en Puerto Rico estuvieron entre las miles de personas que el estado quería quitar injustamente de sus listas electorales. Sin embargo, el mayor error potencial generado de bases de datos de inmigración es mal-identificación de los ciudadanos naturalizados.
Quizás el hecho más importante a entender es que objetivo de investigar si personas que no son ciudadanos están en las listas de votación—como la Comisión de Trump se encarga de hacer—tiene un impacto racial discriminatorio. Justo antes de las elecciones de 2012, Florida se acordó de un reclamo de discriminación con respecto a su purga de personas presuntamente no-ciudadanos de sus listas de votación. Esta fue la misma purga de ciudadanos naturalizados, y 85% de las personas en lista de Florida eran gente de color. Al nivel nacional, los datos del censo indican que los ciudadanos naturalizados son más diversos que las personas nacidas en los Estados Unidos. Entre los ciudadanos naturalizados, más del 10% son afro-descendientes, más del 32% son asiáticos o isleños del Pacífico, y otro 32% son latinos. En 2012, más el 8% de los ciudadanos de la edad de votar eran ciudadanos naturalizados. Además, sabemos que entre los Latinos, la naturalización ha aumentado antes de las elecciones de 2016. Si la Comisión de Trump utiliza los datos dice que quiere utilizar, apuntará a este grupo de ciudadanos con falsas acusaciones de votación ilegal. Debemos luchar contra las purgas de estos votantes, porque en América, se supone que no hay dos clases de la ciudadanía, independientemente de lo que cree que el Presidente actual.
Katherine Culliton-González, Abogado Senior de Demos (@KathyCullitonGZ @Demos_Org)
Recibe gratis las noticias más importantes y más leídas diariamente en tu email