A la pregunta de, “¿cómo estás?”, Lila Downs no pudo responder “bien”. Las cosas en una de sus dos patrias –esta vez en México–, no están como para presumirse. Así que la cantante mexicoamericana no pudo más que soltar un lacónico, “Aquí, ‘tristeando'”.
Y es porque la gente de Oaxaca, donde ahora tiene su residencia, la está pasando mal luego del terremoto que sacudió una parte de ese estado del sureste mexicano. Y aunque ella vive en la capital –que también se llama Oaxaca–, donde los daños no fueron mayores, sí le afecta que muchos de sus paisanos hayan quedado en la calle o que sus casas estén tan dañadas que ya no se puedan habitar.
“Pero pues ni modo, a fajarme y a seguir en el tour”, dijo resignada la intérprete, que estará recorriendo varios teatros de Estados Unidos como parte de la promoción de “Salón, lágrimas y deseo”, su álbum más reciente.
Pero antes de este recorrido, Downs hizo cuanto le fue posible para ayudar a sus hermanos oaxaqueños afectados. En cuanto se dio cuenta de la dimensión del terremoto llamó a amigas cantantes y a otras intérpretes que también son de Oaxaca para invitarlas a ofrecer un concierto y donar las ganancias a organizaciones que ayudan a las víctimas.
Así fue como se solidarizaron mujeres como Aída Cuevas, Eugenia León, Susana Harp y Tania Libertad.
El grupo logró recaudar unos 270 mil dólares que serán entregados a organizaciones no gubernamentales para ser distribuidos en las comunicadas zapotecas y mixtecas afectadas.
“Fue muy rápido [la organización], pero le metimos riñón porque tuvimos cuatro días para llenar un teatro de 12 mil personas, cosa que no es nada fácil”, dijo.
Pero aún así, con todo y su pesar, Downs ofrecerá su único show en Los Angeles, el viernes en el teatro Dolby. Pero ni crean que todo será alegría y jolgorio en el concierto. No, porque la música no siempre es así.
“Los conciertos nunca son de completa felicidad. Es el motivo de poder cantar las penas, la melancolía, la tristeza de nuestra gente”, advirtió Downs. “Hay que festejar la vida y recordar a los difuntos; hay que darles un rostro. Es una labor que por medio de la música podemos reflexionar”.
El nuevo disco, como hecho a propósito, es un tributo a esa nostalgia que dejaron los salones de bailes de los años 40 y 50, sin faltar los temas dedicados a los “haters”.
“Siempre hay gente que odia, y esto es una lección de la belleza de Latinoamérica, de nuestras costumbres, de nuestra música”, dijo.
En detalle
Qué: Concierto de Lila Downs
Cuándo: viernes, 8 pm.
Dónde: Teatro Dolby, 6801 Hollywood Blvd., Los Angeles
Cómo: boletos $4o a $90; informes (323) 308-6300 y dolbytheatre.com
