Lucha contra la inmigración ilegal y pandillas protagoniza contienda por gobernador en Virginia

El demócrata Ralph Northam y el republicano Ed Gillespie tienen visiones opuestas

La campaña de Ed Gillespie está relacionada con el discurso contra inmigrantes de Trump.

La campaña de Ed Gillespie está relacionada con el discurso contra inmigrantes de Trump. Crédito: Captura video camapaña

WASHINGTON.- La lucha contra las pandillas y la inmigración ilegal ha protagonizado, de principio a fin, la reñida contienda por gobernador en Virginia que, a menos de un mes de las elecciones, también ha generado una dura guerra mediática entre el vicegobernador demócrata, Ralph Northam, y su rival republicano, Ed Gillespie.

En su tercer y último debate, anoche en la Universidad de Virginia, Northam y Gillespie ofrecieron visiones radicalmente distintas para el futuro del estado, un bastión republicano que el presidente Donald Trump perdió en 2016 y donde sigue teniendo bajos niveles de popularidad entre los votantes.

Nacido en New Jersey de padres irlandeses, Gillespie es un reconocido cabildero y figura clave del “establishment” republicano, y cuenta con el respaldo de Trump. Ese apoyo, a juzgar por las encuestas de opinión, le ha servido de poco para reducir la leve ventaja que tiene en estos momentos Northam, médico de profesión.

Las elecciones locales y estatales en Virginia serán el próximo 7 de noviembre y las encuestas le dan una leve ventaja a Northam.

Una encuesta de la Universidad Christopher Newport le dio ayer lunes una ventaja de siete puntos porcentuales sobre Gillespie, aunque también señaló que el combate contra la inmigración ilegal encuentra apoyo entre una tercera parte de los votantes republicanos.

Aunque el debate de anoche se centró en el desarrollo económico del estado, especialmente en zonas rurales y zonas que han perdido empleos en las minas de carbón, Gillespie siguió el conocido libreto republicano contra los demócratas, al calificar a Northam como blando en temas de inmigración y cuestionar su postura en torno a “ciudades santuario”.

Es que Trump ha querido vincular el problema de las pandillas a la contienda, considerada la más importante este año, porque sirve de referéndum a su gestión presidencial y de barómetro para los comicios legislativos de2018. De hecho, Virginia es uno de los estados en la mira de la campaña de reelección de Trump para 2020.

El fiscal general, Jeff Sessions, ha destacado dos localidades de Virginia que, a su juicio, no cooperan plenamente con los agentes federales en la lucha contra los inmigrantes ilegales, pero en el estado no hay “ciudades santuario”, un hecho que la campaña de Gillespie ha omitido.

Gillespie retomó el tema de las pandillas  anoche, al acusar a Northam de poner en riesgo la seguridad ciudadana en Virginia debido a la presencia de la pandilla “MS-13”.

“No podemos permitir el establecimiento de ciudades santuario, y usted ni siquiera puede decir que las va a prohibir después del hecho, y eso es preocupante”, argumentó Gillespie, expresidente del Comité Nacional Republicano (RNC).

Northam afirmó que apoya a las autoridades policiales del estado y les dará los recursos que necesitan pero que Virginia no tiene “ciudades santuario”, aunque no precisó si firmaría una legislación futura contra esas jurisdicciones.

El gobernador demócrata, Terry McAuliffe, vetó una ley estatal que buscaba sancionar las inexistentes “ciudades santuario” en Virginia, y Northam ha criticado que Gillespie recurra a las tácticas de miedo de la Administración Trump para sumar votos.

Guerra mediática

En las últimas semanas, ambas campañas han inundado de anuncios las estaciones de televisión en el área de Washington y de Richmond, capital del estado, en los que Gillespie ha querido pintar a Northam como un aliado de los “inmigrantes ilegales”.

Lo curioso de los ataques de Gillespie contra Northam  en anuncios y panfletos, según observadores, es que él mismo había advertido en 2006 que el Partido Republicano no podía darse el lujo de convertirse en un “partido anti-inmigrante”, o de lo contrario arriesgaría una mayor erosión del voto hispano.

Grupos partidarios de Northam han salido a su defensa y, hoy mismo, el grupo  “Latino Victory Fund” (LVF),  lanzó un nuevo anuncio de un minuto en español en el que urge a los votantes latinos a que salgan a votar “no al odio” y “no a los insultos hacia los inmigrantes”.

“No al miedo, no a las familias destruidas, y no a los esfuerzos de Donald Trump y Ed Gillespie de dividirnos”, señaló el anuncio, que fue adelantado a este diario.

El anuncio también ensalza las candidaturas de varios candidatos hispanos locales y estatales.

Según datos oficiales, los hispanos conforman el 9,1% de la población en Virginia, y el 4,6% de los votantes, aunque la cifra ha aumentado paulatinamente en la última década.

En declaraciones a este diario Cristóbal J. Alex, presidente de LVF, señaló que, pese al ataque de Charlottesville (Virginia) a manos de un supremacista blanco, Gillespie “decidió copiar la retórica de odio de Donald Trump” y ha atacado a la comunidad hispana “con mitos y mentiras”.

“No nos extraña que Trump haya expresado su apoyo a Gillespie y a sus esfuerzos para demonizar a los inmigrantes… no vamos a dejar que la campaña de Gillespie trate de dividir a nuestra comunidad, y con este comercial, le pedimos a los residentes de Virginia que salgan a votar en contra de estas tácticas racistas y voten por candidatos que los respeten”, puntualizó Alex.

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