Conserjes violadas, asaltadas y acechadas en el lugar de trabajo quieren ser entrenadoras en acoso sexual
Sigue la campaña para combatir la violencia sexual en California; la ley AB1978 entra en vigor este año

01/16/18 /LOS ANGELES/ (left to right) Janitor and sexual assault victims Martha Mejia,ÊAnabella Aguirre and Georgina Hernandez discuss the risks female janitors face while working alone at night in empty buildings. Georgina was part of a campaign that pressured Governor Jerry Brown to signed AB 1978, a landmark bill to protect women from sexual assault. (Photo by Aurelia Ventura/La Opinion) Crédito: Aurelia Ventura | Impremedia/La Opinión
Las mujeres conserjes que fueron víctimas de acoso, violaciones y acecho en el lugar de trabajo por parte de sus supervisores en Los Ángeles, y que inspiraron las leyes en California para prevenir el robo de salarios y la violencia sexual en el empleo, van a impulsar una ley para que las sobrevivientes puedan certificarse como entrenadoras en la prevención de estos males.
“Qué mejor que nosotras que hemos vivido estos abusos”, dijo Georgina Hernández. “Nosotras desde dentro queremos entrenar a nuestros compañeros y compañeras para prevenir el acoso, el asalto sexual y las violaciones. Y en caso de estarlo viviendo, enseñarles cómo y dónde denunciar”, agregó la mexicana que ha sido conserje por siete años, y víctima de una violación por parte de su supervisor.
Después de lograr que el gobernador Jerry Brown hiciera ley la medida SB588 para combatir el robo de salarios en California en 2015; y la AB1978 el año pasado que obliga a los empleadores a dar entrenamientos mandatorios y planes de prevención contra la violencia sexual, las conserjes quieren ahora impulsar una medida legislativa para que ellas sean las entrenadoras, y no los departamentos de recursos humanos de las empresas de limpieza.

Hernández contó a La Opinión que cuando recién vino de Puebla, México fue violada en repetidas ocasiones por su supervisor en un hotel de Marina del Rey donde trabajaba como conserje. “Yo me quedé callada porque mi supervisor me tenía amenazada con hacerle daño a mi hija. Él sabía donde vivía y se atrevió a mandarme una carta por correo donde me decía que me iba a desaparecer”, dijo conmovida hasta las lágrimas al recordar la traumática experiencia.
Cuando se atrevió a hacer la denuncia a la policía, la empresa despidió al hombre y a ella.
Esta inmigrante volvió a ser acosada años más tarde por otro supervisor que le ofreció 500 dólares por pasar la noche con él. “’La vamos a pasar muy bien’, me dijo cuando me fue a buscar a mi propia casa”, recordó.

La violencia sexual contra las mujeres conserjes se da principalmente por parte de supervisores y compañeros de trabajo. “Es facilitado porque ellas trabajan turnos que comienzan a las seis de la tarde y terminan a las dos, tres de la mañana”, precisó Sandra Díaz, vicepresidenta y directora de políticas del Sindicato Internacional de los Trabajadores de Servicios (SEIU USWW).
En base a entrevistas que hicieron a 5,000 conserjes en 2015, descubrieron que dos terceras partes han sido víctimas en algún momento de acoso, asalto o violación sexual en el lugar de trabajo.
“Muchas veces nos quedamos calladas por miedo a perder el empleo, por necesidad y porque muchas son inmigrantes sin documentación”, dice Hernández.
Muchas veces los abusadores están aprovechándose de varias conserjes al mismo tiempo. “El supervisor que a mi me violó, le estaba haciendo lo mismo a otras tres conserjes”, agregó.

Acosadores no se detienen ante nada
Martha Mejía, quien lleva 13 años como conserje dijo que los supervisores acosadores no se detienen ante nada. “No les importa si eres gordita, delgada, mayor de edad o madre. Yo soy una mujer madura y durante un tiempo tuve que sufrir el acoso de mi supervisor, un hombre de 20 años”, comentó.
“Me llegaba de repente al trabajo. Me decía que yo le gustaba, que quería abrazarme. Me seguía en su carro. Llegó a decirme que yo ganaba muy poco, y que él me podía dar lo que me pagaban a cambio de que aceptara que me visitara una vez a la semana a mi casa. Días después de reportarlo a Recursos Humanos me despidieron sin explicación alguna”, cuenta.
Anabella Aguirre, una guatemalteca que lleva 18 años como conserje, fue abusada sexualmente por su supervisor cuando recién llegó al país.

“Empezó por apagarme la luz en el piso donde yo trabajaba. Después me tocó los senos. Yo le dije que no, que yo iba a trabajar, que no iba a buscar novios. Me contestó, ‘quién te dijo que yo quiero una novia’. Y me advirtió que si quería mi trabajo, iba a hacer lo que él quisiera. Siguió molestándome hasta que un día me aventó a una silla de dentista cuando estaba limpiando y me abusó”, relató entre lágrimas.
“Esa noche no supe para dónde ir. Tenía tres hijos en Guatemala que mantener. A su papá lo acababan de matar. Cuando amenacé al supervisor con quejarme, me dijo ‘¿a quién crees que le van a creer?’.
“Nunca lo reporté. Al supervisor lo corrieron cuando trató de abusar de una inquilina del edificio”, contó.
Díaz, del SEIU, dijo que la nueva ley AB1978 que entrará en vigor en julio exigirá que todas las compañías de limpieza se registren en el estado de California y demuestren que siguen las reglas. Deberán también empezar a dar folletos para que las conserjes conozcan sus derechos.

“En una segunda fase, a partir de enero de 2019, estarán obligadas a dar entrenamientos sobre violencia sexual a más de 100,000 conserjes en el estado. La meta es que las trabajadoras mismas que han vivido ese abuso, y que ya hemos estado entrenando, sean responsables de dar los entrenamientos, y de evaluar si ha habido cambios y dar seguimiento. Lo que queremos es que si no ha cambiado nada, esas compañías ya no puedan operar y no puedan recibir una licencia”, expuso.