¡Las calles son del pueblo! ¿El pueblo dónde está? ¡El pueblo está en las calles exigiendo libertad! gritaba a todo pulmón Marú Galván durante la marcha “Mantengamos el Sueño Vivo” para exigir una solución legislativa que proteja a los dreamers sin que se ponga como condición apoyar la construcción del muro en la frontera o dañar a otros inmigrantes.
Galván, madre de dos hijas beneficiarias de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), iba al frente de la marcha que salió este sábado del bulevar Westwood en el oeste de la ciudad de Los Ángeles rumbo al edificio federal, unas cuadras más adelante.

¡Familias unidas jamás serán vencidas! ¡Dreamers unidos jamás serán vencidos! continuaba gritando mientras cientos de manifestantes, entre padres y jóvenes la seguían a coro y caminaban alzando pancartas y mantas que decían “Dream Act Now (Acta de los Sueños Ahora) y Clean Dream Act (Acta de los Sueños Limpia).
La movilización fue organizada por la Coalición por los Derechos de los Inmigrantes (CHIRLA) y la Red de Soñadores de California (CND) y patrocinada por Undocumedia y SEIU 2015
Ana, una inmigrante peruana de 17 años a quien sus padres trajeron a California cuando tenía tan solo 4 años, confesó sentir miedo a una deportación y de separarse de un país al que considera su casa.
“A veces hay noches en las que no puedo dormir. Pero me conforta saber que tenemos el apoyo de organizaciones como CHIRLA y el California Dream Network”, comenta.
Esta joven estudiante de secundaria se benefició con DACA a los 15 años. “Necesitamos una solución ahorita. Las vidas de los soñadores no deben ser usados como un instrumento de negociación. Nuestras vidas son humanas. No somos ilegales”, exclama.



Tiempo de tomar acción
En menos de una semana, el Congreso y la Casa Blanca enfrentan otro posible cierre del gobierno si no se ponen de acuerdo en un legislación que proteja a los soñadores. En enero pasado, más de tres docenas de demócratas votaron a favor de aprobar una ley de gastos para reabrir el gobierno después de que el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell prometió presentar el Dream Act, una legislación bipartidista del Dream el 8 de febrero justo el día límite para aprobar el plan de gastos.
La Casa Blanca ha sido insistente en demandar que el proyecto de ley del DACA incluya el muro fronterizo con México, poner fin a la lotería de visas y a la cadena de migración que permite la reunificación de familias.



Angélica Salas, la líder de CHIRLA lamenta que los congresistas hayan prometido una solución a los jóvenes DACA, y estén alargando y posponiendo una decisión. “Deben entender que estos muchachos son seres humanos”, dice.
Critica que a cambio de apoyarlos, se ponga como condición que se construya el muro en la frontera que casi cuesta 30,000 millones de dólares, 5,000 millones son para detenciones y deportaciones.
“Es una negociación que se tiene que rechazar. Regrésenles su estatus migratorio a los DACA, dénles oportunidad de estar en país”, urge.
Y precisa que marcharon al edificio federal de Los Ángeles para hacer un llamado a los gobernantes a que hagan su trabajo de manera justa. “Es inaceptable lo que están haciendo para el inmigrante y el pueblo americano”, señala.



Claman por solución permanente
Kathia, recién graduada de la carrera de sociología, es una joven DACA de 26 años que llegó al país de la mano de sus padres cuando tenía 11 años de edad.
“Mi permiso se va a vencer pronto y necesitamos que el Congreso y el presidente nos dé algo permanente a mí y a los jóvenes que como yo nos hemos graduados de universidades en Estados Unidos. Lo único que queremos es trabajar para poder ayudar a nuestras familias”, sostiene.
Kathia reconoce sentirse frustrada y enojada. “El presidente no tenía que haber quitado este programa. No causaba ningún mal a este país. En cambio muchos jóvenes contribuían de una manera sana a la economía de este país”, afirma
Si bien reconoce que se siente feliz que una corte federal haya ordenado que continúe DACA y se renueven solicitudes, considera que no les va a permitir renovar a muchos.
“Y entendemos que esa decisión de reinstalar el programa, la pueden quitar en cualquier momento. Necesitamos que los republicanos tengan el valor de hacer lo que es bueno, que se toquen el corazón y nos den el Dream Act”, dice esta joven quien trabaja con estudiantes de secundaria.



Apoyo como nunca antes
Denea de 23 años quien vino de Belice a los 15 años de edad, dice que DACA le ayudó mucho durante sus años en UCLA y le dio muchas oportunidades.
“Es caótico todo lo que está pasando. Necesitamos una solución a largo plazo. Hemos esperado por mucho tiempo. Nos dicen que hagamos fila pero no hay fila. Nuestras comunidades necesitan un camino a la ciudadanía para no tener que enfrentar detención, deportación y separación de familias”, indica.
Y recuerda que desde el 5 de septiembre cuando el DACA fue eliminado por el presidente Trump, 17,000 jóvenes han perdido su estatus, 122 por día.



“Me siento preocupada por los miembros de mi comunidad porque no sabemos que nos va a traer el siguiente día pero al mismo tiempo, me siento con esperanzas y optimista”, dice.
¿La razón? Nunca habíamos estado en el punto de que el 80% de la población estadounidense apoye el Dream Act. “Necesitamos capitalizar la solidaridad colectiva que estamos teniendo de nuestra comunidad y del país para conseguir un camino hacia la ciudadanía este año”, expresa.