Su hijo cuadripléjico la salva de la deportación…por el momento

El 13 de febrero, ICE le detuvo a otro de sus hijos, y lo deportó el mismo día; ahora ella está en la mira de las autoridades de migración

La mexicana MarÍa del Rosario Pineda (d) junto a su hijo Miguel Martínez (c), y su otro hijo, Anthony Martínez (2-d), en las oficinas del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) de Los Ángeles. Un joven con una parálisis total de su cuerpo se presentó hoy en las oficinas del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) de Los Ángeles para pedir a las autoridades federales que detengan la inminente deportación de su madre. (EFE)

Su madre MarÍa del Rosario Pineda fue deportada en septiembre Crédito: EFE | EFE

María del Rosario Pineda Reyes está al borde de un ataque de nervios. A uno de sus hijos le hicieron una deportación exprés este mes, y ella se salvó de ser detenida porque tenía bajo su cuidado a su nieto autista cuando llegaron a su casa los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Pero si bien no la arrestaron, el ICE la tiene bajo la lupa y la obligaron a reportarse continuamente a sus oficinas.

“Estoy muy estresada y muy cansada. No he robado. No he matado a nadie. Es injusto lo que ICE le hace a las madres. Solo estoy ayudando a mis hijos”, dice Pineda soltando el llanto.

Esta madre ha pasado el mes de febrero más duro de sus 55 años de vida.

El 13 de febrero el ICE detuvo a su hijo Ernesto Martínez, de 34 años, cuando salía para su trabajo en el estacionamiento de su departamento en Anaheim.

Su arresto fue parte de un operativo de ICE  mediante el cual lograron capturar a 212 inmigrantes en el sur de California la semana pasada.

“Mi hijo tenía 31 años de vivir en el país de manera indocumentada. Es padre de un niño autista de 11 años, y un hijo de 17 años que aquí nacieron. Ese mismo día que lo detuvieron, lo amenazaron y lo deportaron a México. Lo tratan a uno peor que un delincuente”, narra entristecida la progenitora.

“Después de detenerlo al salir de la casa, vinieron a tocar la puerta. En su inocencia, mi nieto que es autista les abrió . Yo me pusé muy mal, casi histérica cuando vi a los agentes de migración parados dentro de mi casa. No me detuvieron, dijeron, porque tenía a mi cuidado a mi nieto, pero me dieron orden de deportación. Me hicieron firmar unos papeles que yo no entendí porque no hablo bien inglés”, señala.

Pineda dice que no le han dado una fecha de salida, pero cada semana la citan en las oficinas de ICE.

Sola al cuidado de sus hijos

Es viuda y madre de tres hijos, Ernesto al que deportaron a México; Miguel es el mayor y tiene 36 años, y Anthony, el menor. Anthony es el único que nació en Estados Unidos. Ella emigró de la ciudad de México a Los Ángeles junto con su esposo hace 38 años. Pero su marido y padre de sus hijos murió hace siete años.

“Lo que más me preocupa de una deportación es mi hijo de 36 años que hace tres años quedó cuadripléjico tras un accidente automovilístico contra un camión del Ejército. Entre yo y su esposa lo cuidamos. Muchas veces yo más porque con la situación de su esposo, a mi nuera le han venido ataques de ansiedad y depresión, explica.

Miguel, que es residente permanente, sufrió un accidente automovilístico en agosto de 2014 en el que estuvo involucrado un camión del ejército estadounidense.

“Mi hijo se accidentó cuando su esposa tenía siete meses de embarazo. Los doctores querían desconectarlo porque decían que mi hijo ya no tenía remedio pero ella se opuso por sus creencias religiosas. Mi hijo quedó cuadripléjico. Su cabeza está bien. Puede hablar, pero no puede mover su cuerpo”, detalla su madre.

Ella tiene una orden de deportación previa de una ocasión cuando decidió ir a México a ver a sus padres enfermos. “Cuando regresé, me pescó la Migra y me dio orden de deportación”, admite.

Pineda externa que ha sufrido mucho con la deportación de su hijo Ernesto, y la amenaza que se cierne sobre ella de que será deportada. “Lo único que me detiene es mi hijo mayor con discapacidad. Él es residente permanente de Estados Unidos, pero no recibe terapias. Yo soy su apoyo”, asegura.

La dejan aquí…por ahora

A la última cita que Pineda tuvo con ICE esta semana la acompañó su hijo discapacitado para pedir a las autoridades que no deporten a su madre.

“Quiero que comprueben que yo necesito de los cuidados de mi mamá, que le den una oportunidad de quedarse”, dijo el joven al salir de la audiencia con su madre, según reportó la agencia de noticias EFE.

“Si tengo que ir todos los días, yo voy a ir. Espero que el oficial entienda que necesito a mi mamá, que no es mi culpa que yo esté en este estado y que no quiero volverme una carga más para este país”, mencionó Miguel.

La madre se ha mudado de Anaheim a Victorville, en el condado de San Bernardino, para estar con su hijo y cuidarlo.

Lo único que consiguieron en la cita con Migración de esta semana fue cambiar el expediente a una oficina del ICE más cercana a su residencia.

Dijo a La Opinión que ha visto al menos a tres abogados en busca de ayuda pero no ha encontrado apoyo. “Unos me dicen que me entregue, que la deportación es inevitable; otros me piden que me esconda; algunos solo me quieren sacar dinero sin dar ninguna opción. Mi hijo deportado a México pudo haberse beneficiado con DACA, – la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia- pero nos faltó información”, comenta desesperada.

La Opinión está a la espera de una respuesta de ICE sobre el caso de Pineda Reyes.

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