Las cuencas de California son la clave de las dificultades de los recursos del estado

SAN FRANCISCO — Cuando Juliana González explica a sus vecinos lo que es una cuenca, a menudo arruga una hoja de papel hasta formar una pelotita y luego la aplana con una pequeña cresta por la mitad. Entonces mete la punta del dedo en un vaso de agua y deja que una sola gota escurra por la página.

“Esa cresta es lo que se llama la divisoria de aguas”, dice, “y significa que cuando llueve el agua irá por un lado o el otro. Donde quiera que vaya esa agua, se acumule y se drene, es lo que se llama cuenca”.

González es la directora ejecutiva de The Watershed Project, una organización sin ánimo de lucro que trabaja para animar a los residentes de Richmond, una ciudad principalmente de inmigrantes y clase obrera, a participar en temas locales de la cuenca.

Ella se encuentra entre activistas del movimiento político comunitario que trabajan para movilizar a diversas comunidades en cuanto a algunos temas medioambientales urgentes de California, desde la calidad del agua y el aire a la conservación de recursos y la falta de espacios verdes.

“Tomamos cosas como la infraestructura de aguas pluviales, inundaciones locales, cosecha de agua de lluvia, jardinería…y las usamos como nuestros vehículos para animar a la participación”, dijo González. “Desarrollamos programas que hacen que los residentes se sientan parte de la solución”.

Los expertos dicen que el cambio climático hace más crítica que nunca la necesidad de soluciones locales. Pero González confiesa que hay dificultades, incluyendo la educación de los residentes acerca de la conexión entre la salud de la cuenca local y la salud de su propia comunidad, y la garantía de que ellos tengan voz en cómo se gestiona esa cuenca.

Las cuencas son delimitaciones geográficas y definen las áreas de terreno donde cae el agua de lluvia que va a parar a grandes masas de agua, como los lagos o el mar. Lo que pasa en una parte de la cuenca impactará necesariamente en la calidad del agua, el aire y la tierra de la otra.

Según la U.S. Environmental Protection Agency (Agencia de protección del medioambiente de los EUA), el enfoque de la cuenca ofrece “la manera más efectiva” de solucionar algunas de las dificultades más duras en cuanto a los recursos de California. A nivel local, también es una manera clave de abordar temas fundamentales que impactan en comunidades vulnerables.

Mike Antos, gerente de Santa Ana Watershed Project Authority, Autoridad del proyecto de la cuenca de Santa Ana, (SAWPA por sus siglas en inglés), que atiende partes de los condados de Riverside, Orange y San Bernardino. SAWPA está en su primer año de un programa de tres años que se ha puesto en marcha en todo el estado para identificar y volver a participar con comunidades de alta necesidad acerca de planificación y gestión de recursos. SAWPA hasta ahora ha investigado maneras de asegurar el acceso a agua limpia para los residentes indocumentados de partes no incorporadas del Condado de Riverside, así como la población creciente de los sin techo de la región.

Pero Antos dice que para todos los problemas, “el acceso a la toma de decisiones es lo que hace más falta”.

Destacó que “en nuestra región, las dificultades están en las decisiones que se toman sobre cómo se gastan los dineros públicos [asignados a la gestión de recursos], y que estas comunidades no son una parte de estas conversaciones”.

Antos también dice que durante las etapas de planificación, las agencias muy a menudo son capaces de descartar la pericia y experiencia de los residentes locales — considerando sus necesidades y deficiencias, mientras ignoran los puntos fuertes que aportan a los esfuerzos de conservación.

Es un sentimiento que comparte González. “Vengo de una formación en ciencias … pero reconozco las limitaciones de mi propia experiencia aquí, y valoro la de la gente que ha estado aquí más tiempo y que ha visto el flujo y reflujo de la cuenca local”, dice.

González señala un éxito recién logrado, parte del proyecto Richmond Greenway que culminará en un camino peatonal y ciclista de tres millas por la ciudad. “Hemos adoptado muchos sitios a lo largo de este corredor del ferrocarril que será un camino peatonal … será un lugar genial para un nuevo parque, y también soluciona muchos de los problemas locales de inundaciones en esa vecindad”.

Tamika Butler está asociada con Los Angeles Neighborhood Land Trust (LANLT, por sus siglas en inglés), que trabaja para aumentar el acceso a espacios verdes en comunidades de bajos ingresos en diferentes partes de Los Ángeles.

“Construimos parques, somos dueños de algunos parques … también hacemos trabajo como defensores de políticas, y tenemos programas de desarrollo de liderazgo”, dice Butler, que hace poco tomó el mando de LANLT después de varios años gestionando la Los Angeles County Bicycle Coalition.

Los parques urbanos forman una parte clave de la infraestructura de la gestión de agua del Condado de Los Ángeles. Al ayudar a retener y filtrar más aguas pluviales, los parques pueden ayudar a aliviar los problemas de las inundaciones locales y la contaminación de la costa, temas que impactan de manera desproporcionada en las comunidades de bajos ingresos de la zona.

Pero como González, Butler dice que la participación comienza escuchando las preocupaciones de los residentes, que tienden a girar alrededor de cosas como la seguridad pública, la vivienda y los indigentes.

“La seguridad pública es un gran tema, sentirse seguro en el parque”, explica, como lo es el de la vivienda asequible. “Agregar un parque a la comunidad ayuda a los valores de la propiedad, y con la vivienda casi a niveles de crisis, es un tema recurrente”, dice Butler.

Butler dice que su personal usa estas conversaciones para hacer conexiones con temas de conservación más amplios. “Parte de lo que estamos haciendo es ayudar a la gente a ver los nexos y hablar de los problemas de manera que sean tangibles a los vecinos de la comunidad, de manera que se puedan identificar con ellos”.

Y eso es muy serio, dice González, si California espera lograr un futuro más sostenible. “Cuidar los recursos locales”, enfatiza, “requiere el reconocimiento de todas las voces”.

Esta historia fue producida como parte del 2018 Watershed Fellowship de UCLA para Ethnic Media.