Recorrido busca conocer de cerca el drama del desamparo en L.A.
Integrantes de la organización PATH distribuyen ayuda y aseguran que la Medida H va viento en popa
“Muchas gracias”, fue lo que Héctor Jiménez le dijo a un grupo de personas que esta semana se le acercó para entregarle un paquete con artículos de higiene y algunas botanas. Una charla corta pero amena para saber acerca de su situación sin abrumarlo acompañó el momento.
“Yo trabajaba en la construcción haciendo mármol, cemento, todo eso… Luego bajó el trabajo, la economía y perdí todo”, dijo este hombre, quien desde hace más de tres años ha vivido en las calles del Este de Los Ángeles.
Sentado en el parque Hollenbeck, cerca de la calle 4th y Saint Louis en Boyle Heights, Héctor de 48 años de edad, aseguró que a él le gusta esa área “porque todos me conocen…. Yo vivía por aquí cerquita”, agregó.

Al otro lado del parque, cerca de la Autopista 5, se encontraba otro grupo de indigentes que también recibió paquetes de artículos gratuitos por parte de los miembros de People Assisting The Homeless (PATH), una organización sin fines de lucro que tiene como objetivo terminar con el desamparo.
“Entregarles los artículos es un acercamiento para comenzar una conversación”, dijo Jesús Torres, director asociado del equipo de Relaciones Comunitarias (outreach team) del área central de PATH.
“Algunos toman [los artículos] y cuando les ofrecemos servicios la mayoría dice que no pero les decimos que está bien, que luego regresamos”, señaló. “No forzamos los servicios, vamos al paso de ellos”.
En el grupo de desamparados, a Braulio Campos se le veía interesado en la ayuda. El inmigrante mexicano, de 45 años de edad, dijo que lleva unos tres o cuatro meses viviendo al lado de la autopista.

“Se me acabó el trabajo y me quedé en la calle. Es la primera vez que me pasa esto”, cuenta. “Se siente feo. Antes yo recibía a mis amigos en mi casa y ahora tengo que ir a la casa de otros amigos para que me echen la mano para bañarme”, aseguró.
Campos recalcó que su principal necesidad más que un techo dónde dormir es un empleo. “Todos necesitamos el jale [trabajo]”, agregó.
El conteo de personas sin hogar de 2017 demostró que hay más de 7,000 desamparados en el área central de Los Ángeles —que incluye a Boyle Heights— con un 27% de origen latino.
El representante de PATH dijo que es común ver a los desamparados cerca de las comunidades donde alguna vez tuvieron un hogar.
“Escogen estos lugares porque conocen la zona. A veces hay personas que encontramos y están viviendo cerca de donde fueron desalojados. No se van a ir a Skid Row o a Hollywood donde no conocen”, recalcó Torres.
A un año de la medida H
En el primer aniversario de la Medida H, que fue aprobada en marzo de 2017 y tomó efecto en octubre, el impuesto de un cuarto de centavo a las ventas ya muestra sus frutos, explican miembros de PATH.
El impuesto fue aprobado por los votantes del condado de Los Ángeles con el fin de recaudar cerca de 355 millones de dólares al año en una década, con la finalidad de ayudar a las personas sin hogar a pasar de las calles a viviendas asequibles.

Y es por medio de los equipos de Relaciones Comunitarias, o grupos de alcance, como los que tiene PATH, que se crea una línea de comunicación directa y amistosa con los desamparados para conocer sus necesidades.
El personal de este grupo se ha cuadruplicado gracias a los fondos de la Medida H, indican sus representantes, y hoy cuentan con 600 trabajadores divididos en 38 equipos de alcance que recorren vecindarios en todo el condado angelino.
Ayuda disponible
Los servicios de PATH brindan el apoyo necesario para que las personas y familias sin techo se muden de las calles a un hogar. Sus servicios de apoyo son fundamentales para garantizar que las personas a las que sirven no solo puedan mudarse a viviendas permanentes, sino que permanezcan en hogares a largo plazo, explica su página web.
Torres dijo que entre los servicios figura el refugio de crisis para quienes necesitan un lugar de emergencia para dormir.
“Ahí aceptamos hombres, mujeres y personas transgénero que pueden quedarse hasta 90 días y después vemos si extendemos el tiempo o los colocamos en una vivienda”, dijo el representante de PATH.
La reubicación de vivienda rápida es para quienes desean recuperar un hogar lo más pronto posible o para quienes están a punto de perder sus hogares.

“PATH les ayuda a pagar algunos meses de renta hasta que se recuperen y/o hablan con los dueños de apartamentos para que les alquilen a los exdesamparados y se comprometen a pagar sus rentas”, agregó.
Una gran parte de los servicios que se ofrecen están disponibles a todas las personas sin importar su estatus legal, recalcó Torres.
“Tal vez se reducen las oportunidades de algunos programas que piden el Seguro Social pero sí se les puede ayudar”, explicó y añadió que los inmigrantes indocumentados quedarían fuera de los programas de ayuda federal..
Para los interesados en saber más acerca de los servicios de PATH visite: http://www.epath.org/site/PATHServices/home.html