Administración Trump restablece sanciones contra Irán

Trump ha dicho que está dispuesto a reunirse sin "condiciones" con el presidente iraní, Hassan Rouhani

El presidente Trump firmó el memorando de salida de EEUU de acuerdo nuclear sobre Irán en mayo de 2018.

El presidente Trump firmó el memorando de salida de EEUU de acuerdo nuclear sobre Irán en mayo de 2018. Crédito: whitehouse.gov

WASHINGTON — La Administración Trump anunció este lunes el restablecimiento de sanciones punitivas contra Irán con el objetivo de sofocar sus fuentes de financiación del terrorismo, aunque éstas no cuentan con el apoyo de China y la Unión Europea.

Se trata de la primera ronda de sanciones desde que el presidente Donald Trump anunció el pasado 8 de mayo la salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán de 2015, pese a que el mandatario también ha dicho que está dispuesto a reunirse sin precondiciones con el presidente iraní, Hassan Rouhani.

Trump dijo en un comunicado que  “los individuos y entidades que no reduzcan sus actividades con Irán se arriesgan a severas consecuencias”.

Según Trump, el acuerdo de 2015 no sólo no bloqueó a Irán los caminos para desarrollar una bomba nuclear sino que ese país ha incrementado su agresión y ha usado los fondos que ha recibido para construir misiles con capacidad nuclear, financiar el terrorismo, y fomentar conflictos en Medio Oriente y otros lugares.

Poco antes, durante una conferencia telefónica con periodistas, fuentes de la Administración Trump, que pidieron el anonimato, indicaron que las sanciones, contenidas en  una orden ejecutiva, forman parte de una presión financiera “sin precedente”, para asfixiar los recursos que utiliza Irán para financiar al terrorismo y su programa nuclear, que “amenazan la paz y estabilidad en la región”.

Según los funcionarios, a la Administración le complace que cerca de un centenar de empresas internacionales han anunciado su intención de abandonar el mercado iraní, particularmente los sectores financiero y energético.

El objetivo no es causar un “cambio de régimen” en Teherán sino “modificarlo” y exigir que Irán cese de “exportar revoluciones en el Medio Oriente”, precisaron las fuentes, al insistir en que no están alentando al pueblo iraní a que se levante contra su gobierno.

“Sólo estamos apoyando los derechos humanos y las oportunidades económicas que (los iraníes) merecen”, enfatizaron.

En concreto, las sanciones que entrarán en vigor esta medianoche están dirigidas contra diversos sectores de la economía iraní, incluyendo las industrias automotriz, de acero, oro y otros metales preciosos, y carbón. A partir del próximo 5 de noviembre, entrarán en vigor las sanciones contra el sector petrolero y la industria de aviación, y el banco central iraní.

Bajo el acuerdo nuclear de 2015 negociado con la comunidad internacional durante la presidencia de Barack Obama –uno de sus principales logros diplomáticos-, Estados Unidos se comprometió a flexibilizar las sanciones contra Irán, que llevaba décadas de aislamiento por parte de Occidente.

Dentro de ese “Plan de Acción Integral Conjunto” (JCPOA, en inglés) -firmado también por Rusia, el Reino Unido, Francia y China, todos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas-, además de la Unión Europea (UE),  Irán se comprometió a restringir su programa nuclear y someterse a un monitoreo de Naciones Unidas.

Ahora la Administración Trump ha decidido restablecer esas sanciones, en el marco de una campaña para debilitar al régimen de Teherán, y presionarlo a que negocie un nuevo acuerdo nuclear.

“El presidente (Trump) ha sido muy claro: nada de esto es necesario. El se reunirá con el liderazgo iraní en cualquier momento para discutir un verdadero acuerdo integral que contenga sus ambiciones regionales, ponga fin a conducta malévola”, dijo una funcionaria.

No obstante, las sanciones han dividido a la comunidad internacional: Israel y Arabia Saudita concuerdan con el gobierno de Washington de que Irán fomenta el terrorismo, pero aliados de EEUU en la UE se oponen a las nuevas sanciones como también se opusieron a la retirada del acuerdo de no proliferación nuclear.

Varias empresas europeas, particularmente del sector energético, mantienen negocios con Irán, pero tendrían que reducir o cancelar sus operaciones en Irán ante el riesgo de ser blanco de sanciones extraterritoriales de EEUU.

Federica Mogherini, a cargo de la diplomacia dentro de la UE, dijo en una declaración conjunta con las cancillerías de Inglaterra, Francia y Alemania, que ese bloque económico de 28 países tomará medidas para proteger a empresas europeas, y para mantener abiertos “eficaces canales financieros” con Irán.

China, India, Turquía y Corea del Sure figuran entre los principales importadores de petróleo iraní. El gobierno de Pekín, ha dejado en claro que continuará importando petróleo de Irán, además de que seguirá invirtiendo en el sector energético iraní y cooperando con el régimen de Rouhani en proyectos de infraestructura.

Como parte de una escalada de tensiones con EEUU, el gobierno de Irán prevé tomar medidas para bloquear el Estrecho de Hormuz, por donde pasa un tercio de todo el comercio petrolero marítimo en el mundo.

Durante la llamada, los funcionarios se hicieron eco de las declaraciones que hiciera ayer domingo el secretario de Estado, Mike Pompeo, quien señaló que el levantamiento de las sanciones dependería de que Irán “se comporte como un país normal”.

El gobierno de Estados Unidos ha impuesto 17 rondas de sanciones contra 145 individuos iraníes, incluyendo seis en mayo pasado, según las autoridades.

Jamal Abdi, presidente del Concejo Nacional Iraní-Estadounidense, acusó a EEUU de “violar nuevamente un exitoso acuerdo de no proliferación nuclear” y, de paso, hacerle un “grave daño al liderazgo estadounidense en el exterior, y a nuestra capacidad de resolver retos por la vía diplomática, en vez de la militar”.

 “Esto debilita la alianza transatlántica y empuja a Irán aún más a los brazos de Rusia y China, minando la seguridad de EEUU y sus aliados. Estas sanciones amenazarán el cumplimiento de Irán del acuerdo nuclear, y minará las esperanzas de una moderación iraní, lo que perjudicará a la clase media iraní y envalentonará a los extremistas y de línea dura”, advirtió Abdi.

Según Abdi, la Administración Trump no tiene un plan diplomático viable para obtener más concesiones de Irán, y es lamentable que el mandatario estadounidense “esté escuchando a belicistas”, como su asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, y Pompeo.

 

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