En medio de ventas bajas, aprueban entrega de marihuana a domicilio en todo California
Legalización no generó las ventas esperadas de la marihuana en el estado; muchos clientes y dueños de negocios se quejan por altos precios e impuestos

Según GreenEdge, una empresa que vigila las ventas en el país, en 2018 se vendió en California 2,500 millones de dólares en marihuana para su uso recreacional, 500 millones de dólares menos que en 2017 cuando la venta de la droga era para consumo medicinal. (Aurelia Ventura/ La Opinion) Crédito: Aurelia Ventura | Impremedia/La Opinión
Antes del 1 de enero de 2018, David, un residente del condado de Orange, solía comprar la marihuana que consume en donde pudiera encontrarla.
Eso cambió el año pasado cuando – después que los votantes en California votaron a favor de legalizar la venta de marihuana para uso recreacional en noviembre de 2016—nuevas tiendas abrieron en todo el estado ofreciendo la droga de manera legal.
Largas filas se vieron los primeros días en estos locales, antes prohibidos.
“Yo la uso de manera recreativa, a veces es fácil conseguirla y a veces no. Vivo en una zona en donde no es permitido este tipo de negocios y cuando abren uno cierran rapido. Eso obliga a muchos a manejar distancias grandes”, comentó el joven.
En efecto, persuadidos por las promesas de que generaría ingresos fiscales para beneficio del estado, crearía empleos que ayudarían a reducir el desempleo, y que le daría un golpe contundente al mercado negro, los votantes aprobaron la venta de marihuana para propósitos recreativos. De esta manera, California se conviritó en el sexto estado en la nación en permitirlo.
Sin embargo, en el primer aniversario de esa medida, las promesas continúan siendo eso, promesas aun por cumplir, ya que muchas ciudades todavía no permiten el establecimiento de estas tiendas, lo que impide que muchos usuarios tengan acceso a la marihuana.
Según GreenEdge, una empresa que vigila las ventas en el país, en 2018 se vendió en California 2,500 millones de dólares en marihuana para su uso recreacional, 500 millones de dólares menos que en 2017 cuando la venta de la droga era para consumo medicinal.
A nivel nacional, la venta de marihuana en tiendas de Arizona, Colorado, Oregón, y Washington, alcanzó la cifra combinada de 538.5 millones de dólares en octubre de 2018, una reducción del 2.2 por ciento comparado con septiembre del año anterior, pero un incremento del 34.5 por ciento comparado desde enero de 2018, aseveró GreenEdge.

En California, la caída en las ventas se produjo en menos del dos por ciento a medida que el mercado se expandía debido a la concesión de licencias a los nuevos operadores, así como a la disminución de la escasez de suministro, añadió el organismo.
Impuestos y prohibición
Bryce Berryessa, director ejecutivo de La Vida Verde, una empresa que ofrece diferentes productos a base de cannabis, dijo a La Opinión que las ventas no han sido las esperadas ya que han sido sofocadas por los elevados impuestos y a la incapacidad de la mayoría de condados y ciudades para otorgar la aprobación local y permitir así que los dispensarios operen legalmente.
“Las licencias estatales se basan en el control local y la mayoría de las localidades han tardado en adoptar regulaciones de haber optado por subvertir la voluntad de los votantes de California y prohibir por completo las actividades de cannabis” comentó Berryessa.
Asimismo, la promesa de que la legalización le daría un golpe rotundo al mercado negro no ha sido cumplida debido a que es más económico obtener el producto en el mercado negro que en tiendas altamente reguladas, añadió Berryessa.
“Muchas personas que obtienen cannabis del mercado sin licencia lo hacen por dos razones: falta de acceso a tiendas con licencia e impuestos y precios. Muchos californianos todavía no tienen acceso a dispensarios autorizados y como tal, se ven obligados a obtener cannabis por medios ilícitos”, explicó.
“La razón principal por la que las personas con acceso a puntos de venta con licencia aún eligen el mercado negro es la disparidad de precios entre los establecimientos con licencia y los que no tienen licencia”, agregó.
La regulación y los impuestos han hecho que el precio de los productos de cannabis aumente significativamente y los productos legales tienen un impuesto de hasta el 40 por ciento en algunas jurisdicciones, agregó Berryessa.
David, el cliente del condado de Orange que debe viajar grandes distancias para conseguir marihuana, atestigua esto.
“Definitivamente, si el precio fuera menor el mercado negro sufriría”, señaló.
Otra mujer de 29 años que se negó a identificarse, dijo que no ve ningún peligro en la marihuana y que no la considera una droga.
Al igual que a David, lo que le preocupa más es cómo conseguirla debido a los elevados precios.
Piden menos barreras
Berryessa dijo que los gobiernos locales están perdiendo una oportunidad significativa en capitalizar en el tema. En lugar de prohibir y regular en demasía estos dispensarios, los gobiernos locales deberían ser más abiertos, dijo.

“Los gobiernos locales deben adoptar regulaciones rápidas y eficientes que permitan a las empresas de cannabis, especialmente más tiendas. Los políticos también deben ser conscientes de que el mercado ilícito en California es el más sólido y arraigado en cualquier parte del mundo. Si el mercado legal va a sobrevivir y prosperar, la barrera de entrada debe ser razonable y los impuestos tanto locales como estatales deben reducirse de inmediato y escalarse con el tiempo para garantizar que los consumidores elijan el sistema regulado en lugar del ilegal”, añadió.
Mientras que el cannabis ilícito sea un 30 por ciento menos costoso que el cannabis con licencia y más del 60 por ciento del estado no tenga acceso legal a los productos de cannabis, el mercado ilícito continuará prosperando, dijo Berryessa.
Según el Estado de Ventas Legales de Marihuana en su Sexta Edición, revelado el año pasado, el mercado legal alcanzaría más de 23,000 millones de dólares en gastos de consumo y tiene el potencial de generar más de 467,000 empleos de tiempo completo en 2022.
La legalización pronosticaba mil millones de dólares en ingresos fiscales anualmente; sin embargo, a la fecha Sacramento solo ha colectado 234 millones de dólares en ingresos fiscales.
Campaña en contra de la venta ilegal
En un intento por concientizar al público e intentar persuadirlo a que consuman productos legales, la Oficina de Control de Cannabis de California, dijo a La Opinión a través del portavoz Alex Traverso que se ha lanzado una campaña para incrementar la venta legal y aumentar así el ingreso fiscal y creación de empleos.

“El próposito de la campaña tiene dos objetivos, queremos que los dispensarios que operan ilegalmente dejen de hacerlo y en vez obtengan una licencia estatal y dejen de operar ilegalmente y tambien queremos educar al publico de la importancia de consumir productos en establecimientos legales”, comentó Traverso. “Hay muchas preocupaciones de seguridad pública: ¿cómo saber si el cannabis que compra en una tienda ilegal ha sido probado o no? ¿Está ingiriendo pesticidas o mohos o algún otro contaminante?
Traverso añadió que a la fecha la Oficina estatal ha permitido 629 tiendas y ha otorgado mas de 10,000 licencias a diferentes comercios relacionados con la marihuana, incluyendo negocios de cultivo, entre otros.
Una joven oriunda de Hong Kong ve este esfuerzo con buenos ojos, ya que utiliza la marihuana para combatir la insomnia y cree que la calidad del producto repercute en el usuario.
Para ella, “los productos a base de cannabis tienen un precio mas elevado que la melatonina, pero son mas efectivos”, explicó.
Aprueban entrega de marihuana a domicilio en todo el estado
California aprobó la semana pasada una norma que permitirá la entrega de marihuana a domicilio en todo el estado, incluso en ciudades que han prohibido las ventas comerciales de la droga.
A la norma de la Oficina de Control del Cannabis en el estado se opusieron jefes de la policía y otros críticos, que consideran que creará un mercado difícil de controlar de transacciones de marihuana ocultas en gran medida, al tiempo que socavará el control de las mismas por parte de las ciudades y los condados.
Las compañías de cannabis y los consumidores habían presionado para que se hiciera el cambio, ya que muchas áreas han prohibido la venta comercial de la marihuana. Habitantes de esas zonas deben viajar a otras ciudades para comprarle legalmente.
La Liga de Ciudades de California se había opuesto a la norma, argumentando que destruiría el control local, pasando por encima de las normas o prohibiciones locales.