Los ataques a nuestros derechos no cesan

El cierre de clínicas impone una gran carga financiera y emocional en las mujeres.

El cierre de clínicas impone una gran carga financiera y emocional en las mujeres.  Crédito: Mark Wilson | Getty

Desde el minuto que tomó posesión, el presidente Trump no ha cesado sus ataques en contra de las mujeres, los inmigrantes y personas de bajos recursos.

A lo largo de la historia de este país, los derechos civiles y humanos de las personas de color han sido atacados de manera sistemática. La nueva ola de ataques contra los latinos por parte de la administración, no solo se enfoca en inmigración, sino que en nuestro derecho a acceder servicios de salud reproductiva de alta calidad.

Esta semana el Departamento de Salud y Recursos Humanos dijo que sí impondrá una ley mordaza que requeriría una separación física en los centros de salud como los de Planned Parenthood, dónde se practiquen abortos y reciban fondos federales a través del programa planificación familiar, llamado Título X. Este programa es el único enfocado en la salud reproductiva y sexual a nivel nacional y que 1.3 millones de latinas y hispanos dependen para recibir servicios preventivos de salud reproductiva.

Que quede claro, ninguno de los fondos federales destinados para salud reproductiva se puede utilizar para pagar abortos.

La nueva norma que emitió el gobierno de Trump busca desmantelar el programa Título X, cuyo propósito es garantizar que las personas de bajo recursos, sin importar estatus legal, puedan acceder a métodos anticonceptivos, pruebas de infección de transmisión sexual (STI), pruebas de detección de cáncer y otros servicios esenciales de salud reproductiva.

Como dice el dicho, está más claro que el agua. La administración Trump no quiere que Planned Parenthood, cual brinda atención médica a 41% de los pacientes bajo el programa, continúe participando en él.

Una norma mordaza impediría que personal médico, incluyendo doctores y enfermeras, pueda brindar a los pacientes todas sus opciones relacionadas con el embarazo, lo cual incluye acceso a un aborto seguro y legal. La separación física que estipula la nueva regla obliga a que los centros de salud creen entradas y salidas independientes, construyan centros de salud totalmente nuevos o contraten a todo un segundo personal compuesto por médicos, enfermeros y empleados administrativos. Ninguno de estos requisitos contribuye a la salud de los pacientes.

Hay estudios que indican que las barreras a la atención médica a las que muchas mujeres de color se enfrentan a menudo dan lugar a diagnósticos tardíos, tasas mayores de cáncer de cuello uterino y tasas de mortalidad mayores para el cáncer de mama y de cuello uterino.

Es por eso que los servicios proporcionados a través del programa como anticonceptivos, pruebas de detección, educación y asesoramiento de ITS y pruebas de detección del cáncer de mama y de cuello uterino son tan esenciales. Por eso es que Planned Parenthood seguirá en pie de lucha para asegurar que nuestra comunidad tenga acceso al cuidado de salud que merece.

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