‘El amor de mis hijos me mantiene en pie’

Evento en Boyle Heights regala un cambio de imagen a sobrevivientes de cáncer, quienes aseguran que sus hijos son la motivación para recuperarse

Silvia Cadena recibe besos de sus hijos Anthony Cadena y Christina Archibald. / foto: Aurelia Ventura.

Silvia Cadena recibe besos de sus hijos Anthony Cadena y Christina Archibald. / foto: Aurelia Ventura. Crédito: Aurelia Ventura | Impremedia/La Opinión

Con los sentimientos a flor de piel Sylvia Cadena sentía cómo la razuradora pasaba por su cabeza e incrédula veía su cabellera caer. Nerviosa reía; no obstante al final, no pudo contener el llanto. Era una mezcla de emoción y tristeza.

“Mi cabello se me comenzó a caer demasiado… El domingo y el miércoles que me lo lavé ya estaba hecho un desastre”, contó ayer la mujer durante una reunión por el Día de las Madres en Boyle Heights.

“Iba a ir con un barbero para rasurarme pero mis hijos me convencieron que esperara hasta hoy [viernes]”.

La residente de Riverside fue una de casi 50 sobrevivientes de cáncer que participaron en el evento anual Mother’s Day Makeover —Cambio de Imagen por el Día de la Madre— en el White Memorial Cancer Center.

Durante ese tiempo, las madres fueron ‘apapachadas’ con maquillaje, manicura, cortes de cabello y hasta se ofrecieron pelucas para quienes las necesitaban.

Sylvia , de 57 años de edad, contó que fue diagnosticada con cáncer de seno en diciembre de 2018 y para enero se sometió a una mastectomía —una intervención en la cual se remueve el tejido completo de la mama.

Sylvia Cadena recibe los mimos de sus hijos Anthony Cadena y Christina Archibald mientras le cortan su cebellera. / fotos: Aurelia Ventura.

“Pensé que ya estaba bien todo pero examinaron mi sangre y en abril me dijeron que necesitaba quimioterapia”, relató. “En cuanto tuve el primer tratamiento, mi cabello comenzó a caerse… Dos semanas después siguió cayendo sin parar”.

Con los ojos llorosos, su hijo Anthony Cadena dijo que no pudo contener el sentimiento de ver a su madre en esa situación. “Yo soy muy cercano a mi madre, somos los mejores amigos y viajamos juntos”, dijo el hombre, de 30 años.

“Hace poco fuimos a [Canadá] porque uno de sus sueños era tomar thai tea en Victoria Brittish Columbia antes de comenzar su quimioterapia”.

Anthony contó que su madre siempre ha sido muy fuerte ya que tienen un hermano menor que nació con problemas de salud y que ella siempre lo ha apoyado incondicionalmente.

Christina Archibald, la hija mayor de Sylvia , dijo que la familia quedó muy impactada cuando se enteraron del diagnóstico de su madre ya que en la familia no hay historial de cáncer.

“Ella fue quien se encontró la bolita y fue al doctor”, comentó. “Después regresó con mi papá para lo que ella pensaba era una orientación y le dijeron que no, que ese día tomaría su primer tratamiento de quimioterapia”.

“Esto es temporal. Su cabello crecerá de nuevo”, dijo convencida la hija de 35 años, quien por su parte ya tomó cartas en el asunto para velar por su salud. “Mi doctor ya ordenó un examen genético para ver cómo estoy ya me hice un mamograma”.

Sylvia reconoció que el amor de sus hijos es lo que la mantiene de pie y lista para seguir luchando una batalla que — asegura— pronto vencerá.

Una lucha por sus hijos

En el evento también estaba Sandra Valles, de 37 años, quien contó que se encontró una bolita en el pecho derecho a finales del año pasado e inmediatamente fue al doctor.

“Ese mismo día que me hicieron la mamografía me practicaron una biopsia porque encontraron algo y como al tercer día me hablaron para decirme que era positivo”, recordó Sandra.

En noviembre de 2018, la madre de cuatro menores recibió la noticia que tenía cáncer de seno.

“Empecé a llorar. No hallaba si gritar, llorar o correr. Lo primero que hice fue hablarle a mi esposo y él fue el que me calmó un poco”, contó la residente de El Monte aseverando que lo primero que pensó en ese momento fue en la muerte.

No obstante, cuenta que el amor por sus hijos y el apoyo de su esposo y sus padres la han ayudado a salir adelante.

Sandra Valles (c) recibe besos de su madre Evangelina Valles y de su hija Cindy Castellón. La mujer de 37 años de edad lució una peluca y un lindo maquillaje durante Mother’s Day Makeover. / fotos: Aurelia Ventura.

En enero, a su propia petición, le removieron los dos senos. “Decidí quitarme los dos porque no quería volver a pasar por lo mismo y que me pasara en el otro. La operación de reconstrucción me la van a hacer después”, contó Sandra muy positiva.

Su madre, Evangelina Valles, recordó aquel terrible día cuando ella y su esposo regresaban de vacaciones y en el camino su hija les llamó para darles la noticia.
“Mi esposo venía manejando cuando mi hija nos llamó y nos dijo que tenía cáncer. Nosotros veníamos llorando”, mencionó.

Evangelina dijo que cuando a su hija se le comenzó a caer el cabello decidió rasurar su cabeza porque “no podía verse así”.

Su hija confesó que lo peor que le ha pasado fue verse en el espejo con una cicatriz en el pecho y sin cabello.

“Pero no me he decaído porque tengo el apoyo de mi familia y tengo a mis hijos”, reveló. “Empecé la quimioterapia en marzo y la semana pasada tuve la última”.

La hija de Sandra, Cindy Castellón de 14 años, también las acompañó al evento y dijo que su madre ha demostrado ser una mujer fuerte pese a las adversidades.

“Le quiero decir a mi mamá que gracias por todo, la quiero mucho y aunque pase por tiempos difíciles siempre está con nosotros”, indicó.

Siempre positiva

Lydia Contreras, de 61 años de edad, dijo que a ella le tomó de sorpresa su diagnóstico de cáncer el año pasado.

“Siempre he sido muy sana, trabajo como estilista y nunca me enfermaba”, contó la residente de Montebello. “Cuando les dije a mis dos hijas se pusieron a llorar porque ellas siempre han visto a su mamá ser una mujer muy fuerte…Y sigo siendo fuerte”.

Lydia recordó que lo peor que pasó tras ser diagnosticada en noviembre de 2018 fueron las quimioterapías.

“Eran muy fuertes, muchas reacciones en el cuerpo, ardor, comezón, vómito. Toda la comida me sabía mal”, dijo la mujer, quien pese a todo aseguró que siempre se mantuvo positiva.

Lydia Contreras, de 61 años de edad, se mira contenta en el espejo luego de probarse una peluca durante el evento. / fotos: Aurelia Ventura.

“Tengo dos nietos. Sabía que me tenía que curar”, añadió y contó que todavía le queda un mes de tratamiento.

Durante el evento ella optó por recibir un maquillaje ligero y una peluca debido a que su cabello no le ha crecido.

La mujer de origen mexicano dijo que ella agradece a la fundación Chabelyta’s PinkHood Foundation y sus aliados quienes organizaron el maravilloso evento.

“Se siente muy bonito que nos motiven y nos hagan sentir mejor”, dijo Lydia, quien se animó a enviar un mensaje de positivismo a toda mujer que enfrente cáncer. “No sean negativas, es una enfermedad que gracias a Dios tiene cura y hay muchas posibilidades para que salgamos adelante”.

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