¿Puedo entrar a ver la clase de mi hijo?

Padres apelan decisión de la escuela sobre acceso al campus

Misty Camfield habla a la prensa luego de la audiencia.

Misty Camfield habla a la prensa luego de la audiencia. Crédito: Jon Endow | Fotos cortesía

El viernes pasado tuvo lugar una audiencia en la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de Pasadena, sobre el caso Camfield v. Junta Directiva del Distrito Escolar de Redondo Beach (RBUSD). El caso, que se remonta a tres años atrás, fue descartado en ese entonces por una corte de primera instancia.

Corey y Misty Camfield, padres de tres estudiantes de la escuela primaria Jefferson Elementary, Redondo Beach, se presentaron la semana pasada en la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de Pasadena para oir los argumentos orales de la apelación. El caso original fue presentado en abril de 2016 cuando los padres demandaron al Distrito Escolar Unificado de Redondo Beach por supuestamente prohibirles la entrada a la escuela de sus hijos.

Durante el año escolar 2014-2015, los hijos mellizos de los Camfield (identificados como “menor 1” y “menor 2”) estaban inscriptos en quinto grado en la escuela Jefferson Elementary, mientras que el hijo menor estaba en 3 grado (“menor 3”). El alumno identificado como “menor 1” recibía servicios de educación especial.

Según Marcy Tiffany, abogada de los demandantes, la escuela prohibió a los Camfield entrar al establecimiento escolar, lo que constituye una violación a las leyes estatales y federales. La abogada de los padres citó el código de educación, sección 51101, que, bajo la ley estatal, les da a los padres el derecho de participar en la educación de los niños.

“Le estamos pidiendo al Noveno Circuito que sostenga que esto es un mal uso de la autoridad y que viola los derechos de los padres a ser defensores fuertes y vocales en nombre de sus hijos“, indicó Tiffany esta semana, luego de la audiencia.

Código de educación 51101

La sección 51101 ofrece a los padres de los estudiantes un tiempo razonable para observar a sus niños en la clase, luego de requerir una visita al campus.

En el caso de los Camfields, tras varios supuestos incidentes con otros padres y con las autoridades de la escuela, así como visitas al Centro de Aprendizaje de la escuela, supuestamente sin cita previa, los demandantes recibieron una carta de la escuela, conocida como DPL, o “Disruptive Person Letter”. (Cartas a personas disruptivas). Generalmente, los padres que reciben dichas cartas deben pedir permiso con anticipación para entrar al establecimiento escolar.

Cuando se presentó el caso tres años atrás, el distrito escolar alegó que Jefferson Elementary no le había prohibido a los Camfield la entrada a la escuela, sino que les habían pedido que obtengan un permiso previo, de por lo menos 24 horas.

Cuando la corte de primera instancia escuchó el caso, decidió descartar la demanda, basándose en el hecho de que pedir autorización, antes de entrar en la escuela no limitaba a los padres ni les prohibía la visita. De acuerdo a la decisión del juez federal los oficiales escolares de la escuela tienen el derecho de limitar el acceso a la escuela de padres “disruptivos”.

“Desafortunadamente, sucede a menudo que cuando los padres critican o plantean objeciones a lo que está sucediendo en la escuela de sus hijos, los administradores de la escuela toman represalias al restringir o prohibir que los padres ingresen al campus con el pretexto de mantener el orden”, opinó Tiffany.

En julio de 2016, los demandantes presentaron una queja basada en los derechos de la Primera Enmienda (Libertad de expresión), pero en ese entonces el Juez Otis D Wright indicó que las escuelas públicas no eran consideradas  foros públicos y que por tanto, los comentarios de padres sobre el director o maestros de la escuela no están protegidos bajo la Primera Enmienda.

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