Gabriela Rosas, de 21 años, dijo aún recordar el momento en que pensó que su vida estaba arruinada tras haber tomado decisiones sin pensar en las consecuencias.
“Tenía 17 años y salí embarazada”, dijo la joven quien entonces era estudiante de la secundaria Panorama de Van Nuys. “Tuve que dejar la escuela y el deporte softball que jugaba”.
La joven indicó que al principio se sintió culpable al defraudar a su madre, quien es madre soltera y tenía dos empleos para mantenerla a ella y a sus tres hermanos.
“Fue difícil… Siento que en ese tiempo no tenía la confianza para hablar con mi mamá [de sexo] porque ella trabajaba en la jardinería de día y en una fabrica de noche”, dijo Gabriela.
Trató de continuar sus estudios mientras estaba embarazada y asistió a la escuela de estudios independientes Assurance Learning Academy en Panorama City ?un plantel no tradicional para alumnos que quieren obtener su diploma de secundaria.
Sin embargo, cuando su bebé nació intentó seguir pero su niña era muy pequeña y Rosas notaba que su presencia causaba molestias a otros estudiantes. Así que decidió alejarse de los estudios de nuevo.
“A los 19 años tuve a mi segunda hija y ya estaba el programa HOPE y regresé a la escuela para completar mis créditos”, contó.
Gabriela se refiere a Learn4Life’s Helping Our Parenting Teens Excel (HOPE), un programa que fue creado dentro de la escuela Assurance Learning enfocado en las madres adolescentes para ayudarlas a terminar sus estudios de secundaria mientras cuidan a sus hijos.

Con la ayuda de maestros y consejeros y el apoyo de su esposo y familia en general, Gabriela logró graduarse de la secundaria hace dos años.
“Mi mamá ahora se siente muy orgullosa de que me gradué y con dos niñas”, dijo la joven, quien espera volver para obtener sus estudios superiores. “Siento que ser madre no impide cumplir nuestras metas”.
Enfrentando adversidades
Una experiencia similar enfrentó Lidia Mayhew, de 18 años, quien tiene una bebé de 3 meses. Ella dijo que el año pasado se enteró que estaba embarazada y tuvo que transferirse de su escuela tradicional en Granada Hills al programa HOPE.
Reconoce que al principio estaba temerosa y el cambio total que traería a su vida un bebé pero su cuñada, quien ya asiste al programa HOPE, le habló de la ayuda que reciben ahí y ella aceptó la oportunidad de la cual no se arrepiente.
“Es muy bonito estar aquí porque me dejan que traiga a mi hija y puedo hacer mi tarea mientras ella esta aquí”, dijo la joven, de raíces guatemaltecas. “Hay mucha gente que me ayuda y hasta cuando mi bebé esta incómoda y yo estoy estudiando, la cargan y la cuidan”, recalcó.



Cuenta que su mayor reto como madre primeriza es aprender a realizar actividades diarias con su bebé al lado.
“Hacer cosas como ir a la tienda, ir al doctor son cosas que se me hacen un poco pesadas porque la tengo que traer conmigo pero estoy aprendiendo”, dijo.
Lidia, al igual que Gabriela, reconoce que la falta de una conversación seria con sus padres a tiempo acerca de las relaciones, pudieron haber prevenido que tomara decisiones no aptas para su edad.
“Creo que si hubiera aprendido a cómo protegerme no me hubiera pasado. Mi mamá nunca me enseñó como prevenir [embarazos]”, dijo Lidia.
Empoderando a las madres jóvenes
Estadísticas demuestran que un 70% de adolescentes que salen embarazadas dejan la escuela siendo esta la principal razón por la que se alejan de los estudios.
“Lidia es una de casi 40 estudiantes que no permitieron ser un número más en las estadísticas y asisten al programa HOPE”, dijo Stacy Roth coordinadora del programa HOPE.
Explicó que entre las razones por las que las jóvenes salen embarazadas a temprana edad es la falta de información.
“No hablan de estos temas con sus padres. Hay veces que no saben ni cómo es que quedaron embarazadas”, dijo Roth. “A veces también tratan de buscar atención y amor en sus relaciones y terminan embarazadas”.
No obstante, el programa HOPE se encarga de apoyarlas y no juzgarlas. Este está diseñado para que mientras las madres estudien los niños tengan un espacio amigable y cómodo para entretenerse.
“Las estudiantes vienen cerca de dos veces a la semana y se quedan entre tres y cuatro horas”, dijo Roth.
Aparte de recibir apoyo académico las jóvenes madres aprenden habilidades para la vida, desarrollo infantil, salud, alimentación y nutrición, y planificación financiera. Y mediante las asociaciones locales, Learn4Life conecta a los estudiantes de HOPE con recursos de la comunidad como pañales gratuitos, ropa, fórmula, cuidado de niños y otras necesidades.



El programa HOPE recibe estudiantes hasta los 22 años de edad sin importar la edad de sus hijos. El lunes se graduó un grupo de 19 madres jóvenes quienes demostraron que sí se puede llegar a la meta.
Lidia dijo estar lista para terminar sus estudios en octubre y eventualmente quiere ir a la universidad para convertirse en maestra de prekínder.
“Aquí los maestros son muy motivadores y siempre nos ayudan si tenemos más preguntas”, dijo Mayhew.
Para saber más acerca del programa visite: https://learn4life.org/programs/hope/ o llame al (877) 360-LEARN.