Irresistible jugo de cerezas para prevenir enfermedades degenerativas

Las cerezas promueven una correcta hidratación, la regulación de la presión arterial, la recuperación muscular, la digestión, la frecuencia cardíaca, los impulsos nerviosos y los niveles de pH

Jugo de tarta de cereza.

Jugo de tarta de cereza. Crédito: Shutterstock

Las cerezas no sólo son deliciosas y jugosas, poseen innumerables beneficios. Su alto contenido en antioxidantes, sales, minerales y vitaminas que favorecen la fijación de agua en las células del cuerpo. Tienen propiedades depurativas, tonificantes, remineralizantes y un bajísimo contenido en grasas. 

Dentro de sus maravillosas propiedades es perfecto para reducir la inflamación y el dolor, esto es debido a su contenido en antocianinas, estás también protegen al organismo contra condiciones crónicas que estén relacionadas con la inflamación como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y el Alzheimer.

Son conocidas por sus óptimos resultados para prevenir todo tipo de padecimientos cardiovasculares, sus activos ayudan a disminuir los niveles de triglicéridos y colesterol. También debido a su riqueza en flavonoides su consumo estimula y potencializa el sistema inmunológico. 

La mezcla de las antocianinas y ácidos fenólicos (compuestos protectores) han demostrado su capacidad para desactivar los genes involucrados en el cáncer. A su vez estos agentes ayudan a combatir enfermedades neurológicas como el Párkinson, el Alzhéimer o la enfermedad de Huntington están causadas por el envejecimiento y el estrés oxidativo.

El síndrome metabólico que precede a la diabetes normalmente es generado por una alimentación deficiente, sobretodo debido a los altos niveles en azúcares y grasas, las maravillosas antocianinas de las cerezas actúan al eliminar toxinas y desechos en movimiento, esto también favorece la pérdida de peso.

Jugo de cereza casero

Ingredientes

  • 250 gramos cerezas limpias y sin semilla
  • 1 litro de agua
  • Miel natural o jarabe de agave al gusto

Preparación

  1. Lava perfectamente las cerezas, cuélalas, posteriormente deberás retirar de cada una la semillas. La forma más fácil de hacerlo es con la ayuda de un cuchillo pequeño abrirlas verticalmente y sacar una por una las semillas.
  2. En el vaso de la licuadora agrega las cerezas y licúa hasta que quede un jarabe concentrado. En este paso podrás agregar el endulzante de tu preferencia si no quieres que quede muy ácido. 
  3. Posteriormente deberás agregar agua purificada poco a poco, hasta que adquiera el nivel de concentración de tu preferencia, para finalizar si lo consideras necesario cuela el líquido.
  4. ¡Disfruta!
Cerezas. / Foto: Shutterstock

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