Veintitrés meses

Este no es solo un problema de las latinas. Es un problema nacional. Las latinas pueden ser una fuerza invencible para el cambio. ¡Luchemos para hacer que la igualdad salarial sea una realidad para todos!

Las trabajadoras dijeron sentirse contentas luego de 16 años de haber peleado para lograr un sindicato.

Las trabajadoras dijeron sentirse contentas luego de 16 años de haber peleado para lograr un sindicato. Crédito: La Opinion

La semana pasada fue el Día de Igualdad Salarial de las Latinas –el día en que conmemoramos cuánto tiempo más deben trabajar las latinas en el 2019 para ganar lo mismo que usualmente ganan los hombres blancos no hispanos solo en el 2018. Son casi 11 meses adicionales.

 En pocas palabras, esto quiere decir que las latinas deben trabajar casi 23 meses para ganar el mismo salario que ganan los hombres blancos en solo un año. Eso se debe a que, en Estados Unidos, solo nos pagan 54 centavos por cada dólar que se le paga a los hombres blancos. En California es incluso menos –solo 42 centavos por cada dólar que gana un hombre blanco.

Si piensan que esto es alarmante, piensen en lo siguiente: Para las mamás latinas la brecha salarial nacional es incluso peor. Las mamás latinas solo ganan 46 centavos por cada dólar que ganan los papás blancos.

El impacto que esto tiene en nuestras vidas y familias es devastador. A lo largo de 40 años de vida profesional, las latinas usualmente pierden más de un millón de dólares debido a esta injusticia salarial. Eso representa cuidado infantil que no podemos pagar, alimentos que no podemos comprar, útiles escolares y abrigos que les hacen falta a nuestros hijos y rentas que nos es difícil pagar –o que nos vemos obligados a no pagar. Con frecuencia estas son adversidades de las que las familias latinas sencillamente no pueden recuperarse, especialmente porque 64% de las personas que mantienen a las familias son mamás y las mamás de bajos ingresos y mamás de color son mucho más propensas a ser la principal fuente de ingresos de sus familias.

Cuando nos quitan dinero de nuestros cheques de pago, nuestra economía y nuestro país también sufren. Por eso es que nos estamos uniendo para exigir cambios, usando nuestras voces y nuestros votos para exigir igualdad salarial para las latinas y para todas las mujeres. Estamos decididas a cerrar la brecha salarial de las latinas y decididas a hacer que hacerlo sea una de las máximas prioridades de cada uno de los legisladores que quiera nuestro voto el próximo año.

Necesitamos políticas que hagan frente a la raíz del problema de la brecha salarial de las latinas, incluyendo el racismo estructural y el sexismo, y que promuevan la seguridad económica de nuestras familias y comunidades. Los cambios significativos comienzan con la aprobación del Congreso de la Ley de Equidad Salarial que actualizaría a la Ley de Igualdad Salarial de 1963 –una ley que fue revolucionaria cuando fue promulgada hace 56 años, pero que ahora es anticuada e insuficiente para cerrar la brecha salarial. La Ley de Equidad Salarial cerraría las lagunas de la Ley de Igualdad Salarial haciendo que sea ilegal que los empleadores paguen salarios desiguales a los hombres y mujeres que realizan, en esencia, el mismo trabajo. Específicamente, proveería protecciones contra represalias si los trabajadores discuten sus salarios con sus colegas; haría que sea más fácil cuestionar colectivamente la discriminación salarial; pondría fin al uso del historial salarial cuando los empleadores deciden el salario de los trabajadores y más.

La Cámara de Representantes aprobó la Ley de Equidad Salarial en marzo, pero está atascada en el Senado de EE. UU. Exijamos que Mitch McConnell, Líder de la Mayoría del Senado, saque al proyecto de ley del cementerio legislativo y lo ponga a votación.

Si queremos que los salarios justos sean una realidad en este país, necesitamos más que una nueva ley. Necesitamos que el Congreso apruebe un programa nacional de permisos familiares y médicos pagados, una ley de acumulación de días de enfermedad que cubra a cada uno de los trabajadores, protecciones más estrictas contra la discriminación que sufren las trabajadoras embarazadas, medidas más estrictas contra el acoso sexual, un salario mínimo más alto y medidas para hacer que el cuidado infantil de alta calidad y económicamente accesible esté disponible para todas las familias que trabajan.

En la actualidad, en Estados Unidos, las mamás enfrentan una intensa discriminación salarial y en la contratación cuando se convierten en madres, discriminación que es particularmente grave para las latinas. Esta brecha salarial es perjudicial y profundamente injusta.

El Día de Igualdad Salarial de las Latinas es un triste recordatorio de que debemos cambiar ahora. 23 meses es sencillamente intolerable.

La comunidad latinx tiene un poder adquisitivo de $1.7 millones de millones y un Producto Interno Bruto combinado en Estados Unidos que nos convertiría en la 7º economía independiente más grande del mundo. También impulsamos el desarrollo empresarial ya que tenemos el índice más alto de nuevos empresarios.

Así que este no es solo un problema de las latinas. Es un problema nacional. Las latinas pueden ser una fuerza invencible para el cambio. ¡Luchemos para hacer que la igualdad salarial sea una realidad para todos!

Xochitl Oseguera es Directora Sénior de Campañas de MomsRising y MamásConPoder.org. Ana Flores es la fundadora y CEO de #WeAllGrow Latina Network

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