Los altos costos médicos ponen en jaque a miles de estadounidenses

Si no eres rico ni pobre y no estás en edad de obtener Medicaid, este podrías ser tú.

Martha Ugarte revisa sus cobros médicos. (Suministrada)

Martha Ugarte revisa sus cobros médicos. (Suministrada) Crédito: Martha Ugarte | Cortesía

Por varias décadas Martha Ugarte, activista de 60 años, se ha pasado defendiendo a los inmigrantes para que se protejan de los abusos y no terminen siendo víctimas de las autoridades, algunas agencias o negocios inescrupulosos. Pero ´pocos meses atrás, la también inmigrante de Oaxaca tuvo que defenderse a ella misma.

De pronto, a su esposo le dieron fuertes dolores de estómago. No tuvo otra alternativa que llevarlo de emergencia al hospital. Luego de pagar $240 de copago y de cuatro horas de estudios, les dijeron que era necesario operar. Habían encontrado unas piedras en la vesícula de su marido.

La pareja prefirió buscar una segunda opinión y finalmente logró deshacer las piedras con medicina homeopática y sin necesidad de cirugía.

Ellos estaban conscientes de los altos costos del seguro de salud en este país (EEUU) y tenían miedo que una cirugía les dejara una deuda estratosférica, principalmente porque ya se estaban acercando a los 60 años y querían llegar al retiro sin tener que hipotecar su casa a causa de la salud.

Sus miedos tenían su razón de ser en el trabajo que ha realizado por décadas. Como activista, Ugarte se había enterado de muchos casos en los que miembros la comunidad que carecían de seguro terminaban pagando cifras extremadamente altas por cuidados de salud.

Un vecino que sufrió un ataque de epilepsia les había dejado de hablar porque ella y otros llamaron a la ambulancia. Lo que no sabía la activista es que a su vecino le estaban cobrando $13,000 por aquella visita a la sala de emergencias. Meses después, el hombre falleció.

Para la pareja Ugarte, su determinación de no enfermarse era tal, que años antes habían decidido llevar una vida relativamente saludable, comer lo mejor posible sin ingerir alcohol o fumar para evitar enfermarse y esperar llegar al retiro sin la necesidad de utilizar el servicio médico. No obstante, y para su sorpresa, dos meses después de haber pisado la sala de emergencia, los Ugarte recibieron un cobro del hospital de unos 11,000 dólares.

“Ni lo aliviaron allí. Simplemente estuvimos cuatro horas y nos fuimos”, expresó Ugarte. “Es más, ellos lo querían operar, pero ya no regresamos y finalmente se alivió con jugos naturales”.

Ugarte inmediatamente fue al hospital a reclamar por qué le estaban cobrando tanto dinero, si ni habían operado a su esposo y mucho menos aliviado. Ella no sabía que la póliza que había firmado con Kaiser Permanente tenía un deducible de más de siete mil dólares por persona. Pero como estaban en plan familiar, la compañía les estaba cobrando dicha cantidad.  Luego de varias visitas y hasta decirles que los iba a demandar en corte, finalmente le redujeron el pago a $1,600, no sin antes, sacarla del programa de salud.

Ahora los Ugarte prefieren ir a Tijuana a tratarse y a comprar sus medicinas, mientras pagan esa deuda para que no los lleven a las agencias de colecciones.

La Doctora María Aranda, profesora asociada de gerontología en USC, dijo que desafortunadamente la gente que no es lo suficientemente pobre pero que tampoco gana mucho dinero, es el grupo con menos opciones en cuestiones de salud. Hasta que llegan a la edad del retiro y pueden hacer uso de Medicare (llamado Medi-Cal en California).

Es por eso que muchos deciden ir a Tijuana a tratarse. O toman remedios caseros. O postergan la visita con un doctor esperando que el dolor se vaya por sí solo. O bien buscan opciones con personas que no son médicos, pero que tienen la fama de curar.

Aranda explicó que hay programas de salud auspiciados por el gobierno a través de organizaciones sin fines de lucro o a través del condado y en centros de salud comunitarios que ofrecen servicios a muy bajo precio o gratis. Pero si se ve uno en una emergencia, seguramente lo llevarán al hospital más cercano y ahí las cosas son diferentes.

De acuerdo a un estudio realizado en el 2019 por Springer.com, una compañía de publicaciones académicas enfocada en temas de salud, 137.1 millones de estadounidenses dijeron haber tenido dificultades para pagar las deudas médicas en el último año; situación que era más común entre la gente de 18 a 64 años.

Opciones de seguro médico 

Yadira López, agente certificada de Covered California, indicó que generalmente las personas buscan las opciones más económicas. Pero desafortunadamente, a la hora de una emergencia la cobertura es como si no tuvieran un seguro médico.

Un ejemplo es el plan llamado Bronce que solo cubre el 60% de los gastos médicos y 3 visitas anuales al doctor con un copago de $65. Pero tiene un deducible de $6,300 en forma individual o de $12,600 en el paquete familiar (precios varían según la compañía).

El problema con este tipo de cobertura es que, si el doctor los manda simplemente a un examen de rayos X, ya no les cubre el costo. Así, primero tienen que pagar el deducible y les resulta más caro. De igual forma, dependiendo la compañía que se utilice, hay algunas que inmediatamente envían a colecciones a la gente si es que no pueden pagar. Estas agencias en muchos casos, buscan la forma de hipotecar su casa al ver que el cliente no puede cumplir sus obligaciones.

Para las personas que tienen casa, López recomendó el programa Silver que cubre un 70% de los gastos con un deducible de $4,000 por una sola persona y $8,000 por más de una persona. Con este plan solo se paga unos $40 de copago y cubre sala de emergencia, rayos X, laboratorios y especialistas, entre otros beneficios.

Otros planes sin deducible son el Oro y el Platino, que son un poco más caros. Todas las tarifas están sujetas a la edad de la persona, el área donde vive y a cuánto ascienden sus ingresos. Además, todos los planes los tienen las compañías de seguro, incluyendo Kaiser Permanente, pero con diferente precio, cobertura y calidad.

Negociar y no negarse a pagar

Néstor Enrique Valencia, especialista en contratos y administración en el cuidado de la salud y medicina, dijo que la clave para evitar los grandes cobros es elegir el seguro de salud más adecuado de acuerdo a sus necesidades. Pero si a pesar de eso, después de una emergencia terminan con gastos muy altos, recomendó no ignorar los cobros y negociar. Deben hablar con la verdad y pagar lo que puedan de acuerdo con sus posibilidades. Pero no negarse a pagar.

Valencia subrayó que particularmente la clase media, aquellos que no son pobres, pero que no ganan lo suficiente para un seguro médico más completo, son los que más se están viendo en aprietos con respecto a los cobros de la salud cuando surge una emergencia y tienen que ser hospitalizados.

Subrayó que desafortunadamente los procesos médicos y los medicamentos son demasiado caros y los hospitales, particularmente los privados, simplemente se limitan a cobrar por su trabajo. Si no reciben respuesta, inmediatamente venden las deudas a agencias de colección y en ese punto, no hay mucho que hacer.

Sin saber mucho detalle de lo que debía hacer, en cuanto recibió lo estratosféricos cobros, Ugarte fue a pelear y de esa forma logró que un cobro de $11,000 fuera reducido a $1,600.

Tratamos de hablar con Kaiser Permanente para obtener un poco de más detalles del caso, pero dijeron que estaban muy ocupados sobre temas del coronavirus y no podían atender a nuestras preguntas por el momento.

“Este artículo fue escrito con el apoyo de la beca de periodismo The Gerontological Society of America, Journalists Network on Generations y el Silver Century Foundation”.

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