A 39 años del inicio de una afición llamada ‘Fernandomanía’

En más de un siglo de historia en las Ligas Mayores, han sido varios los momentos que han marcado el devenir del béisbol profesional en los Estados Unidos, pero pocos los fenómenos que han cautivado a las aficiones y mantenido en la memoria como la ‘Fernandomanía’.

El 9 de abril de 1981, Fernando Valenzuela subió por primera ocasión al montículo del Dodger Stadium para abrir un partido en las Grandes Ligas en el marco de la jornada inaugural ante los Astros de Houston, en lo que sería el inicio de toda una pasión desbordada por los seguidores que vieron en aquel joven mexicano, no solo a un fulgurante talento deportivo, también a un símbolo del trabajo que representó a la cultura del esfuerzo de los migrantes en la búsqueda del sueño americano.

Precedido de una prometedora campaña de debut en 1980, en la que tuvo 10 apariciones como relevista sin permitir carrera limpia en más de 17 entradas de labor, llegó la gran temporada de ensueño para el ‘Toro’ de Etchohuaquila, quien se convirtió en una máquina de lanzar.

Completó sus primeras ocho aperturas con igual número de triunfos y una impresionante efectividad de 0.50 en ese periodo, para terminar una temporada regular recortada por la huelga de peloteros con marca de 13-7, además de encabezar los departamentos de las Mayores en partidos completos (11), blanqueadas (8), entradas lanzadas (192.1) y ponches, mientras que en playoffs fue pieza clave para que los Dodgers ganaran su primera Serie Mundial desde 1965.

Además del título, redondeó ese 1981 mágico convirtiéndose en el único pitcher en la historia de las Grandes Ligas en conquistar el trofeo Cy Young y el reconocimiento al Novato del Año en la misma campaña, en lo que tan solo fue el inicio de una destacada trayectoria sobre el montículo.

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