La NASA y la ciudadanía, los siguientes sueños de un ‘dreamer’ de la frontera

Irving Hernández, nacido en Guerrero, México hace 26 años, es ingeniero en aeronáutica.

Irving (c) apoayndo a BLM.

Irving (c) apoayndo a BLM.  Crédito: Manuel Ocaño | Impremedia

Un ingeniero aeroespacial nacido en un pequeño poblado llamado Xaltianguis, en Guerrero, lucha por impedir que Trump atente contra DACA para cumplir sus sueños de ser experto que trabaje en la NASA.

El ‘dreamer’ ingeniero en aeronáutica, Irving Hernández, dice que los siguientes sueños que tiene ahora que la Corte Suprema refrendó el programa de DACA es conseguir empleo para la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) y aspirar a la regularización migratoria.

Al graduarse como ingeniero en la Universidad Estatal en San Diego  en el 2017, el inmigrante de guerrero de 26 años de edad, buscó trabajo en la NASA, pero “como es una institución que trabaja en muchos contratos con el gobierno, decide que los empleados sean residentes legales o ciudadanos” estadunidense, platicó Irving a La Opinión.

La misma limitación se impone en la industria de la ingeniería aeronáutica en el país, por lo que Irving considera que ese sueño de ejercer su profesión se funde con otro que es su prioridad, la regularización migratoria.

Irving llegó a EE.UU. cuando tenía seis años de edad. (Manuel Ocaño)

Irving cruzó la frontera a California en el año 2000 con sus padres. Tenía seis años de edad y creció en San Diego como la única ciudad que conocía al empezar a estudiar en la escuela elemental, la educación media y la preparatoria o high school.

Para cuando llegó el momento de registrarse en la universidad con altos grados que tenía de sus estudios anteriores, Irving ya sabía que era indocumentado y se acogió a la ley estatal AB540 de California, que otorga a los jóvenes sin documentos el derecho a pagar colegiaturas iguales a las que las universidades cobran a residentes y ciudadanos.

La orden ejecutiva que originó programa de Acción Diferida para quienes Arribaron durante la Infancia, o DACA, para Irving llegó justo a tiempo, porque empezaba a estudiar la universidad y ese programa que se creó por orden ejecutiva del ex presidente Barack Obama le permitió trabajar sin riesgos.

“Me gradué en el 2017 libre de deudas de colegiaturas”, dice ahora orgulloso el nativo de Xaltianguis, a unas 35 millas de Acapulco, donde creció hasta cumplir los seis años.

El día que el presidente Trump perdió la batalla contra los ‘dreamers’ en la Corte Suprema, Irving platicó a La Opinión que la cruzada por DACA tiene que ir más allá de impedir que Trump desmantele el programa.

Jóvenes dreamers se identifican con el movimiento de BLM. (Manuel Ocaño)

“Va más allá incluso de conseguir que la comunidad se movilice en las elecciones para impedir su reelección”, dijo el joven que, al verse imposibilitado de ejercer su profesión, se ha convertido en uno de los dirigentes de los jóvenes amparados por DACA de la frontera.

“Hay que recordar que DACA fue el resultado de años de lucha de los jóvenes soñadores y que tuvo que empezar por una orden ejecutiva porque había un presidente demócrata, un senado de mayoría demócrata y un congreso de mayoría demócrata, que sin embargo no cumplían su promesa de reforma migratoria”, expresó.

Organizaciones fronterizas han enviado a Irving Hernández, por lo menos cuatro veces a Washington, a hablar con senadores y congresistas y a cabildear entre organizaciones que apoyan cambios para la comunidad inmigrante.

La mayoría de los estadounidenses apoya una reforma migratoria para los dreamers. (Manuel Ocaño)

Otras veces también ha ido a Sacramento a hablar con legisladores estatales, con la base de que California es el estado con el mayor número de ‘dreamers’, quienes ahora ayudan a combatir la pandemia y su impacto en la economía.

El joven guerrerense dice ver un futuro a corto plazo en que se entrelazan las demandas de las personas que están bajo el amparo de DACA con las de otras comunidades.

“Siempre somos parte de la comunidad inmigrante, y por eso tenemos que apoyar a nuestros hermanos de otras comunidades; hoy nos necesitan nuestros hermanos negros, afroamericanos, y nuestros hermanos musulmanes”, dijo.

Como la vida lo ha llevado al activismo, el originario de Xaltianguis dice no dudar de la posibilidad de que trabajar en la NASA y de la regularización migratoria, se vinculen con logros de Black Lives Matter y de respeto a la comunidad musulmana, pues “tenemos una experiencia común, la de haber sido criminalizados”.

Dreamers dijeron también sentirse discriminados. (Manuel Ocaño)

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