Conexión entre escuelas y familias debe ser auténtica y continua

Las familias de bajos ingresos con estudiantes que son aprendices de inglés o de educación especial son las más afectadas por las clases en línea, ya que carecen de recursos, habilidades y el conocimiento necesario para ayudar a sus hijos con los deberes escolares

Trabajadores agrícolas  del Condado de Riverside que estén contagiados reciben apoyos de TODEC.

Trabajadores agrícolas del Condado de Riverside que estén contagiados reciben apoyos de TODEC. Crédito: Iván Mejía | EFE

A varios meses de haber empezado las clases en línea, muchos padres de familia se ven frustrados por las desigualdades en la educación pública. Las familias de bajos ingresos con estudiantes que son aprendices de inglés o de educación especial son las más afectadas ya que carecen de recursos, habilidades y el conocimiento necesario para ayudar a sus hijos con los deberes escolares.

En una plática con una madre líder de la comunidad de trabajadores del campo en Oxnard, California, aprendí que muchas de nuestras familias compuestas de trabajadores esenciales se encuentran entre la espada y la pared al tener que trabajar fuera de sus hogares y encontrar cuidado adecuado para sus hijos. En estos hogares donde viven varios familiares en una vivienda, la escuela desde casa se hace cada vez más difícil ya que es casi imposible crear un espacio en el cual los estudiantes puedan estudiar sin interrupción. En muchos casos, me confirmó ésta madre, hay varios niños en el hogar de distintos niveles de aprendizaje, con padres que sencillamente no pueden ayudarles. Para estas familias, la preocupación por el contagio del virus casi llega a segundo plano porque tienen que salir fuera de sus hogares a trabajar para sostenerse. El virus ha hecho la situación más ardua para todos.

En esa misma plática, una abuela de tres jóvenes, uno de ellos estudiante de una preparatoria, habló acerca de lo difícil que es encontrar apoyo en las escuelas públicas cuando los estudiantes son mayores y están en clases de educación especial. Los estudiantes padecen ansiedad y depresión, y los problemas de conectividad del internet no ayudan. En varios casos las escuelas notan que los estudiantes no se han presentado a sus clases, cuando en realidad los estudiantes no pueden conectarse. Todo esto causa gran frustración en comunidades latinas que ya se ven afectadas ante tantos retos a causa de la pandemia global.

Lo que está claro para estas madres es que es menester que las escuelas se pongan en contacto directo con ellas y con sus hijos por teléfono. Aunque muchos distritos escolares han establecido líneas de atención para familias, la realidad es que las comunidades escolares necesitan llamar a sus familias – a sus estudiantes – para asegurarles que de verdad son una comunidad escolar y que su bienestar les importa. La conexión no debe ser solo virtual, a través de una pantalla durante horas de aprendizaje o para enviar mensajes pregrabados con adelantos de la próxima semana. La conexión entre las escuelas y nuestras familias debe ser auténtica y continua.

Será un invierno posiblemente largo y dificíl para nuestros niños. Esta conexión se necesita ahora más que nunca.

Evelyn G. Alemán es residente de Los Ángeles y una profesional que se enfoca en ayudar a la comunidad latina en temas sociales. Lídera el grupo @OurVoiceforEducation de Facebook llamado Our Voice: Communities for Quality Education (Nuestra Voz: Comunidades por una Educación de Calidad), el cual ofrece un foro para que padres, estudiantes y educadores hablen acerca de la educación.

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