Activistas luchan por recuperar casas inhabitadas en El Sereno

Ingresan a propiedad de Caltrans y son desalojados por agentes del CHP la noche de Acción de Gracias; hoy la agencia se compromete a trabajar para ofrecer viviendas asequibles

Residentes del área intentaron retomar las casas. (Suministrada)

Residentes del área intentaron retomar las casas. (Suministrada) Crédito: Impremedia

Debido a la pandemia por el COVID-19, Iris de Anda perdió su empleo y con ello, la forma de pagar sus gastos como renta y utilidades. La situación para ella y sus tres hijos se volvió tan caótica que tras un tiempo, cuenta, que se vio obligada a dormir en su auto y sus hijos —todos menores de edad— se mudaron con su padre.

Hace unos meses logró rentar un cuarto en el vecindario de El Sereno, al noreste de Los Ángeles, e intentó levantarse de nuevo económicamente para recuperar a sus pequeños.

Dice que, como miembro del colectivo Reclaim and Rebuild Our Communities (Reclamar y Reconstruir nuestras comunidades – RROC), se armó de valor para unirse al grupo de 20 familias que intentaban retomar cerca de 20 casas, que aunque fueron adquiridas por el Departamento de Transporte de California (Caltrans) —explicó— han estado desocupadas por años en El Sereno.

Originalmente Caltrans adquirió cientos de casas cuando intentaba usar esos terrenos para unir las autopistas 710 y 210. Sin embargo, el proyecto nunca se realizó ya que se toparon con vecindarios más ricos, en Pasadena, que lucharon por permanecer en sus hogares y ganaron.

Con el tiempo, algunas de esas viviendas en El Sereno fueron nuevamente vendidas a otros dueños, pero se estima que Caltrans aún tiene cerca de 170 casas inhabitadas.

Rosemary Cerna, de 29 años de edad, es otra residente del noreste de Los Ángeles que se unió a las familias para entrar a una de las casas y “retomarla”.

Explicó que el plan, si lograba quedarse con la casa, era llevarse a vivir con ella a su hija de 8 años y su padre de 80 años de edad.

Cerna dijo que actualmente vive en un apartamento de una recámara en Highland Park pero por los pasados tres años ha sido hostigada por parte del dueño de la propiedad, quien ha intentado desalojarla cinco o seis veces. “Y como el apartamento no tiene control de renta, eso nos afecta”.

Cuenta que para empeorar la situación, cuando comenzó la pandemia, perdió su empleo y le fue difícil conseguir otro ya que su hija tiene problemas de aprendizaje y no la puede dejar sola en el hogar. “La escuela para mí era como la guardería también”, indicó.

Y desde hace ocho meses, tampoco ha podido pagar el alquiler de su apartamento.

Por ello, dijo que pesar de sentir algo de temor por meterse a una de las casas de El Sereno, lo hizo porque estaba desesperada de ver que sus deudas se acumulan. En la actualidad, contó, no está recibiendo ayuda del gobierno.

Retomar las casas

De Anda y Cerna fueron parte de un grupo de 20 familias que intentaron retomar 20 casas a lo largo de lo que sería el corredor de la autopista 710.

Armados de valor llegaron a las 9:00 a.m., del último miércoles y se instalaron en las viviendas; un par de personas en algunas casas y familias enteras con niños en otras casas.

Ambas mujeres contaron que en un comunicado que la organización hizo público ese mismo día, le dijeron al gobernador Gavin Newsom que Caltrans por muchos años ha preferido que las casas buenas se echen a perder en lugar de alquilarlas o venderlas a familias de bajos ingresos.

La idea, dijeron, era captar su atención para que sepa de sus necesidades.

Los activistas aseguran que Caltrans ha sido parte del aburguesamiento de El Sereno y la creación de la crisis de vivienda. Incluso después de la primera recuperación de viviendas, indicaron, Caltrans ha dejado muchas casas buenas vacías y los residentes necesitados intentan recuperarlas como un acto de preservación comunitaria.

El intento de retomar los hogares fracasó ya que a solo horas de que las familias llegaron, la Patrulla de Caminos de California (CHP) —agencia que trabaja bajo jurisdicción de Caltrans— comenzó a sacarlos de las casas desde las 7:00 p.m. del miércoles hasta el jueves, que se celebró Acción de Gracias, por la tarde.

Tanto De Anda como Cerna lograron salir de las viviendas poco antes de que los agentes llegaran; de otro modo hubieran enfrentabdo arrestos por atravesar propiedad privada.

Las mujeres dijeron estar frustradas y enojadas con las autoridades que no entienden su desesperación y necesidad de vivienda.

“Nosotros somos de clase trabajadora, muchos tenemos niños y venimos con la intención de servir a la comunidad”, expresó De Anda.

“No es posible que haya tantos hogares vacíos y las autoridades les permitan que sigan así, mientras otros sufrimos por vivienda”, dijo Cerna.

El grupo RROC aseguró que seguirá luchando hasta que las casas del corredor 710 regresen a la comunidad.

Rosemary Cerna junto a su hija. (Suministrada)

Propiedades peligrosas

En respuesta a la acción de la CHP para desalojar a las familias, Caltrans dijo que esas casas desocupadas son inseguras e inhabitables para los ocupantes.

“Como tal, Caltrans solicitó a la CHP que removiera a las personas para que las propiedades puedan volver a asegurarse y tapiarse”, dijo Lauren Wonder, portavoz de CalTrans.

Añadió que Caltrans ha estado trabajando con gobiernos locales para arrendar varias de sus propiedades disponibles y usarlas como refugios temporales de emergencia.

Esto incluye un contrato de arrendamiento firmado hace poco con la Autoridad de Vivienda de la Ciudad de Los Ángeles para usar 22 propiedades vacantes de Caltrans en el corredor 710 para el programa de vivienda de transición de la ciudad.

“Mientras Caltrans continúa vendiendo las casas restantes en el corredor, se compromete a trabajar con entidades locales y otras partes interesadas para garantizar que las propiedades se utilicen para viviendas asequibles”, añadió Wonder.

Mientras tanto el recién elegido concejal del área, Kevin de León, al enterarse de lo sucedido dijo en un comunicado que es inmoral que cualquier familia tenga que pasar la noche del Día de Acción de Gracias—o cualquier otro día—en la calle por no poder acceder a un hogar.

“Hablé con nuestro gobernador para enfatizar la necesidad de restaurar estas casas restantes y mover la legislación rápidamente para darle a la ciudad más autoridad sobre estas propiedades”, indicó.

El concejal dijo que pese a que las casas son propiedad del estado la experiencia de cada familia sin hogar en la comunidad es la preocupación de todos. “Debemos estar en el negocio de proveer vivienda segura para todos, no quitárselas”, dijo.

Aseveró que ahora trabaja con funcionarios estatales electos para encontrar soluciones permanentes para que más familias puedan mudarse a estas casas.

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