El obstáculo más grande contra COVID: dudas para aceptar la vacuna

'Construir confianza y proveer información pueden mitigar los obstáculos que dificultan su aceptación'

El Dr. Anthony Fauci pidió confianza en las vacunas contra Covid-19. (EFE)

El Dr. Anthony Fauci pidió confianza en las vacunas contra Covid-19. (EFE) Crédito: Patrick Semansky / POOL | EFE

Cada 6 segundos se reporta un caso nuevo de COVID-19 en California. Cada minuto se pierden dos o más vidas. Las muertes están cerca de 400,000, dejando a millones desconsolados al perder seres amados e incertidumbre por las consecuencias económicas y de salud a largo plazo.

Las comunidades afroamericanas, indígenas y latinos siguen padeciendo una pandemia de COVID-19 implacable que ha aumentado las desigualdades. La bala de plata: Las vacunas. Sin embargo, vacunar a gran parte de la población es lo que salva vidas, no las vacunas por sí solas. Al paso que vamos, Los Ángeles distribuirá las vacunas en más de 5 años. El obstáculo más grande: Dudas para aceptar la vacuna. Como actuemos en las siguientes semanas, marcará una diferencia entre vida y muerte.

Mientras las ambulancias esperan horas para dejar pacientes en los hospitales, entre el 20-40% de trabajadores de salud que tuvieron prioridad para la vacuna de COVID-19, están rechazándola. Este escepticismo se alimenta de las redes sociales y está paralizando los esfuerzos para distribuir la vacuna.

Sin embargo, construir confianza y proveer información sobre las vacunas puede mitigar los obstáculos que dificultan su aceptación. Las organizaciones comunitarias confiables y líderes que entiendan los medios adecuados para comunicar la importancia de la vacuna tienen el potencial de disipar los mitos. Las campañas de educación deben darle prioridad a las experiencias de esas comunidades. Un plan estratégico amplificará las voces de estos líderes e incrementará su visibilidad, empoderándolos para que eduquen a sus comunidades acerca de la seguridad y efectividad de la vacuna. Pero ellos no pueden lograr esto por sí solos.

La campaña de vacunación de COVID-19 debe abordar las preguntas del público. Por eso hacemos un llamado para lograr una fuerza de trabajo unificada nacional con representantes estatales, y construir mecanismos de distribución que incorporen normas culturales y aborden obstáculos como lugares, horarios de vacunación y acceso a transporte. Implementar esto requiere entender las diferencias en estatus socioeconómico, antecedentes culturales y nivel de educación. Adicionalmente, se necesitará comunicación continua, frecuente, consistente, y visible que incluya escuchar preocupaciones e interactuar con líderes con influencia en las comunidades más afectadas para usar y aprovechar su conocimiento, habilidades y experiencia.

Nada de esto se puede lograr sin obtener más recursos. A la fecha, el Centro para Control y Prevención de Enfermedades ha entregado $200 millones y el Congreso $2.45 billones. Esta acción colectiva requiere una inversión de $10 billones. El valor de vidas salvadas y prevención de efectos negativos de salud será inmenso. Debemos poner cada trozo de energía, fondos y ser implacables para vacunar a la mayor cantidad de personas, especialmente en comunidades de color. No lograr estos objetivos significa daño para todos. No es muy tarde. Muchas vidas dependen del siguiente paso que tomemos.

Coautores de esta editorial son: Aileen Arévalo, Andrew Rosales, Axana Rodriguez-Torres, Nicole Oparaugo, Violeta Osegueda y Walter Solorzano.

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