Regreso a clases con todas las medidas de protección en Boyle Heights

Niños de kínder de la Escuela Católica Resurrección aplica las medidas de seguridad del condado y otras adicionales en coordinación con los padres.

Maestra y estudiantes, todos con cubrebocas en el salón de clases.

Maestra y estudiantes, todos con cubrebocas en el salón de clases.  Crédito: ETIENNE LAURENT | EFE

Un grupo de once pequeñitos estudiantes de kínder inició este lunes clases presenciales con todas las medidas de protección en la Escuela Católica Resurrección de Boyle Heights.

“Ahorita andan felices jugando en su tiempo de recreo”, dijo a La Opinión la directora, Catalina Sáenz en conversación telefónica al mediodía. Los niños solo tenían un par de pelotas para jugar y se les recordaba a menudo la frase “permanezcan seguros”, que significa “cuidarme yo y cuidar a mis compañeros”.

Para cuando los pequeños se lavaban las manos para regresar a clases, ya el aula había sido de nuevo desinfectada.

Todos en clase tenían mascarilla y careta transparente con su nombre a la altura de la frente, algunos también guantes.

Madre lleva a su hija a la escuela en Boyle Heights. (EFE)

“De 24 niños inscritos en nivel de jardín de niños, los papás de 22 aceptaron que sus hijos acudieran a las clases presenciales; solo dos van a tomar las clases virtuales”, explicó la directora.

Es una alta participación presencial, si se compara, por ejemplo, con los alumnos del segundo grado de instrucción básica, donde solo el 50 por ciento eligió asistir físicamente a clases.

En el nivel de kindergarden, once niños asisten los lunes y miércoles, y otros once los martes y jueves. Todos bajo la instrucción de la maestra María Negrete.

La escuela sostuvo varias reuniones previas con los padres de los estudiantes para que cada quien supiera de antemano qué hacer y qué esperar.

Todos los alumnos llevan cubrebocas y protector de plástico. (EFE)

Uno de los padres de los estudiantes se ofreció a poner protectores de plexiglás entre un pupitre y otro, para aumentar la protección. Dijo que era una medida adicional efectiva contra el virus.

La directora Sáenz platicó sobre medidas adicionales que acordaron con los padres. Los niños no necesitan llevar mochila a clases, y en las aulas cada uno tiene sus artículos personales que nadie más usa, como lápices y crayolas.

“Todos se lavan las manos por lo menos tres veces durante el periodo de clases” y también tienen disponible gel desinfectante, si desean usarlo.

En clases, por su edad, les dan las instrucciones con mucha consideración, y esas orientaciones ahora forman parte de una educación que continúan al regresar a casa después de clases.

La directora platicó que entre clases el personal emplea un sistema que consiguió el Padre Juan del Este de Los Ángeles, monseñor John Moretta, para desinfectar a fondo.

A los alumnos se les toma la temperatura a la entrada a la escuela. (EFE)

Los pequeños recuerdan que, en los momentos en que no llevan puesta la careta, “no nos tocamos la carita”, y “me mantengo seguro y cuido a mis compañeros”.

De acuerdo con la directora, algunos estudiantes de kindergarden y sus padres ya estaban familiarizados con el método de proyección porque algún hermanito o conocido asistió a clases a la escuela de la Parroquia de la Resurrección en preescolar, pero otros asisten por primera vez.

Explicó que la reapertura de la escuela ha sido a un ritmo muy despacio y así va a continuar, con pasos pequeños cada vez para proporcionar la mayor seguridad a los estudiantes.

La Escuela Católica Resurrección es de instrucción privada, pero se apega a todos los lineamientos del condado de Los Ángeles para la reapertura de escuelas en el contexto de la pandemia.

Para la directora, el inicio de clases y la alegría de los niños es un mensaje esperanzador para un condado que en los últimos meses experimentó un impacto devastador de la pandemia.

El condado estableció condiciones para la reapertura de clases desde finales de diciembre y ha sido el primero de febrero cuando las clases presenciales reinician en una realidad en que los pequeños alumnos deben asistir tan protegidos.

El debate por la reapertura de las escuelas ha sido tema incluso de confrontación entre el gobernador Gavin Newsom y los sindicatos de trabajadores de educación esta semana.

Mientras el gobernador quiere invertir $2,000 millones de dólares en seguridad para la reapertura de clases presenciales, pero los sindicatos y algunos de los distritos escolares más grandes en California han advertido que es muy pronto y que podrían enfrentar consecuencias.

La organización Educación Para Excelencia en Los Ángeles advirtió en diciembre que las limitaciones de la educación virtual podrían equivaler a la pérdida de una década en educación.

El 94 por ciento de los profesores de Los Ángeles encuestados por esa organización dijo que sus alumnos tienen falta de atención o distracciones que les impiden concentrarse para un buen aprovechamiento.

El 92 por ciento de los alumnos dijo que tenía problemas de espacio para aprender en sus casas, el 91 por ciento tenía limitado acceso a la tecnología, el 90 por ciento carece de internet de alta velocidad y el 88 por ciento no tiene apoyo de adultos para aprender en casa.

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