Urge acceso a historiales médicos para salvar vidas en la pandemia

En una emergenca médica, cada segundo es vital

La historia médica puede ayudar a salvar más vidas. / foto: Archivo.

La historia médica puede ayudar a salvar más vidas. / foto: Archivo. Crédito: Heidi de Marco/California Healthline | Cortesía

Una cantidad demasiado alta de californianos ha comprobado en persona que una de las cosas más aterradoras del COVID-19 es cómo ataca la capacidad de respirar y más aún de hablar.

En una emergencia médica, cada segundo es vital y toda la información es esencial. ¿Pero qué sucede cuando no podemos comunicarnos porque estamos inconscientes y nos falta el aire o porque no hablamos inglés?

Como director ejecutivo de ConsejoSano, que trabaja para asegurarse de que la atención de la salud funcione para todos eliminando las barreras culturales, sé que las barreras de comunicación pueden significar la diferencia entre la vida y la muerte.

Los doctores, las enfermeras y otros proveedores de salud deben saber si usted tiene alergias graves, enfermedades preexistentes y otros detalles críticos de su historial médico para ofrecerle la atención más adecuada. Pero esta información vital a menudo se guarda bajo llave cuando más se necesita, lo que aumenta enormemente el riesgo de que ocurran errores fatales.

Considere esto: si bien los latinos constituyen el 37% de la población de California, representan más de la mitad de los más de 44,000 californianos que fallecieron a causa del COVID-19, un resultado lamentable de décadas de desigualdad en áreas como vivienda, educación y atención médica. Con apenas 7,000 médicos latinos para atender a los casi 15 millones de latinos de nuestro estado, el idioma es una barrera para la información de vida o muerte.

Todos los años, miles de californianos se ven afectados por errores médicos, y esta es la tercera causa de muerte en los Estados Unidos.

Si bien la tecnología está facilitando el intercambio seguro de información médica vital, eso no significa que siempre ocurra de manera uniforme y general.

Incluso cuando se están digitalizando los historiales médicos, cada sistema de salud, farmacia, laboratorio y plan de salud los sigue almacenando de forma aislada, lo que hace que la prestación de la atención sea, en el mejor de los casos, ineficiente, o en el peor, fatal.

Los pacientes se ven obligados a recopilar y compartir sus historiales y a comunicar la información clave en una emergencia. Y los hospitales y consultorios aun dependen de máquinas de fax para enviar y recibir historiales médicos, una tecnología que la mayoría de las industrias no utilizan desde los años 90.

Y también es por esto que, aun cuando algunas zonas de California siguen siendo el epicentro de la pandemia, no siempre se toman las medidas cruciales y aparentemente sencillas, como asegurarse de que los proveedores de atención primaria sepan cuándo están disponibles los resultados de las pruebas de COVID-19 de un paciente.

Es hora de que esta situación cambie.

A fin de garantizar que los proveedores de atención médica puedan acceder rápidamente al historial médico de un paciente, los legisladores de todo el país han establecido y colaboran con intercambios estatales de información de salud, incluyendo a los estados de Maryland, Nebraska, Carolina del Norte y Arizona, pero no California.

Más que salvar vidas individuales, estas alianzas también pueden mejorar enormemente la salud pública y ayudar a combatir la pandemia, especialmente en las comunidades vulnerables.

Al agregar datos en tiempo real en múltiples entornos de atención médica, desde salas de emergencia y farmacias a departamentos de salud pública y laboratorios, el intercambio de información de salud a nivel estatal puede ofrecer a los operadores de salud información valiosa sobre quiénes tienen acceso a la atención y dónde, permitiéndoles desplazar recursos esenciales como los respiradores, identificar las camas disponibles en una unidad de cuidados intensivos y prever futuros lugares críticos.

Con la compleja distribución de la vacuna contra el COVID-19 en curso, los intercambios de información de salud también pueden ayudar a identificar a las personas vulnerables y asistir a los proveedores y a los departamentos de salud pública a contactarlas rápidamente usando información confiable en su idioma preferido.

Estos sistemas pueden ayudar a identificar los efectos secundarios de la vacuna e informar a los proveedores cuándo sus pacientes deben recibir la segunda dosis, de modo que los sistemas de salud que ya se encuentran al límite de capacidad puedan enfocarse en salvar vidas.

En enero, el gobernador Newsom presentó una propuesta presupuestaria que permitiría a California conectar finalmente los sistemas de información sanitaria en todo el estado. Acompañándolo en esta medida alentadora, el presidente del Comité de Salud de la Asamblea, Jim Wood, anunció sus intenciones de elaborar una legislación para aprovechar el potencial de este tipo de sistema.

Espero que la medida aporte el impulso largamente merecido y necesario para eliminar la práctica de almacenar la información médica de forma aislada, la cual obstaculiza el cuidado de los pacientes, y para fortalecer nuestro sistema de salud pública.Mientras el COVID-19 sigue haciendo estragos, es hora de que dejemos de depender de las máquinas de fax y empecemos a hablar los idiomas de los demás.

El autor es el fundador y director ejecutivo de ConsejoSano en Los Ángeles y miembro del consejo de la red de datos sanitarios de California, Manifest MedEx. ConsejoSano es una solución enfocada en la participación de los pacientes en el mejor uso del sistema de salud.

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