El suicidio, una amenaza durante la pandemia entre latinos

Aún no hay datos que indiquen si el número de suicidios se incrementó durante 2020

Jovana Alcántara, una joven mexicana que se dedicada a evitar el suicidio. (Cortesía Joana Alcántara)

Jovana Alcántara, una joven mexicana que se dedicada a evitar el suicidio. (Cortesía Joana Alcántara) Crédito: Cortesía

Hace 11 años, Jovana Alcántara estaba decidida a quitarse la vida. “Para qué quiero vivir si no voy a poder trabajar, sustentarme a mi misma ni casarme. No quiero vivir así, sin amigos, sin salir”, se dijo a sí misma esta joven mexicana de 29 años, quien sufre de parálisis cerebral motriz, lo que la obliga a depender de una silla de ruedas.

Con el pensamiento de acabar con su vida, Jovana espero que todos se durmieran y se encerró en su cuarto. “Agarré una navaja cutter. Pensé que si me hacía una cortada en serio y profunda, me desangraría y moriría fácilmente, sin que nadie se diera cuenta”.

“Hasta aquí llegue”, fue lo último que se dijo. Pero cuando estaba a punto de infligirse la incisión que le arrancaría la vida, cuenta que escuchó como si una voz le hablara y le dijera, “¡no lo hagas! ¡Te amo! ¡Tengo planes para ti! Para mí era la voz de Dios”, dice Jovana.

Este mes se cumplió el primer aniversario de la pandemia de COVID-19 en Estados Unidos, la cual ha cobrado la vida de más de 500,000 personas y provocó que millones perdieran su empleo y tuvieran que aislarse, lo que ha provocado un aumento de problemas de salud mental.

Un reporte del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), mostró que durante los primeros meses de la pandemia, más de un cuarto de los adultos en Estados Unidos, experimentaron depresión; y la prevalencia entre los latinos era mayor. El 28.6% de los que respondieron al sondeo, dijeron que sufrían depresión, 18.2% comenzaron a usar drogas y el 8.4% tuvieron pensamientos suicidas.

La encuesta también encontró que la gente estaba preocupada por una posible pérdida del empleo, cómo conseguir cuidado de salud y suficiente comida así como por la posible pérdida de la vivienda. Más que ningún otro grupo, los hispanos manifestaron estar preocupados por la inestabilidad en la vivienda y por no tener comida en su mesa.

La doctora Christine Moutier, jefa médico de la Fundación Americana en la Prevención del Suicidio, dijo en un comunicado que mientras los factores que son un riesgo de suicidio, como la ansiedad, el aislamiento social y el estrés económico aumentaron durante la pandemia, no tienen aún un reporte completo de 2020 que muestre los números de aquellos que se quitaron la vida. Sin embargo, los estados que han reportado hasta ahora, muestran un descenso en la tasa de suicidios; o bien, ningún cambio con relación a los años anteriores.

Jovana Alcántara da conferencias contra el suicidio. (Cortesía Jovana Alcántara)

Bullying y discriminación

A partir de su intento de suicidio, Jovana cuenta que su vida cambió y empezó a tomar otro rumbo. “Empecé un proceso de sanación de mi autoestima”.

Para entender lo que llevó a pensar en terminar con su vida, habría que remontarse a su niñez y nacimiento. “Mi mamá tuvo complicaciones durante el parto. Al nacer con forceps, me lastimaron. Y fueron mis abuelos maternos quienes se hicieron cargo de mí desde que tenía un mes y medio de nacida, quienes se dieron cuenta de mi discapacidad. Ellos notaron que algo andaba raro, y me llevaron a terapia para que pudiera aprender actividades básicas como hacer la cama y bañarme por mi misma”.

Durante la secundaria y la preparatoria, Jovana empezó a sufrir bullying por parte de sus compañeros. “En ese tiempo no se conocía como tal”.

A partir del acoso escolar, ya no quería ir a la escuela. Pero además de ser molestada por sus compañeros de clase, en su casa, sus tías solían hacer comentarios a sus abuelos, en relación a qué iba a pasar con ella cuando ellos ya no estuvieran.

“Decían que no iba a poder casarme ni hacer mi vida”. 

Así que entre el bullying que sufría en la escuela, y los comentarios de sus parientes, Jovana empezó a sentirse deprimida y enojada.

“Me comencé a cortar con un cutter  (navajas para cortar cajas). Estaba de moda la cultura Emo, y veía que se cortaban. Fue así como encontré una salida a mi frustración. Me sentía enojada por tener una discapacidad contra la que no podía luchar ni hacer nada para cambiar”.

A Jovana le tomó alrededor de 5 años, sanar sus heridas después de su intento de suicidio.

“Desde que tuve ese encuentro con Dios, mi vida cambió mucho”.

Después pensó que tenía que hacer un video para contar su experiencia, y aún con pánico escénico se decidió a hacerlo y lo subió al Facebook con el título ‘No al Suicidio’.

“Me empezaron a llegar muchos mensajes de apoyo y solidaridad, y también comentarios de personas que habían pasado por situaciones similares”.

Fue hasta que hizo el video que su familia se enteró de su intento de suicidio. “Me daba pena decir que intenté suicidarme. Cuando mi mamá, mi abuelo y algunos de mis tíos supieron, fue como una bomba. Entre líneas, me preguntaron que porque no les había dicho nada. Mis abuelos siempre me han consentido muchísimo, pero el resto de la familia, me parece que hoy son más empáticos conmigo”.

Después del video, vinieron las invitaciones a dar conferencias.

En la actualidad, Jovana tiene una página en Facebook bajo el nombre de ‘No al Suicidio’ con alrededor de 29,000 seguidores.

“Decidí crear esta página con el propósito de cada mensaje que publique aquí, Dios sea el que hable para darte ánimo y esperanza”, dice en su página en Facebook.

Jovana Alcántara, un ejemplo de fortaleza y determinación. (Cortesía Jovana Alcántara)

Pandemia y suicidio

Durante este tiempo de pandemia, para evitar problemas de depresión que nos puedan llevar al suicidio, Jovana recomienda no perder el contacto con la gente cercana, ya sea por medio de una llamada telefónica o video llamadas. 

Y aunque ella no tomó medicamentos ni recibió apoyo psicológico, pide a quienes estén pasando por depresión, buscar ayuda profesional online.

“Es muy importante hablar de lo que sientes. Ese es el primer paso para evitar el suicidio”.

Para las personas discapacitadas, la depresión es algo que siempre puede estar ahí con o sin pandemia, porque dice, se enfrentan a un mundo donde todavía hay muchos prejuicios, discriminación y bullying.

El sueño de Jovana es volver el ‘No al Suicidio’, en una organización formal de prevención del suicidio para ayudar a más gente. “Me gustaría mucho viajar para compartir el mensaje de que el suicidio no es la salida”.

Si quieres conocer más de Jovana, visítala en sus redes sociales: 

https://www.facebook.com/NoAlSuicidio.Jovana/

https://instagram.com/noalsuicidiio

https://instagram.com/jovaalc

Annel Delgado, coach de bienestar emocional. (Cortesía Annel Delgado)

Prevención del suicidio

Annel Delgado, una abogada y coach en manejo de emociones, después de retirarse del Consulado de México en Los Ángeles donde trabajó en el área de protección consular por más de 10 años, creó la página prevencióndelsuicidio.com como una plataforma para ofrecer capacitación y recursos sobre el tema a las personas que sufren pensamientos suicidas.

Annel menciona que una de las razones por las que se dedica a promover foros de concientización sobre la prevención del suicidio es porque “cuando tenía 21 años, mi mamá intentó suicidarse. En ese tiempo yo no tenía información sobre recursos, ni sabía cómo reconocer los signos o señales de una persona que está pensando en el suicidio, ya que nadie hablaba sobre esos temas”.

Desafortunadamente – explica – no son temas de los que las personas quieran hablar. “En el caso de mi madre descubrimos sus pensamientos de suicidio cuando la iban a operar, ya que le pidió al doctor que le pusiera una mayor dosis de anestesia porque ya no quería vivir”.

Fue entonces que se dieron cuenta que sufría de hipotiroidismo (una enfermedad que si no es tratada adecuadamente puede causar depresión y otras enfermedades serias). “Ella no estaba diagnosticada y por lo tanto no recibía medicamentos. Adicionalmente le encontraron bipolaridad, una condición que de acuerdo a los expertos en salud mental, es una de las enfermedades con mayor incidencia en suicidios, debido a los estados de depresión mayor que experimentan las personas que la padecen”.

Agrega Annel que nadie está exento de tener pensamientos suicidas derivados de estados de depresión o ansiedad. Ella experimentó hace tres años una severa depresión combinada con ansiedad y estrés que la hizo pensar en el suicidio. “A pesar de lo difícil que fue, en ese momento tuve que ir al psiquiatra y recibir terapia psicológica para tomar consciencia sobre mi salud mental; y aproveché para cambiar mi rutina de vida”

Cuando a Annel se le presentó la depresión, dice que llevaba una vida muy ocupada, trabajaba demasiadas horas al día, estudiaba su maestría por la noche, no comía bien, no hacía ejercicio y apenas dormía 4 horas.

Ya con una vida libre de depresión, Annel se dedica a dar capacitación a través de talleres sobre la prevención del suicidio y otros problemas de salud mental. “A la gente le da pena y le cuesta mucho hablar de depresión, violencia, bipolaridad y la ansiedad”.

En sus talleres recomienda tomar conciencia de los hábitos y el descanso adecuado, así como de la importancia de acercarse a los especialistas en salud mental para apoyarse en casos de depresión.

Hay personas que se sienten solas, más en Estados Unidos, y todo lo que necesitan es hablar con alguien, observa.

“Es muy común que la gente me diga, me quedé sin trabajo, preferiría no vivir, pero no me quito la vida porque tengo a alguien que depende de mí”.

Es muy importante – dice – distinguir entre estar triste y deprimido. “Si la tristeza te dura más de una semana, empiezas a descuidar tu aspecto físico o a tener cambios en tus hábitos alimenticios y en tus estados de sueño (dormir demasiado o muy poco), esos son signos de alerta.

“En casos de ansiedad uno de las señales más comunes, es la sensación de falta de aire, desesperación o pánico aparentemente sin una causa racional; o sentirse irritable o enojado por todo”.

Señala que todos estamos expuestos al suicidio sin importar la edad. “La ONU ha dado a conocer que los hombres tienen mayor tendencia a suicidarse, así como las personas con problemas de salud mental como la bipolaridad, esquizofrenia, depresión severa quienes sufren de alcoholismo o cualquier otro tipo de adicciones”.

En su caso, Annel atribuye la depresión sufrida al ritmo tan alto que traía de trabajo.

“Lo que me sacó de la depresión fue tomar conciencia de que estaba en un estado de depresión, acudir a un psiquiatra y tomar la medicina que se me recetó. Aunque yo al principio, lo quería resolver con Reiki y remedios naturales, y eso está bien, llega un momento en que uno necesita los medicamentos y hacer conciencia de que acudir a un psiquiatra es de lo más normal, no es de locos, más bien es de personas que desean estar bien, sentirse mejor y amar su vida”.

Su mensaje para quienes pasan por depresión, ansiedad o cualquier condición de salud mental es aceptar su condición y saber que será pasajera, ir a un especialista de salud mental y seguir sus recomendaciones, descansar, acudir a lugares donde se sientan felices como ir a la playa o algún parque para conectarte con ustedes mismos.

“Yo además de hacer eso, hice una pausa en mi vida para reencontrarme con mi espíritu, caminar, dormir lo que el cuerpo me pedía y ser feliz y aceptar mi vida tal como es”.

Otros recursos: Red Nacional de Prevención del Suicidio: 1-800-628-9454; el 911 y el 211.

En esta nota

suicidios

Suscribite al boletín de Los Ángeles

Recibe gratis las noticias más importantes de Los Ángeles diariamente en tu email

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias!

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain