Demandan a General Motors por beneficiarse del cargo de delivery de sus autos a los concesionarios

Dos clientes enojados están al frente de esta demanda que ya ha sido presentada ante el Tribunal de Distrito del Sur de California, sumándose a otra que

Foto del logo de General Motors en el edificio corporativo

La empresa es objeto de una demanda hecha por varios clientes que no están de acuerdo con el precio por el delivery de sus autos. Crédito: General Motors | Cortesía

General Motors ha sido demandada debido a ciertas irregularidades asociadas al cobro de sus tarifas de destino —también conocidas como “tarifas de flete y manejo terrestre”— las cuales podrían estar siendo manipuladas por el fabricante para obtener ganancias. Al frente de esta demanda se encuentran Robert Romoff y Joe Siciliano, dos clientes de la marca que, recientemente, realizaron compras en concesionarios. El primero de ellos recibió una tarifa de cobro a destino de $1,195 y el segundo reportó que pagó $995 bajo el mismo concepto. Estas cifras fueron el detonante que los llevó a manifestar su descontento, asegurando que habían sido obligados a pagar montos excesivos que serán aprovechados por la empresa.

La molestia es aún mayor debido a que estos montos no son negociables, se trata de un cargo que las compañías cobran a los concesionarios, una figura intermediaria que se hace responsable del monto y luego se encarga de cobrarlo al cliente. Según los demandantes, es precisamente en ese proceso donde General Motors se aprovecha de los clientes para obtener ganancias derivadas indirectamente de un servicio cuyo costo poco tiene que ver con los montos habituales.

Foto del interior de una planta de General Motors
Según esta demanda, General Motors estaría obteniendo ganancias derivadas de los cargos por destino./ Foto: cortesía General Motors

La demanda —llevada por Kaliel Gold PLLC y Kopelowitz Ostrow Ferguson Weiselberg Gilbert— ha sido presentada ante el Tribunal del Distrito Sur de California y representa la segunda, en menos de un mes, bajo este mismo concepto, ya que estos abogados también están al frente de otra acción legal en contra de Chrysler emitida el mes pasado. La noticia recae sobre General Motors en un momento de grandes logros: la compañía está trabajando, junto a Lockheed Martin, en la construcción de un vehículo lunar eléctrico que será usado por los astronautas del programa Artemis 2024.

En una investigación llevada a cabo por Consumer Reports en febrero, se demuestra como los grandes fabricantes convirtieron esta estrategia en una tendencia al aumentar su promedio de cobro a destino de $839 en 2011 a $1,244 en 2020, una práctica que termina influyendo irremediablemente en el precio final del vehículo. Según esta agencia, tanto los grandes fabricantes como los concesionarios, en su papel de intermediarios, poco hablan de estas tarifas y para cuando llegan a manos de los clientes es demasiado tarde.

El estudio también deja muy claro que la naturaleza de estas tarifas es realmente desconocida. Nadie sabe explicar cómo son determinadas o a qué obedecen, algo que deja mucho que desear sobre la transparencia de los fabricantes y envuelve sus operaciones en todo un halo de misterio, llevando a los expertos a considerar estas prácticas como una forma de aumentar los precios de los autos sin notificar al público.

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