Se dispara consumo del cristal y aumentan muertes por sobredosis durante la pandemia

Joven latino narra cómo salió del infierno del cristal y explica que la depresión por la falta de empleo motivó el repunte en el uso de la droga

El operativo se enfocó en nueve ciudades de Estados Unidos.

El consumo de metanfetaminas se ha incrementado durante la pandemia.  Crédito: ANTHONY WALLACE | AFP / Getty Images

Durante dos años y medio, Edwin Sánchez consumió metanfetamina todos los días, al grado tal que acabó viviendo en la calle mientras que su familia no sabía si estaba vivo o muerto y lo reportaron como desaparecido.

“Viví en el carro, anduve de casa en casa hasta que terminé en una casa de campaña”, dice Edwin cuya adicción por el cristal, como también se le conoce a la metanfetamina, comenzó a los 27 años.

“Yo era un niño de casa. Vivía con mi familia. Trabajaba como mesero de banquetes especiales, pero sufría depresión y me habían diagnosticado con VIH”.

 Edwin encontró alivio a su depresión en el uso de la cocaína y dos meses después se topó con la metanfetamina, una droga definida por el National Institute of Drug Abuse, como “un estimulante poderoso y sumamente adictivo que afecta el sistema nervioso central”.

Es descrito como un polvo blanco cristalino, inodoro y de sabor amargo que se disuelve fácilmente en agua o alcohol.

Edwin dice que la adicción se le desarrolló muy rápido, y estaba tan metido en el uso del cristal que llegó a consumirlo inyectado.

“Mi adicción me llevó a perder mi trabajo, mi familia y amigos. Me metí en una relación tóxica con una persona que entraba y salía de la prisión y me golpeaba”.

Edwin Sánchez con su madre Mayela Ibarra. (Cortesía Edwin Estrada)

Cuando comenzó con el consumo de cristal, se sentía feliz y lleno de energía por horas. “Te sientes como superman, es como una bebida que te da una energía que nunca se acaba, pero con el tiempo empecé a desarrollar psicosis. Escuchaba y veía cosas. No sabía qué era verdad o mentira. Te vuelves prisionero de tu propia mente”.

Lo que es más, perdió tanto peso que llegó a las 118 libras y él mismo ya no se reconocía en el espejo. “Me veía como un muerto y extrañaba a mi familia, a mis sobrinos. La súper energía que me daba la metanfetamina ya no estaba y me sentía triste y solo”.

La pesadilla parecía que iba a llegar a su fin cuando en 2015 estuvo en rehabilitación por tres meses y medio. “Por primera vez me sentí feliz y sin depresión”.

Desafortunadamente, al poco tiempo volvió a caer en el consumo de la metanfetamina. “Lo que me hizo parar fue que a pesar del cristal, mi tristeza y soledad no cesaban. Ya no me sentía feliz y no quería vivir con miedo todo el día”.

Por suerte, dos meses y medio después, regresó a un centro de rehabilitación por su propia voluntad y esta vez fue definitivo. Edwin lleva seis años en sobriedad. 

“Pasaron como dos años para que se me quitaran todos los síntomas negativos que me dejó el cristal. Es raro, pero sentía como que siempre me estaban viendo”.

En la actualidad, Edwin de 35 años de edad, trabaja ayudando a la comunidad LGBT a superar las adicciones en La Fuente Hollywood Treatment Center. “Mi vida es completamente diferente. También regresé a la escuela. Estoy estudiando servicios humanos y psicología. Quiero entender qué me pasó porque yo pensaba que era de mente débil como me decía mi familia mexicana”.

Debido al incremento en el consumo de metanfetamina durante la pandemia, el Departamento de Salud Pública del condado de Los Ángeles lanzó la fase dos de la campaña educativa “El Condado de LA libre de metanfetamina” (Meth Free LA County) en un esfuerzo para combatir el aumento entre los angelinos.

Entre marzo y diciembre de 2020, se registró un alza de 52% en las muertes accidentales por sobredosis asociadas con la metanfetamina, comparado con el mismo periodo de 10 meses de 2019.

Si se puede dejar la adicción al cristal. Edwin Sánchez es una prueba viviente. (Cortesía Edwin Estrada)

Edwin considera que el alza en el consumo de esta droga altamente adictiva, tiene que ver con que es muy fácil adquirirla. “Te metes al Internet y la consigues en un minuto. Basta con meterte a una aplicación de teléfono”.

Pero además opina que se disparó durante la pandemia, debido a que ayuda a lidiar con la depresión. “Te aumenta la dopamina – el químico que te hace sentir feliz-  al 12,000% y te ayuda a escapar de la realidad. Pierdes la percepción del tiempo”.

Lo que sucedió en 2020, dice, es que mucha gente que perdió su trabajo, se deprimió en su casa y el cristal te ayuda a escapar de la realidad y te hace vivir en una fantasía.

Te quita el miedo. Las personas adictas te dicen que covid no existe. Incluso se pasan usándolo porque creen que los protege del virus”.

Explica que la comunidad gay, bisexual y las mujeres trans lo usan mucho porque los hace sentir libres de culpa ya que el mundo se pasa diciéndoles que son malos. “Cuando encuentras esta droga, te sientes libre de la culpa y de toda la carga negativa”.

Con base en su experiencia, Edwin dice que hay que ofrecerle a la gente con esta adicción, rehabilitación en lugar de cárcel.

“En Los Ángeles, no hay suficientes programas de rehabilitación en especial para la comunidad latina. Medical siempre tiene listas de espera. Debes esperar semanas por una cama. Y además hay solo como dos centros bilingües”.

A raíz de que dejó el cristal, Edwin dice que se siente pleno porque puede trabajar, estudiar y ayudar a otros. “Soy un dreamer y gracias a Dios nunca me metí en problemas con la policía y pude mantener mi DACA”.

El DACA es el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia que autoriza un permiso de trabajo a renovar cada dos años, y evita la deportación.

Metanfetamina cristalizada. (Wikimedia commons)

La campaña “El Condado de LA libre de metanfetamina” está diseñada para crear consciencia entre dos grupos: poblaciones en alto riesgo y las familias, amigos y otros aliados.

“El consumo de metanfetamina en el condado de Los Ángeles ha aumentado dramáticamente desde el comienzo de la pandemia. Solo en el 2020, hubo 1,389 muertes accidentales por sobredosis ligadas al uso de la metanfetamina, lo que equivale a un promedio de 3.8 muertes por día, de las cuales todas fueron prevenibles”, dice la doctora Bárbara Ferrer, directora de Salud Pública del Condado de LA.

Afirma que con la campaña “El condado de LA libre de metanfetamina”, buscan llegar a quienes sufren con el consumo y adicción de la metanfetamina para educarlos a ellos y a sus seres queridos sobre cómo obtener ayuda.

El punto central de esta campaña destaca que la metanfetamina puede y ha afectado a gente de todos los ámbitos de la vida. Ningún grupo demográfico puede ser considerado la cara de la metanfetamina, lo que obliga a identificar temprano cuáles son las señales y síntomas de su uso.

“Hicimos de la equidad el principio rector de la respuesta a covid-19 en el condado y la equidad debe ser la contestación a problemas relacionados con la salud pública como la adicción a la metanfetamina”, dice Hilda Solis, presidenta de la Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles. 

Señala que todos podemos hacer una gran diferencia en las vidas de quienes necesitan apoyo. “El condado de Los Ángeles está para ayudar a los residentes a recibir los servicios que necesitan para recuperarse del abuso de sustancias”.

Para obtener más información sobre las opciones de prevención y tratamiento de la metanfetamina, visita el sitio web http://www.MethFreeLACounty.org 

El uso de cristal en Los Ángeles, es responsable de la mayor parte de sobredosis por encima de cualquier otra droga.

 

 

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