El próximo alcalde de Los Ángeles debe ser latino

En estos días, el Senado estudia varios nombramientos a cargos diplomáticos en la administración Biden.

Uno de ellos es el alcalde de Los Ángeles Eric Garcetti, a quien Joe Biden designó como embajador en la India.

El nombramiento, que había trascendido a los medios hace meses, se hizo público el 9 de julio,

Muy pronto sobrevino un alud de negociaciones y trascendidos sobre la identidad de quien reemplazará a Garcetti al frente de la segunda ciudad más populosa de Estados Unidos.

De esta manera se adelantó la campaña electoral que de cualquier manera iba a suceder ya que el término de Garcetti vencía en diciembre de 2022.

Una vez aprobado el nuevo embajador por el Senado, asumirá el puesto de manera temporal Nury Martínez, presidenta del Concejo municipal, un cargo rotativo.

El Concejo podría convocar a elecciones especiales, pero es probable que mantenga al reemplazante hasta las próximas elecciones municipales, el 8 de noviembre de 2022. Las primarias que determinarán a los dos candidatos finalistas, se celebrarán el 7 de junio de 2022.

Han surgido ya varios candidatos.

El fiscal municipal Mike Feuer se postuló a comienzos de marzo de 2021. Fue asambleísta estatal por seis años y también concejal por el distrito 5.

El concejal Joe Buscaíno, de origen italiano y  quien representa el distrito 15 desde 2012, anunció su candidatura inmediatamente después de Feuer, todavía en marzo.

Parecía que la congresista y veterana activista Karen Bass está interesada en el puesto, aunque, un portavoz hizo saber recientemente que no era el momento.

Lo mismo hizo saber el concejal Mark Ridley-Thomas, veterano líder de la comunidad afroamericana de la ciudad. No se postula.

Además de ellos, hay una lista de candidatos por cuenta propia, desconocidos y sin posibilidades de ganar.

Ahora bien: Eric Garcetti ha sido un buen alcalde. Le tocó ejercer el cargo en un periplo difícil, definido por el coronavirus y el aumento en la población de desamparados. Pero bajo su gobierno también mejoró el sistema de transporte en un intento de disminuir la cantidad de vehículos.

En esta era de crisis, las necesidades de las  comunidades de color y los residentes de bajos ingresos se imponen, y las tareas que esperan al nuevo alcalde son gigantescas.

Primero, intensificar la lucha contra el azote del coronavirus.

Los Ángeles ha dado el ejemplo al resto del país en varios aspectos. Requiere vacunación de los empleados municipales, incluyendo a policías y bomberos.

Requerirá prueba de vacunación para entrar a restaurantes y bares, gimnasios, tiendas al por menor, salas de conciertos, estadios y cines.

Pero el número de hospitalizaciones sigue siendo muy alto.

En segundo lugar, el aumento en el número de desamparados motivado por la creciente pobreza y cuyas carpas abundan en esquinas, parques y carreteras.

Luego, los inminentes desalojos por impago de alquiler durante el COVID, cuya protección vence en unos días.  La desaparición de decenas de miles de fuentes de trabajo.La pérdida de más de un año de estudios por parte de los niños en las escuelas públicas, donde las alternativas de estudio remoto son insuficientes. Miles de niños han simplemente dejado de estudiar.

A ello se agregan los problemas crónicos de la ciudad: la falta de vivienda asequible, la necesidad de modernizar el departamento de policía y atender el aumento en los asesinatos en la ciudad, el de una red de transporte público adecuada.

En todos estos rubros, si bien el Concejo legisla, el intendente tiene amplia autoridad como director ejecutivo de la ciudad, para representarla, organizar su administración y planificar las prioridades del presupuesto.

Más allá de las candidaturas actuales, la realidad es que el próximo alcalde debe representar y servir a toda la población. Y esta población es mayormente latina.

En una ciudad como Los Ángeles, es crucial que el alcalde refleje la composición de la población, conozca su cultura y necesidades y responda eficaz y rápidamente a las actuales crisis cuya solución no puede esperar.

Para conducir a la ciudad en momentos difíciles necesitamos un líder en el cual la comunidad confíe, que sea capaz de tomar decisiones difíciles y conducir la reconstrucción de nuestra economía sin dilaciones.

Y sin bien existen servidores públicos con experiencia, conocimientos y buenas ideas entre los candidatos, la realidad impone que nuestro próximo líder municipal sea parte de la comunidad latina a la que de esta manera pueda representar de la mejor manera.

Es por eso que en 2005, la elección de Antonio Villaraigosa a la alcaldía despertó tanto entusiasmo y esperanzas. Es por eso que su sucesor Garcetti menciona a menudo sus raíces mexicanas y su dominio del español.

No hay sustitutos a un alcalde, un líder de Los Ángeles que -además de cumplir con todos los requisitos que lo califiquen- sea parte de nuestra comunidad.