¿La vendió? Elon Musk sorprende y saca del mercado la última mansión que le quedaba

El magnate Elon Musk, de 50 años, tuvo un 2020 muy movido, tan movido que hasta se puso a vender todas sus propiedades, con excepción de la que poseía en Hillsborough, California.

A pesar del gran apego que tenía con esa mansión y de que solía alquilarla para eventos, el CEO de SpaceX y de Tesla optó por sumarla, en junio pasado, a su amplia cartera inmobiliaria.

Tal y como sucedió con el resto de sus casas, Musk decidió que él mismo la promocionaría y así lo dejó entrever por medio de Twitter.

“Estoy decidido a vender a última casa que me queda. Solo necesita una familia numerosa para vivir ahí. Es un lugar especial”, escribió el multimillonario en su tweet, quien aclaró que los potenciales compradores no lidiarían con intermediarios, sino que todo lo verían directamente con el dueño.

Aunque apenas han pasado tres meses de que el inmueble fue añadido al mercado, por $37.5 millones de dólares, Musk optó por mejor retirar el anuncio, desconociéndose, hasta el momento, las razones que lo llevaron a tomar esa decisión, si fue porque decidió quedárselo o si porque lo vendió.

La mansión, que data del año 1912, fue comprada por el empresario, en el 2015, por $23.4 millones de dólares, por lo que de haber concretado la venta hubiera obtenido una ganancia cercana a los $14 millones de dólares.

De acuerdo a la ficha técnica, dada a conocer por diversos medios especializados en la venta de bienes raíces, la residencia cuenta con una extensión de 16,000 pies cuadrados, con nueve recámaras, con 9.5 baños y está distribuida a lo largo de tres pisos.

También goza de vestíbulo, de dos cocinas, de comedor, de sala de estar, de sala principal, de sala de piano, de sala de televisión, de oficina, de biblioteca, de cava de vinos, de cava de licor, de salón de eventos, de comedor para banquetes, de garaje para ocho automóviles, entre otras habitaciones.

Al exterior, en su lote de 47 acres, cuenta con extensas áreas verdes, con estanque, con fuentes, con piscina con su respectiva área de spa, con terrazas, con senderos, con cañón privado, entre otras amenidades.

Antes de pasar a manos de Elon Musk, el inmueble perteneció a la aristocracia y el último propietario fue Christian de Guigné IV, quien falleció en el 2019.

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