Conmemoran a las víctimas del Sida en Los Ángeles

Reinauguran el monumento The Wall Las Memorias en Lincoln Park; destacan los retos contra el uso y abuso de opioides y metanfetaminas entre la comunidad LGBTQ

Inauguración del monumento The Wall Las Memorias.

Inauguración del monumento The Wall Las Memorias. Crédito: Jorge Macías | Impremedia

Un total de 1,400 nombres fueron agregados a The Wall Las Memorias, el monumento en Lincoln Park que fue creado para recordar a miles de hombres y mujeres, latinos, afroamericanos, blancos y de todas las razas que han muerto a causa del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida).

La renovación del monumento erigido en 2004, en el 3600 al norte de Mission Road, de Los Ángeles,  contenía grabados los nombres de 360 personas que murieron de dicha enfermedad.

“El Día Mundial del Sida es la oportunidad que tenemos para hablarle al mundo que todavía no hay vacuna para esta enfermedad”, dijo a La Opinión, Richard Zaldívar, director ejecutivo de The Wall Las Memorias.

“Es importante que nunca olvidemos que el problema del Sida continua en nuestra comunidad, que se ha agravado más por la pandemia de Covid-19, la sobredosis y el consumo de metanfetaminas”.

Bernardo Gómez. (Jorge Macías)

Zaldívar informó que muchos de los nuevos nombres agregados al monumento provienen de personas que eran atendidos en el albergue de Tijuana, México.

El Día Mundial del Sida se fundó en 1988. Se observa en todo el mundo cada 1 de diciembre para crear conciencia sobre la enfermedad y honrar a las personas que han muerto a causa de este síndrome.

El tema de este año fue “Poner fin a las inequidades. Poner fin al Sida y poner fin a las pandemias”.

Zaldívar subrayó que durante la pandemia todo estuvo cerrado y fue muy difícil recibir atención para las personas que tienen o están en riesgo de contraer VIH.

“Ahora también estamos lidiando con el aumento del uso de drogas y algunos murieron por sobredosis”, agregó.

En efecto, basado en un estudio de UCLA  denominado “Uso de metanfetamina y VIH en HSH, hombres que tienen sexo con otros hombres, en Los Ángeles: Biología y comportamiento”, el doctor Steve Shoptaw del Departamento de Medicina Familiar de la universidad concluyó que, entre 581 hombres de color, además de nueve muertes, 8 personas que tienen VIH consumieron cocaína; 21 crack; 18 ecstasy; 4 opioides; 52 marihuana; 57 metanfetamina y 23 la llamada party drug (antidepresivos, marihuana y estimulantes).

Rosa Corral y Richard Zaldívar. (Jorge Macías)

“La pandemia del coronavirus que impidió a muchos no hacerse la prueba del VIH y las drogas son una receta mortal para la comunidad gay”, dijo Zaldívar. “Fue muy duro porque muchos estaban solos y la verdad es que la comunidad LGTBQ experimentaron la soledad y lo único que buscan es una familia que los ame”.

Entre los presentes estaba Rosa Corral, quien todavía llora la muerte de su hermano Ernesto, en 1992. 

“Ernie murió de SIDA y su esposo Darrell también”, dijo Rosa.

Durante la reedificación del monumento de The Wall Las Memorias,  el concejal de Los Ángeles Gil Cedillo dio a conocer su iniciativa para recaudar $ 1.4 millones para develar y ahora renovar el Monumento al Sida.

“El 1 de diciembre de 2004 dedicamos el primer monumento al Sida financiado con fondos públicos en la nación ante miles de simpatizantes y líderes comunitarios”, declaró Cedillo.

Un jardín de luz que representa las almas de las víctimas del Sida en el parque Lincoln. (Jorge Macías)

“Nos dimos cuenta de que la comunidad latina estaba sufriendo durante una época turbulenta en la que las infecciones por VIH / SIDA aumentaron un 130% entre los latinos LGBTQ en la década de 1990 en Los Ángeles”.

De acuerdo con las últimas cifras disponibles de los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC ), en Estados Unidos los latinos también se ven fuertemente afectados por el VIH / SIDA, representando el 29% (10,502) de todos los nuevos diagnósticos con el Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH), precursor del Sida.

“El Covid-19 y el Sida continúan entre nosotros y la comunidad latina necesita continuar luchando contra ambos y practicar conductas seguras para controlar y poner fin a estas devastadoras epidemias”, dijo el funcionario.

En números

A nivel federal, el programa  Poniendo fin a la epidemia del VIH: un plan para Estados Unidos (EHE) halló que los nuevos contagios de VIH se centran en 50 condados del país, y ocho de ellos son prioritarios y pertenecen a California: San Francisco, Los Ángeles, San Diego, Riverside, Alameda, Sacramento, Orange y San Bernardino, en ese orden.

A fines de 2019 en los Estados Unidos en seis áreas que incluyeron California, Texas, Luisiana, Carolina del Sur y Nueva York, 1.059,784 adultos y adolescentes (hombres y mujeres) vivían con una infección por VIH diagnosticada.

Entre los 811,640 adultos y adolescentes asignados al sexo masculino al nacer que vivían con una infección por VIH, el 35% eran afroamericanos, el 32% eran blancos, el 26% eran latinos, el 5% eran multirraciales y el 2% eran asiáticos.

Entre 248,144 adultos y adolescentes asignados al sexo femenino al nacer que vivían con una infección por VIH diagnosticada, el 57% eran mujeres afroamericanas; el 21% eran latinas; el 16% eran blancas, el 5% eran multirraciales y el 1% eran asiáticas.

Mensaje clave

“En el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, ánimo a todos a conmemorar todas las vidas que esta enfermedad ha cobrado por 40 años. Igualmente me gustaría animar a todos a que nos sigamos educando sobre esta enfermedad, hagamos conciencia y que desarraiguemos los estigmas asociados con el SIDA”, declaró a La Opinión, la supervisora del condado de Los Ángeles, Hilda Solís.

“Durante la pandemia del COVID-19, los casos de enfermedades venéreas han incrementado de una manera alarmante. Por esa razón me complace que mi moción para abordar esta crisis haya sido aprobada en septiembre de este año”, añadió.

Dicha moción creará un plan para abordar la crisis de enfermedades venéreas, incluyendo el VIH/SIDA, y a la vez llevar recursos equitativamente a las comunidades más desfavorecidas para prevenir enfermedades, proveer tratamiento y eventualmente acabar con la epidemia.

Ged Kenslea, portavoz de AIDS Healthcare Foundation (AHF) de Los Angeles, dijo que un mensaje clave para la comunidad LGBTQ en este Día Mundial del SIDA es que el VIH y el SIDA son afecciones graves, pero tratables, y que las personas jóvenes y mayores deben conocer su estado serológico”.

“Si es VIH positivo, debe recibir tratamiento; si es negativo, deben hacer todo lo posible para seguir siendo negativo, como usar condones, practicar sexo más seguro y hacerse la prueba con regularidad si son sexualmente activos”.

La gente puede visitar www.FreeHIVTest.net  para encontrar un lugar de prueba aquí en Los Ángeles o en todo el país”.

La AHF atiende a 7,344 pacientes latinos en todo  Estados Unidos.

“Pensé que iba a morir”

“Tienes Sida y te vas a morir en tres meses”, fue el diagnóstico de los médicos para Bernardo Gómez, un inmigrante de Guadalajara, México.

Bernardo tenía 24 años cuando le descubrieron el virus de inmunodeficiencia adquirida y hasta recibió los santos óleos.

“Nunca supe cómo ni porque me infecté”, dijo Bernardo, a La Opinión. “Los doctores me dijeron que tenía muchas enfermedades oportunistas y la más fuerte era neumonía”.

Hoy, con 48 años, recuerda que, del hospital informaron a sus familiares que le quedaba poco tiempo de vida.

“Se me cerró el mundo; en aquel entonces no se escuchaba de la gente que se moría; se hablaba solamente de los efectos secundarios de las medicinas, pero con los años empezaron los tratamientos”, expresó.

“Bernardo debía respirar por medio de una máquina. Estaba desahuciado, pero…, Dios me dio una segunda oportunidad de vivir”, siguió. “Allá por 1997 comenzaron nuevos tratamientos y salí del hospital a los tres meses”.

En esos momentos Bernardo no tenía casi ningunas células CD4, que ayudan al organismo humano a protegerlo de cualquier enfermedad.

“El virus mata esas células”, dijo. “Yo no sabía por qué me había infectado, porque sinceramente no soy una persona que anduvo de aquí a allá”.

Al cuarto mes de haber sido dado de alta del hospital, su estatus con  el VIH resultó indetectable a una prueba.

“Dios me dio una segunda oportunidad de vida”, dijo. “Cada día empecé a estar mejor y hoy solamente tengo que tomarme una pastilla, como si fuera una vitamina”.

Bernardo  es el encargado de realizar las pruebas de VIH a personas que lo soliciten en la organización sin fines de lucro de The Wall Las Memorias.

“Pensé que ya no tenía escapatoria y que en cualquier momento moriría, pero tomé mis medicamentos y me recuperé”, concluyó Bernardo. “Hoy asesoro a quienes están en tratamiento, yo sé cómo guiarles y hacerles sentir que no están solos”.

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