Cómo vivir mejor con una enfermedad pulmonar crónica


Si tienes una enfermedad pulmonar obstructiva crónica, estas estrategias pueden ayudarte a respirar mejor y a ser más activo

By Leslie Quander Wooldridge

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (COPD por sus siglas en inglés) es en realidad un grupo de enfermedades pulmonares progresivas como el enfisema y la bronquitis crónica, que pueden dificultar la respiración. Más de 15 millones de estadounidenses han sido diagnosticados con COPD, pero muchos más probablemente no saben que padecen esta enfermedad.

Aunque el tabaquismo es una de las causas principales de COPD, hasta el 30% de las personas que padecen la enfermedad nunca han fumado. El asma, ciertos factores genéticos y la exposición prolongada al polvo o vapores químicos también son factores de riesgo. Si tienes dificultad para respirar, tos o estornudos crónicos, o produces demasiada mucosidad, el médico puede diagnosticarte COPD después de elaborar tu historial de salud, evaluar tus síntomas y ordenar pruebas que pueden incluir una prueba de la función pulmonar y una radiografía del tórax.

Las personas que padecen COPD pueden tener brotes de síntomas (también denominados “exacerbaciones”). Si alguna vez tienes dificultad para respirar de forma grave o tus labios se ponen azules, llama al 911.

La enfermedad COPD no tiene cura, pero los tratamientos y los cambios de vida pueden ayudar a aliviar los síntomas, mantenerte fuera del hospital e incluso hacer que la enfermedad avance más lentamente. Según una revisión de enero de 2022 de la Colaboración Cochrane, las personas que hicieron esos cambios para controlar mejor los síntomas de COPD tuvieron menos probabilidades de acabar en un hospital y experimentaron una mejor calidad de vida en general.

Esto es lo que debes saber sobre las terapias médicas para la enfermedad COPD, además de lo que puedes hacer por tu cuenta para aliviar los síntomas.

Cómo encontrar alivio

Aléjate de las situaciones perjudiciales. “Lo primero es reducir los daños”, dice la doctora MeiLan Han, portavoz de la Asociación Americana del Pulmón y profesora de medicina y jefa de cuidados pulmonares y críticos de la Universidad de Michigan. Así que, si fumas, deja de hacerlo, y evita respirar el humo de segunda mano y el aire contaminado siempre que sea posible.

Recibe tratamiento. El médico suele recetar tratamientos inhalados, como broncodilatadores (incluidos los inhaladores de albuterol) y esteroides, que pueden ayudar a mantener abiertas las vías respiratorias, explica Han. Se pueden usar cuando sea necesario o de forma regular, dependiendo de los síntomas. (Las personas con enfermedad avanzada pueden necesitar oxígeno o cirugía pulmonar). Pero no existe un enfoque único para todos y es importante someterse a revisiones periódicas.

Controla los brotes. No poder respirar puede crear “pánico”, dice Han. Junto con los inhaladores, existe una técnica llamada respiración con los labios fruncidos que puede ayudar en situaciones que no sean de emergencia, ya que lleva más oxígeno a los pulmones. Para hacerlo, inhala a través de la nariz, luego frunce los labios como si fueras a silbar y exhala, explica Han. Comprueba si puedes exhalar más tiempo del que inhalas y repite la operación.

Sigue una rutina de ejercicios. La actividad física es fundamental para las personas con COPD, dice Han, y debe adaptarse a la cantidad de esfuerzo que puedas tolerar. Existen programas de rehabilitación pulmonar supervisados o monitoreados, tanto en persona como en línea, que pueden reducir los brotes y mejorar la calidad de vida, dice el doctor Sarath Raju, especialista en medicina pulmonar y de cuidados intensivos de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore. Si no puedes participar en un programa, caminar o usar una bicicleta estacionaria o una caminadora para aumentar tu resistencia puede ayudarte, añade Raju.

Mantén un peso saludable. La falta de peso o el sobrepeso están relacionados con complicaciones de la enfermedad COPD. Abastécete de alimentos nutritivos fáciles de preparar, como frutas o verduras precortadas, sugiere la Asociación Americana del Pulmón.

Busca apoyo. Es normal sentirse deprimido o ansioso si padeces COPD, dice Han. Si es así, pídele a tu médico una remisión a un especialista de salud mental. Considera también la posibilidad de unirte a un grupo de apoyo para personas con COPD, como el Better Breathers Club (club “respirar mejor”) de la Asociación Americana del Pulmón o COPD360social, una comunidad en línea administrada por la Fundación COPD.

Por qué es clave evitar el COVID-19

Las personas con COPD corren el riesgo de sufrir complicaciones graves por el COVID-19. Y las infecciones respiratorias recurrentes en personas con COPD pueden conducir a un empeoramiento de la función pulmonar y de la salud con el paso del tiempo, dice Raju. Por eso, además de las vacunas contra la gripe y antineumocócica, las personas con COPD deben mantenerse al día con sus vacunas y refuerzos contra el COVID-19, afirma.

Según la Asociación Americana del Pulmón, también es bueno tomar precauciones adicionales, como usar una mascarilla de alta calidad en espacios concurridos. Si te enfermas de COVID-19, informa de inmediato a tu médico porque puedes ser candidato para recibir el antiviral Paxlovid.

Nota del editor: Una versión de este artículo también se publicó en la edición de noviembre de 2022 de Consumer Reports On Health.

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