Dispositivo de Extensión de Huesos con Uso de Imanes en Stanford Children’s Health Evita que los Niños Sientan Dolor y Tengan Riesgo de Infección

* A Andrew Hirsch, de 18 años de edad, proveniente de Walnut Creek,
California, se le extendió el fémur en más de una pulgada. Andrew sabe
por experiencia cómo el nuevo dispositivo supera las antiguas técnicas
de extensión de huesos.


STANFORD, California–(BUSINESS WIRE)–Los cirujanos ortopédicos han desarrollado un nuevo dispositivo que
reduce el dolor, las cicatrices y el riesgo de infección relacionados
con la extensión de huesos de la pierna. Reemplaza los incómodos
fijadores externos que deben ajustarse al exterior de la pierna con
ganchos que atraviesan la piel con una barra telescópica con uso de
imanes, que se implanta dentro del hueso en su totalidad.

“Este dispositivo es un gran avance para los niños con una pierna más
larga que la otra”, afirma el cirujano ortopédico de Stanford
Children’s Health
, el doctor Scott
Hoffinger
, que lo ha usado en siete pacientes, entre los que se
incluye el primer niño del norte de California en recibir el nuevo
implante.

Para extender un hueso con el dispositivo viejo o con el nuevo, el
cirujano rompe el hueso en sentido transversal con una sierra y separa
los extremos un milímetro. El cuerpo genera nuevo hueso en el espacio.
El paciente ajusta el fijador para separar los extremos del hueso medio
milímetro dos veces al día, hasta que el hueso alcanza el largo deseado.
El fijador permanece en la pierna hasta que el hueso haya solidificado.

Ahora, en lugar de colocar un aparatoso fijador externo en la pierna del
paciente, los cirujanos pueden lograr los mismos resultados colocando
una barra telescópica dentro del hueso y extendiéndolo. El implante
contiene un motor con uso de imanes. El paciente sostiene un motor
magnético compatible contra la pierna dos veces al día durante sesiones
de estiramiento de seis minutos.

“La mayor ventaja es que podemos extender el hueso de un niño sin tener
que perforar la piel y los músculos durante meses con un fijador
externo”, explica Hoffinger, un profesor clínico asociado de cirugía
ortopédica en Stanford
University School of Medicine
y Lucile
Packard Children’s Hospital Stanford
“No tener un fijador aparatoso
por fuera de la pierna con tornillos que atraviesan el hueso es más
cómodo para el paciente tanto física como psicológicamente”.

El marco externo aún es necesario en casos en los que el hueso de la
pierna necesita ser enderezado, como cuando el ángulo del pie de un niño
no es el correcto. Sin embargo, el nuevo dispositivo interno con uso de
imanes funciona para la mayoría de los niños con una pierna más larga
que la otra. Las diferencias en el largo de las piernas pueden
producirse debido a afecciones congénitas que causan problemas en el
crecimiento de los huesos, fracturas que sueldan mal por lo que el hueso
queda torcido y tumores o trastornos en los vasos sanguíneos que afectan
los cartílagos de crecimiento del hueso.

Nadie conocer mejor las ventajas del implante magnético que Andrew
Hirsch, de 18 años, uno de los pocos pacientes a quien se le han
extendido los huesos de las piernas tanto con la técnica vieja como con
la nueva. Andrew nació con hemimelia
fibular
, una enfermedad que hizo que su pierna derecha fuera más
corta que la izquierda y que creciera muy lentamente. Tuvo el antiguo
fijador externo, que se usó para extender los huesos inferiores de su
pierna casi tres pulgadas, en 2010, cuando tenía 13 años. Pero unos años
más tarde, después de un estirón, el largo de sus piernas volvió a ser
diferente. Para entonces, Hoffinger había comenzado a usar el
dispositivo interno en otros pacientes y pensó que se adaptaría a las
necesidades de Andrew. En 2014, en Stanford
Children’s Health Specialty Services – Emeryville
, explicó cómo la
nueva tecnología podía extender en más de una pulgada el fémur derecho
de Andrew. “Me sorprendió lo mucho que este tipo de tecnología había
evolucionado en cuatro años”, comentó Andrew.

Cuando la pierna más corta de Andrew fue extendida con el fijador
externo, el proceso fue lento y doloroso. Los tornillos que atravesaban
su piel y sus músculos le tiraban cada vez que flexionaba la rodilla, y
tenía el tobillo y el pie inmovilizados por un fijador gigante en forma
de herradura. Había probabilidades de que se produjeran infecciones
alrededor de los tornillos. La extensión demoró tres meses, y caminó con
muletas durante otros tres meses más mientras el hueso nuevo
solidificaba. Hicieron falta cuatro cirugías para retirar el fijador.
Andrew perdió muchos días de clase y no podía practicar sus deportes
favoritos: béisbol, nado competitivo, patineta y waterpolo.

Cuando se le extendió el fémur con la barra interna, todo fue diferente.

“El hecho de que no hubiera nada en el exterior de su pierna después de
que se recuperó de la cirugía inicial marcó una enorme diferencia”,
recuerda la madre de Andrew, Luann Hirsch. “Realmente nos ahorró muchos
problemas porque con el dispositivo externo luchábamos contra las
infecciones todo el tiempo”.

En lugar de las llaves que se usaban para extender el dispositivo
externo, con el implante magnético “me dibujaron una pequeña ‘x’ con un
marcador en la pierna, yo colocaba el imán externo sobre la ‘x’, giraba
algunos interruptores y crecía medio milímetro dos veces al día”, cuenta
Andrew. “Y el dolor era mucho menos intenso”.

Su fémur derecho se extendió 37 mm, casi una pulgada y media, lo que
requirió cinco semanas de ajustes dos veces al día. Debido a que la
barra que tiene el imán es muy fuerte, Andrew no tuvo que esperar a que
el hueso solidificara para comenzar a usarlo. En su lugar, pudo caminar
apoyando la pierna derecha poco después de que se completara la
extensión.

“Cuando tomábamos radiografías de la pierna de Andrew durante el
proceso, veíamos un espacio entre los dos extremos del hueso, la barra
dentro del hueso y delgadas capas de hueso en formación alrededor de la
barra, que maduraban y se solidificaban”, recuerda Hoffinger.

El motor magnético de la pierna de Andrew se retiró el 21 de enero en el John
Muir Medical Center, Walnut Creek
. (Stanford Children’s Health y
John Muir Health están asociados para acercar servicios especializados
integrales para niños a los hogares de familias que residen en el
condado de Contra Costa y en las comunidades circundantes). Fue el
trayecto más fácil al quirófano hasta ahora: Los tres sencillos
procedimientos se completaron en un solo día y solo hizo falta que
pasara una noche en el hospital. Volvió a caminar tres días después y
todo estaba en orden cuando Hoffinger vio a Andrew en su visita de
seguimiento en Stanford
Children’s Health Specialty Services – Walnut Creek
.

El dispositivo con uso de imanes pronto ayudará a muchos más niños a
caminar con más facilidad, concluyó Hoffinger. “El nuevo dispositivo
magnético nos permite, como cirujanos, desestabilizar menos las vidas de
los niños”, afirma. “Andrew tiene muchos planes para el futuro. Es
maravilloso saber que su pierna no le impedirá cumplirlos”.

Acerca de Stanford Children’s Health y Lucile
Packard Children’s Hospital Stanford

Stanford Children’s Health, junto con Lucile Packard Children’s Hospital
Stanford en su esencia, es la mayor empresa de atención médica del área
de la bahía, dedicada exclusivamente a los niños y a las mujeres
embarazadas. Reconocido desde hace tiempo por U.S.
News & World Report
como uno de los mejores de los Estados
Unidos, somos un líder mundial en su clase, al ofrecer atención y
resultados extraordinarios en cada especialidad pediátrica y obstétrica,
con el cuidado que va desde la rutina hasta lo inusual,
independientemente de la capacidad que tenga una familia para pagar.
Junto con los médicos, las enfermeras y el personal de Stanford
Medicine
, ofrecemos nuestra investigación y atención innovadora a
través de asociaciones, colaboraciones, difusión, clínicas
especializadas y centros de atención primaria en más de 60 localidades
en el norte de California y 100 localidades en la región occidental de
los EE. UU. Como organización sin fines de lucro, estamos comprometidos
a apoyar a nuestra comunidad (desde el cuidado de niños sin seguro o con
seguro insuficiente, adolescentes sin hogar y madres embarazadas, hasta
la ayuda para restablecer el cargo de enfermeras escolares en las
Facultades locales). Para obtener más información, visite  stanfordchildrens.org
y nuestro blog
Healthier, Happy Lives
. También puede averiguar cómo estamos Construyendo
el Hospital del Futuro
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y YouTube.

El texto original en el idioma fuente de este comunicado es la versión
oficial autorizada. Las traducciones solo se suministran como adaptación
y deben cotejarse con el texto en el idioma fuente, que es la única
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Contacts

Lucile Packard Children’s Hospital Stanford
Robert Dicks,
650-497-8364
rdicks@stanfordchildrens.org

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