ICE lo deportó, pero después le pidió que regresara

Solo unas semanas después de que ICE lo deportara de regreso a su natal México, recibió una llamada de la misma agencia en la que le preguntaban si podía regresar a Estados Unidos

Una decisión del Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito obligó a ICE a traer de vuelta a Núñez.

Una decisión del Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito obligó a ICE a traer de vuelta a Núñez. Crédito: J. Emilio Flores/La Opinión

El caso de Jesús Ismael Núñez fue descrito por su propio abogado como uno de los más extraños de su carrera: solo unas semanas después de que la Oficina de Inmigración y Aduanas de EEUU (ICE) lo deportara de vuelta a México, recibió una llamada de la misma agencia en la que le preguntaban si podía regresar a Estados Unidos.

Una decisión del Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito obligó a ICE a dejar entrar de nuevo a Estados Unidos a Núñez, para que pudiera continuar con el proceso de solicitud de asilo político que había realizado.

Esto ocurrió en la primavera de 2014. Núñez huyó de su Durango natal tras recibir extorsiones y amenazas de muerte y vivió y trabajó en Estados Unidos desde 2008 con un visado de turista, entrando y saliendo del país, hasta que en enero de ese año un agente de aduanas se dio cuenta de su situación irregular. Pasó dos meses en la cárcel para inmigrantes en la ciudad de Adelanto, en el condado de San Bernardino, antes de ser deportado en marzo.

Un juez de inmigración había determinado que su solicitud de asilo no tenía razón válida, y procedieron a devolver a Núñez a su país sin avisarle previamente. Su abogado, Eric Price, solicitó el mismo día de la deportación de su cliente que su caso fuera revisado por la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito con sede en San Francisco, y en abril hizo una petición para que Núñez regresara a Estados Unidos.

Un mes después, el tribunal aceptó la petición de Price y dictaminó que Núñez podía regresar al país y continuar defendiendo su caso. ICE se ocupó de su retorno el el 17 de julio de 2014, recogiéndole en un coche sin logotipos en la garita de San Ysidro y llevándolo hasta sus oficinas en el centro de Los Ángeles.

Después, Núñez tuvo que pasar otros seis meses retenido en la cárcel de Adelanto. “Fue algo duro, uno no está acostumbrado a estar encerrado, lejos de la familia. Me tocó estar ahí en Navidad y Año Nuevo”, declaró a la cadena Univisión.

Sin embargo, no pierde la esperanza de que sus idas y venidas y los años de espera finalmente valgan la pena. Su caso todavía está siendo revisado por un tribunal migratorio e ICE tiene un proceso de deportación abierto contra él, pero Núñez confía en que finalmente recibirá permiso de trabajo.

Su caso puede traer esperanzas a otros inmigrantes indocumentados en una situación similar, aunque como aclara Prince las cartas que ha jugado para lograr traer de vuelta a Núñez solo sirven cuando la persona tiene una razón válida para frenar su deportación.

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