¿Tiempo de perdón? Tres acciones imperdonables y tres que “dejan pasar” los mexicanos

Aunque es un pueblo católico, la cultura y las costumbres influyen en cómo los mexicanos toleran o no algunas situaciones

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Crédito: YURI CORTEZ/AFP/Getty Images

MÉXICO.-  El recordatorio de la muerte de Jesucristo en una cruz tras un juicio injusto representa para la religión católica en Semana Santa un llamado anual al perdón.

“Dios perdonó”, claman los curas aunque la mayoría de los mexicanos ya saben de antemano qué perdonan y qué no.

LO IMPERDONABLE

  1. La infidelidad

Más de la mitad de los mexicanos no perdonaría una infidelidad, según las confesiones hechas en la más reciente encuesta de la empresa Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) que tomó una muestra sobre este tipo de intolerancia que se agudiza cuando se trata de mujeres.

A finales de marzo pasado “Karla” murió en un aparatoso accidente de tránsito en una de las principales avenidas de la Ciudad de México por culpa de un conductor ebrio; sin embargo, las críticas en las redes sociales fueron más severas en contra de ella por salir de fiesta.

“¿Qué hacía una mujer casada a altísimas horas de la noche en el auto de un hombre que apenas conocía? ¿por qué una mujer saldría de fiesta sin su novio? ¿por qué una mujer se emborracharía? ¿por qué una mujer decente se subiría al coche de un ebrio?”

La infidelidad tiene, por otro lado, una lectura más laxa con las indiscreciones sexuales de políticos y famosos. Un sondeo de Reuters/Ipsos publicado en 2011 reveló que el  57% no le dé importancia a estos deslices.

  1. El dinero en abundancia

En un país de desigualdad extrema, donde la riqueza generalmente está acompañada de escándalos de corrupción, no es de extrañar que el 76% de los mexicanos considere que “el dinero echa a perder a la gente”, según un sondeo realizado en enero pasado por el diario El Financiero.

La investigación reveló además que el 51% de los encuestados considera que tener dinero es resultado de abuso y corrupción, y no del trabajo y talento (sólo 8% dijo esto), y  el 9% opinó que es resultado de la suerte y el 8% de las conexiones.

El cineasta Carlos Cuarón dijo en una entrevista que “el mexicano no perdona el éxito” y puso como ejemplo el trato que se le dio al exfutbolista Hugo Sánchez, quien mostró el camino a Europa a muchos jugadores mexicanos. “Lo trataron muy mal a su regreso”.

3. La homosexualidad 

A pesar de que en la Ciudad de México los matrimonios y la adopción gay se legalizaron hace una década y de que desde el 2010 casi 230,000 hogares son compuestos por parejas del mismo sexo, al mexicano promedio no le gusta que a los homosexuales se les vea como iguales ante la ley.

Incluso cuando la Suprema Corte ha dejado claro que el matrimonio entre personas del mismo sexo es un derecho, los congresos de los estados  se rehúsan a aprobarlo.

En 2016 el presidente Enrique Peña Nieto propuso nacionalizar el matrimonio del mismo sexo y después de las elecciones de junio pasado algunos priístas le echaron la culpa al impulso de esta ley.

LO QUE SÍ SE PERDONA

  1. A los malos gobernantes

A pesar de la persecución judicial que actualmente viven tres exgobernadores (los dos prófugos Javier y César Duarte y el recientemente capturado Tomás Yarrington), en marzo pasado la Cámara de Diputados desechó 109 expedientes de juicio político contra otros funcionarios estatales con el argumento de que “ya transcurrió más de un año desde que dejaron el cargo”.

En contraparte, no hubo protestas ni contrapropuestas de ley para que el tiempo de rendir cuentas no prescriba. Tampoco hubo marchas de protesta por el hecho que, en el contexto histórico, revela impunidad.

“Los políticos le tienen bien tomada la medida a los mexicanos: es un pueblo que olvida pronto los agravios de sus gobernantes”, observa Álvaro Delgado, autor del libro político “El Amasiato”.

2. A la selección de fútbol 

En septiembre pasado, México perdió con una histórica de goleada 7-0 ante Chile y una semanas después, cuando la Selección se enfrentó en el Estadio Azteca frente a Honduras hubo lugares de sobra como una forma de castigo, según dijeron los comentaristas deportivos.

Pero más allá de esta manifestación de inconformidad atípica, la mayoría de los aficionados sigue los partidos de la Selección Mexicana, según la encuesta “Habitos y Comportamientos para los Latinoamericanos relacionados al fútbol del Instituto Ipsos.

El estudio describe a los mexicanos como apasionados, nerviosos, expertos, ritualistas y supersticiosos pase lo que pase con sus equipos.

3. A los borrachos 

Con siete millones de mexicanos que padecen alcoholismo, de los cuales, el 74% forma parte de la Población Económicamente Activa (PEA),en México  se suele tolerar y hasta ver con buenos ojos a los borrachos.

La aceptación llega a tal punto que autoridades del municipio de Monterrey presumieron en 2015 la retención de 11 vehículos en sus operativos antialcohol, pero perdonaron a los conductores que los conducían en estado de ebriedad.

El Alcalde Adrián de la Garza anticipó que los choferes de vehículos no serían arrestados, porque con los festejos decembrinos es más común el consumo del alcohol. “Creo que tenemos que hacer que se cumpla la Ley, pero al mismo tiempo en estas fechas quizá debemos de tener un poco de criterio”.

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