CA cumple 100 años de reformas

SACRAMENTO.- El estado que ha vivido batallas campales en las urnas relacionadas con reformas al impuesto a la propiedad, el matrimonio entre homosexuales, la inmigración ilegal y la destitución de un gobernador no siempre fue el abanderado de la democracia directa.

Esta semana se cumplen 100 años de que los votantes de California adoptaran, en medio de una era de corrupción arraigada, las medidas de la iniciativa, la destitución y el referendo, y los argumentos utilizados en la votación especial para convencer a los votantes no son tan diferentes de las declaraciones en años electorales que se han convertido en un sello distintivo del estado más poblado y políticamente turbulento del país.

En caso de aprobarse, se leía en el argumento a favor de la medida especial votada, las reformas entregarían el poder máximo al pueblo, y obligarían a los legisladores a evitar negociaciones imprudentes con intereses económicos. Un siglo más tarde, el proceso de la iniciativa se ha convertido en una de las características por excelencia de California, como el sol y la oportunidad, aunque ha dejado un legado de consecuencias imprevistas.

En la época de la elección estatal del 10 de octubre de 1911, el descontento de los votantes había llegado a un punto culminante, debido a que los californianos se sentían frustrados y sin acceso a las decisiones.

Las historias de corrupción política y juicios por soborno a ejecutivos de corporaciones y dirigentes sindicales eran parte habitual de los periódicos. La empresa de ferrocarril Southern Pacific Railroad controlaba casi todos los resortes del poder en California, incluyendo a muchos de los principales periódicos del estado que dependían de la empresa debido a los ingresos por publicidad. Los legisladores viajaban gratis y cenaban a cuenta de la compañía.

Hiram Johnson, un abogado advenedizo que había tratado de generar un cambio desde fuera de los pasillos del poder, aprovechó la oportunidad. En su campaña para gobernador en 1910, se comprometió a poner fin a la tiranía de las poco escrupulosas autoridades de la empresa del ferrocarril y devolver el poder al pueblo.

“Casi todos los problemas gubernamentales relacionados con la salud, la felicidad o la prosperidad del Estado han surgido debido a que algún interés privado ha intervenido o ha buscado su propio beneficio para explotar los recursos o la política del Estado”, criticó Johnson en su primer discurso inaugural en 1911. “El primer deber que debo llevar a cabo es la eliminación de todos los intereses privados por parte del gobierno, y hacer que el servicio público del Estado sea responsable solo ante el pueblo”.

El nuevo gobernador y una lista de legisladores en lo que se conoce como la Era Progresista colocaron la democracia directa en la papeleta electoral de ese año. El 10 de octubre, los votantes aprobaron los mayores poderes de iniciativa y de destitución del país durante una elección especial a nivel estatal que presentó 23 iniciativas de ley, incluyendo una que dio a las mujeres el derecho de voto, nueve años antes de que el derecho fuera consagrado en la Constitución.

El movimiento no se había iniciado en California. Dakota del Sur fue el primer estado en adoptar el proceso de iniciativa, en 1898, y otros nueve estados lo adoptaron antes que los votantes de California. En 1903, Los Ángeles se convirtió en la primera ciudad de California en permitir las iniciativas electorales.

En los años posteriores, sin embargo, ningún estado ha llegado a encarnar la democracia directa como California, donde el proceso de iniciativas se ha convertido casi en una cuarta rama del gobierno.

“Hay una fuerte creencia de que los votantes y el proceso de iniciativa son mejores en la formulación de políticas públicas que el gobernador o la Legislatura”, dijo Mark Baldassare, presidente del Instituto de Políticas Públicas de California, que ha encontrado apoyo para el mantenimiento de la democracia directa desde que comenzó una encuesta sobre el tema en la década de 1990.

La papeleta de la elección especial de 1911 presentó 23 propuestas, incluidos temas sobre potestades judiciales, servicios públicos y autoridad para regulación del ferrocarril. Muchos de los temas se presentarían a los votantes una y otra vez en las décadas siguientes.

Los votantes demostraron ser atentos estudiantes, al menos en la primera votación. Después de estudiar los periódicos de gran tamaño que reprodujeron el texto legal de las 23 medidas en la letra pequeña y difícil de leer, los californianos aprobaron todas las iniciativas menos una – una medida que hubiera permitido que Southern Pacific continuara ofreciendo boletos gratis a las autoridades electas.

Casi inmediatamente, la democracia directa se convirtió en un medio para sortear a los legisladores desinteresados o sin voluntad de servicio. Las mujeres habían presionado a la Legislatura de California para tener derecho al voto desde 1879; el pueblo se lo concedió en su primer referéndum.

Sin embargo, un sistema diseñado para “complementar el trabajo de la Legislatura cuando no ha logrado o se ha negado a actuar” rápidamente se convirtió casi en otra rama del gobierno, en ocasiones con tantas fallas como las demás, de acuerdo con Democracia por Iniciativa, una revisión del proceso por el Centro de Estudios Gubernamentales, con sede en Los Ángeles.

Muchos activistas intentaron en varias ocasiones conseguir que sus prioridades fueran aprobadas por los votantes, sin importar cuántas veces hubieran sido rechazadas. Los votantes consideraron y rechazaron la prohibición en 1914, 1916, 1918 y 1920. Las medidas relativas a la prohibición o la regulación del alcohol estuvieron presentes en las papeletas por lo menos 11 veces desde 1948. Los partidarios de la legalización de la marihuana han estado tratando de hacerlo a través de iniciativas desde el año 1972.

A pesar de la popularidad abrumadora de las reformas entre los votantes, muchos periódicos se oponen a ellas. En un editorial, el New York Times criticó el proceso político recién nacido en términos que resuenan un siglo después.

“El nuevo método se propone como un control de las máquinas. Pero la fortaleza de las máquinas radica en la falta de atención y la indiferencia de los votantes “, advirtió el Times en un artículo titulado “Anti-democracia en California”.

Esa advertencia se ha cumplido en las últimas décadas, ya que un proceso que tenía la intención de frenar la influencia de intereses especiales se ha convertido en una herramienta para que lascorporaciones y personas poderosas logren los cambios que desean.

“Hiram Johnson previó esto como un vehículo para que los californianos comunes lograran un cambio en California, y se ha convertido en una forma de que menos californianos comunes participen y que cada vez más intereses poderosos de fuera de California tengan impacto en nuestro estado”, dijo Carl Guardino, presidente del Grupo de Liderazgo de Silicon Valley y miembro de California Forward, uno de los dos grupos más destacados de reforma del gobierno.

A pesar de que las campañas de medidas para votaciones especiales parecen estar siempre presentes, de las 1,657 iniciativas que recibieron título y se resumieron desde 1911 hasta 2010, solamente 348 -o 21%- lograron ser incluidas en la papeleta. De ellas, los votantes aprobaron 116, o una tercera parte.

Desde los primeros en 1911, 47 referendos para derogar una ley se han presentado a votación, y 19 fueron aprobados.

Ha habido solamente cinco destituciones exitosas en 100 años. En la más famosa, los votantes de California destituyeron al gobernador demócrata Gray Davis en 2003 y lo reemplazaron con el fisicoculturista convertido en estrella de Hollywood Arnold Schwarzenegger, un republicano, lo que atrajo la atención de todo el país y generó algo de burla hacia el proceso político de California.